jueves, 30 de diciembre de 2010

Paul Bowles, de nuevo en el tiempo

Coincidiendo con los prolegómenos de esta señalada fecha –en la cual Paul Bowles hubiera cumplido cien años de seguir vivo–, Alianza Editorial ha publicado el resultado literario, hasta ahora inédito, de un viaje retrospectivo por el Marruecos que tan bien conoció y amó el escritor americano, y que lleva por título ‘Puntos en el tiempo’.

Un conjunto de relatos impregnados de la historia y tradición popular del país alauita; esbozos humanos, anecdóticos, geográficos o religiosos que reflejan costumbres y emociones en evocadores episodios de la vida y la cultura magrebí, en los que Bowles narra las andanzas de diversos individuos nativos y foráneos, a los que en la obra el escritor, músico y viajero concede –o hace que recobren– de nuevo el protagonismo perdido en el tiempo.

Pasajes al exotismo del magreb inspirados en algunos cuentos folklóricos provenientes de la tradición oral, que dejan vislumbrar el alma de Marruecos, y a los que la cuidada prosa de Bowles ha dado forma en una homogénea colección de relatos. Con esas ciudades fascinantes detenidas en el tiempo que ve transcurrir los hechos, como son la bella y costera Essaouira, llamada “la casa del viento”, también conocida como la Mogador de la época de la construcción de las fortalezas portuguesas; la Marrakech de los riads o la mágica y concurrida plaza de Djemaa El Fna, en la encrucijada de las cordilleras del Atlas y el siempre enigmático desierto del Sahara; o la medieval Fez, con su medina de intrincadas callejuelas –aunque la historia referida suceda en la Fez del siglo XIX–, que no lo son menos que la cinematográfica Tánger de ‘El cielo protector’, en la que el escritor falleció hace ahora apenas once años.

También desfilan por el libro curiosos personajes, como el fraile franciscano Andrea de Spoleto y sus debates con los rabinos de la capital; la judía Sol Hachuel, desposada con un musulmán llamado Mohammed; Andrew Layton, el gerente de una compañía de exportaciones y su amistad con un sultán; o el rifeño El Aroussi, abocado al pillaje debido a una injusticia, y la hermosa Rahmana…

En resumen, un libro indispensable para todos aquellos lectores entusiastas de la obra del autor de la también interesante ‘Déjala que caiga’, escrita por un Bowles que estuvo influenciado por el consumo propio de quif y, sobre todo, el majoum, una confitura alucinógena hecha con miel, mantequilla de cannabis, nuez y especias como aderezo.

Los relatos de esta recopilación, que no habían sido publicados con anterioridad hasta la fecha, han sido traducidos al español por el escritor Rodrigo Rey Rosa, vecino de Bowles en la cosmopolita ciudad de Tánger, y gran amigo de éste, quien, a su vez, traduciría las obras del escritor guatemalteco al inglés.


Fotografía ‘Anciano en la Kasbah’, Fez © Fernando Torres

domingo, 19 de diciembre de 2010

La lomografía, una visión experimental

El caprichoso azar propició que, a principios de los 90, dos estudiantes austriacos encontraran en Praga por casualidad una curiosa cámara rusa llamada ‘LOMO’.

‘LOMO’ es el acrónimo de Leningradskoye Optiko-Mechanichesckoye Obyedinenie (Unión Mecánica Óptica de Leningrado), una compañía fundada en San Petersburgo en 1914, siendo el General Igor Petroviwitsch Kornitzky, mano derecha del Ministro de Defensa y de Industria de la Unión Soviética, quien, en 1982, mostrara una mini cámara japonesa a su camarada Michael Panfilowitsch Panfiloff, director de la fábrica rusa especializada en armas y óptica. Panfiloff examinó la cámara observando la gran nitidez de su lente de cristal, su extrema sensibilidad a la luz y su robusto armazón.

La cámara en cuestión, objeto de aquel flagrante caso de espionaje industrial, no era otra que la nipona Cosina CX-1, que se copió con la intención de mejorar su diseño, creando así el primer prototipo de la rusa LOMO LC-A –que los espías de la KGB utilizaban para fotografiar planos secretos o armamento–, y que se exportó a países por entonces comunistas como Ucrania, Polonia, Checoslovaquia e incluso Cuba, dando lugar al fenómeno que vino después conocido como ‘lomografía’. Muy pronto el uso de estas máquinas fotográficas se extendería por Europa occidental. Actualmente la Sociedad Lomográfica cuenta con más de 500.000 miembros.

Pero los descubridores que más tarde darían a conocer al mundo entero la ‘LOMO Kompakt Automat’, serían dos estudiantes de Viena, Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger, que estaban de vacaciones en la antigua Checoslovaquia. Habían encontrado una extraña cámara fotográfica cuando curioseaban en un mercadillo de Praga, y la compraron sin saber aún su trascendencia en el mundo de la fotografía experimental. En su recorrido por las calles de la ciudad, realizaron fotografías fortuitas sin apenas mirar a través del visor de la cámara, de una forma casual y espontánea. A la vuelta de sus vacaciones, al revelar las fotos, para su sorpresa comprobaron que las instantáneas eran luminosas, de saturados colores, y transmitían con gran frescura la emoción del momento. Advirtiendo las posibilidades artísticas que se derivaban de esa compulsiva práctica fotográfica.

Esa intensificación de los colores se debe a su lente gran angular llamada Minitar 1, que fue expresamente diseñada por el profesor Radionov. La singular lente se caracteriza porque da como resultado una mayor saturación de los colores en el centro de la imagen. Causa un efecto túnel, además de un oscurecimiento en las esquinas del encuadre, produciendo ese marchamo característico de efecto de halo. Mientras que su rudimentario mecanismo de enfoque, con sólo cuatro modos: 0,8 metros, 1,5 metros, 3 metros e infinito, hace que algunas fotos aparezcan algo desenfocadas, pero con un particular toque artístico. A lo que se suma la opción del disparador en modo ‘manual’, con largas exposiciones a baja luz, creando deliberadamente insólitas visiones.

El descubrimiento de los estudiantes corrió de boca en boca y comenzaron a demandar cámaras al antiguo bloque soviético clandestinamente. Poco después, a principios de los 90, se fundaría la Sociedad Lomográfica.

A pesar de que en San Petersburgo la producción haya decaído recientemente, la Sociedad Lomográfica ha conseguido llevar las matrices de estos modelos a China, para evitar la escasez de máquinas en el mercado. Y está demostrando que la lomografía se ha convertido en algo más que una moda, es una popular forma experimental de expresión artística.

Algunas cámaras disponibles actualmente en el mercado son: Holga, Diana, Dories, Lubitel o Snappy.


Más información
Página web oficial de Lomografía


Enlaces de interés
Slide show lomográfico
Algunos ejemplos de lomografías

El efecto ‘LOMO’ con Photoshop
25º Aniversario de la ‘LOMO LC-A’

Fotografía ‘A lomos del agua’ © Fernando Torres

lunes, 15 de noviembre de 2010

‘The Way’, el Camino de Santiago

“Caminas solo, pero no puedes llegar a tu destino sin ayuda de la comunidad”. Martin Sheen

Martin Sheen y Emilio Estévez presentaron 'The way', un film que recrea el Camino de Santiago como un viaje sentimental y metáfora de la vida.

El Camino une a cuatro personajes dispares, que incluso se odian, pero que terminan caminando juntos hacia Santiago de Compostela fieles cada uno a su propia motivación. Entre ellos está Martin Sheen, al cual le mueve a caminar el deseo místico de dejar en las fitas a lo largo del camino las cenizas de su hijo, muerto de forma accidental cuando, tiempo antes, se disponía a hacer la ruta desde los Pirineos, dejando al otro lado de la cordillera pirenaica la Gascuña francesa del Codex Calixtinus que escribiera a modo de “guía” del peregrino el monje de Poitou Aymeric Picaud –también llamado Liber Sancti Jacobi– y que al caminante, en ese primer momento de su viaje iniciático, acompaña el eco de los cánticos de los monjes de la histórica Colegiata de Roncesvalles, para iniciar ya la aventura ritual por la ruta más esotérica, mística y universal de la vieja Europa.

Como dijo el masón Goethe, “Europa nació de las peregrinaciones”, de ese entramado formado por la extensa red de senderos que unían ciudades y cenobios y que confluían en las grandes vías de peregrinaje como la Vía Turonensis, llamada también “Camino de Tours” que, junto con la que venía de Vézelay y pasaba por Limoges o Vía Lemovicensis, y la de Le Puy o Vía Podiensis, concurrían en Ostabat y desde allí, en un solo sendero, a Roncesvalles; más la de Arles y Montpelier o Vía Tolosana, que cruzaba los Pirineos por el denominado por entonces puerto Aspero, hoy Somport. Entonces el Camino de Santiago no se había convertido en el reclamo turístico que es hoy en día.

La idea de filmar 'The Way' nace cuando Sheen –que durante una estancia en Irlanda había invitado a toda su familia a explorar parte de la ruta jacobea– viaja con sus hijos a Galicia para visitar Parderrubias (Salceda de Caselas), el pueblo en el que nació su padre.

No muy lejos de allí, el mágico O Cebreiro, con su ermita del siglo IX de factura prerrománica, en la que se consumó el milagro eucarístico que la hizo famosa en toda Europa inspirando a Wagner su opera 'Parsifal', es la puerta a la Galicia del camino francés, y está envuelto, como muchos otros lugares de esta provincia, en un halo de misterio; es una pequeña aldea donde antaño se asentaba un poblado habitado por los celtas, de cuyos prehistóricos castros aún nos quedan como recuerdo las actuales payozas.

“Creo que hay material suficiente para satisfacer a un católico devoto”, asegura Sheen, que ante las dificultades previas rezó con su hijo Emilio para que les dieran permiso para rodar en el interior del templo. Al final se cumplió el milagro.

En cuanto a la religiosidad de la película, padre e hijo reconocen que el resultado está a medio camino entre el catolicismo de Sheen y el ateísmo de Estévez, que, para imbuirse del espíritu del peregrino, prefirió inspirarse en el romanticismo del caminante mochilero. El asunto religioso, en un recorrido salpicado de iglesias y de una rancia tradición cristiana, no juega, por tanto, un papel primordial en la historia, y sí la lógica espiritualidad que queda muy bien reflejada en bellas secuencias, como la de la llegada de los protagonistas a la Catedral de Santiago y los planos del Pórtico de la Gloria, el mejor momento de la película.


Bibliografía
‘Peregrinatio’, Matilde Asensi. Planeta

‘El Camino de Santiago’, Kathryn Harrison. NGS

‘Historia mágica del Camino de Santiago’, Fernando Sánchez Dragó. Planeta


Enlaces de interés

Trailer de ‘The Way’
Página web oficial Xacobeo
Asociación Amigos del Camino de Santiago

Fotografía 'The Way' © EFE/Lavandeira

lunes, 1 de noviembre de 2010

Gallen-Kallela y el Kalevala

Cuenta el poema épico finlandés Kalevala, que el viejo chamán cantor Väinämöine –fundador de la tierra de Kaleva– construyó el primer kantele con la espina de un pescado y pelos de la cola de un caballo, creando así el instrumento tradicional de cuerda pulsada y escala diatónica que es el símbolo musical más importante de Finlandia.

El pintor Akseli Gallen-Kallela (1865-1931), nacido en Pori/Björneborg, en la costa oeste de Finlandia, se interesó por la cultura popular y fue un gran apasionado de la epopeya Kalevala, ilustrando magistralmente este emble-mático poema ancestral que se compone de una serie de cantos pertenecientes a la mitología sami, y que el médico y filólogo Elias Lönnrot (1802-1884) recopiló en sus viajes.

El mismo año de la muerte de Lönnrot, Gallen-Kallela se trasladó a París para estudiar en la prestigiosa Académie Julian –en la que estudiaron artistas como Matisse o Duchamp, entre otros muchos–, siendo allí donde desarrollaría su pictórico estilo realista, que más tarde, tras su viaje a la Karelia Oriental, se decantaría por el simbolismo –o lo que a la postre se llamaría ‘Karelianismo’ en el arte finés–. No obstante, en París, Gallen-Kallela haría amistad con otros pintores, como el noruego Adam Dörnberger o el también finlandés Albert Edelfelt, e igualmente conocería al escritor sueco August Strindberg.

Gallen-Kallela pintó los frescos del Pabellón Finlandés para la Exposición Universal de París de 1900, con lo que obtuvo una Medalla de Oro y, poco después, la Legión de Honor francesa.

En 1922 se publica la edición de lujo del Kalevala ilustrada por el pintor. Si bien, influenciadas por éste, ha habido en el tiempo otras ediciones a cargo de otros artistas como Matti Visanti (1938), Aarno Karimo (1952-1953) o Björn Landström (1985).

La muerte sorprende a Gallen-Kallela trabajando en una nueva versión de la obra cuando, a la vuelta de un viaje a Copenhague, en Estocolmo, contrae una neumonía y fallece en el Hotel Reisen, el 7 de marzo de 1931.

Su casa-taller en Tarvaspää (Espoo, Finlandia) es conocida desde 1961 como ‘Museo Gallen-Kallela’, siendo un lugar de obligada visita para contemplar gran parte de su colección, así como diversos estudios y trabajos de investigación de otros creadores acerca del propio Gallen-Kallela.

ITE Art presenta en la actualidad, y hasta enero de 2011, ‘A Kalevala Mindscape’. Una exposición antropológica que muestra también en su museo la visión que tienen de la célebre epopeya otros autores contemporáneos.

Los artistas de la exposición son: Kalle Ahola, Martti Hömppi, Voitto Isosaari, Ullakaisa Kaarlela, Alpo Koivumäki, Hanna Korkeakoski, Urpo Koskela, Veikko Kuhno, Eero Leinonen, Reijo Lindfors, Väinö Oja, Asser Pajarinen, Erkki Pekkarinen, Timo Peltonen, Erkki Pirtola, Eero Räisänen, Veikko Räsänen, Mauri Rönni, Johannes Setälä, Pentti Sipola, Markku Susimäki, Jussi Tukiainen y Teuvo Tuukki.

Si la cultura y tradiciones de Finlandia no son suficientes para atraer nuestra atención; ni la historia mítica de Kalevala, la obra de Gallen-Kallela o el arte finés nos interesan; si no hemos leído a Mika Waltari ni a otros novelistas; si tampoco practicamos deportes de invierno, ni travesías por paisajes nevados entre bosques de abedules, Finlandia se presenta como un inmejorable destino turístico estando ya próximas las fechas navideñas o de Joulupukki –nombre finés que se le da a Papá Noel– y sus renos voladores, provenientes de la provincia finlandesa de la Laponia, a los que los chamanes sami daban de comer el hongo alucinógeno Amanita muscaria.

Santa Claus Village –o Pueblo de Papá Noel– es un parque temático situado en las proximidades de Rovaniemi, en Laponia.

Por si fuera poco, la ciudad finlandesa de Turku ha sido la elegida como Capital europea de la Cultura 2011. Pero las celebraciones no darán comienzo hasta el próximo 14 de enero.


Más información

Página web del Museo Gallen-Kallela

Página web de la Sociedad de Literatura Finlandesa

ITE Art - ‘A Kalevala Mindscape’


Enlaces de interés

Turku, Capital europea de la Cultura 2011

Comunicado sobre Turku de Europa Press

Kalevala Melody (kantele)


Bibliografía

‘Kalevala’, Elias Lönnrot. Alianza editorial

‘Así es Finlandia’, Matti Skola. Otava

‘Cartas finlandesas’, Angel Ganivet. Diputación de Granada


Imagen de ‘El mito de Aino’, de Gallen-Kallela (detalle del tríptico).

miércoles, 20 de octubre de 2010

‘Conversaciones de Escritores’ en la Fundación MAPFRE

Los escritores Marcos Giralt Torrente y Enrique Vila-Matas inauguraron ayer, en la Fundación MAPFRE de Madrid, el ciclo de charlas literarias enunciado como ‘Conversaciones de escritores’, y que continuará llevándose a cabo en el Auditorio Recoletos hasta el próximo día 28 de octubre, contando también con la presencia de otros destacados autores del ámbito nacional.

Estos diálogos los mantendrán algunos colegas del oficio de la escritura a los que les une cierta relación o afinidad especial en materia de literatura. Así, Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968), Premio Herralde de Novela en 1999 por ‘París’, conversó con el hasta hace muy poco compañero de editorial (Anagrama) Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), premiado con el Rómulo Gallegos en 2001 por ‘El viaje vertical’, y autor, a su vez, de la célebre y auto-biográfica ‘París no se acaba nunca’.

Ambos autores mantuvieron su coloquio acerca de los distintos aspectos esenciales de la literatura y del ejercicio íntimo de la escritura vistos por ellos mismos. De la misma manera comentaron sus últimos dos libros publicados recientemente: ‘Tiempo de vida’, de Giralt Torrente, y ‘Perder teorías’, de Vila-Matas. El primero, elogiado por algún miembro del público asistente –entre el cual se encontraba el director de cine José Luis Borau–, quien, al parecer, ya había tenido la oportunidad de leerlo, comenzó a fraguarse un año después de la muerte del padre del escritor, y apenas unos meses antes de que naciera su primer hijo. Un emocionante relato en el que Giralt Torrente narra su relación con su progenitor; una historia de amor paterno filial contada desde la muerte, que está nutrida de sentimientos de agra-decimiento y admiración, pero también de frustración o resentimiento.

Por otro lado, ‘Perder teorías’ de Vila-Matas versa sobre la creación literaria en materia narrativa, y está protagonizado por un personaje central, que coincide con el autor y se traslada a Lyon para asistir a un congreso internacional en el que finalmente no intervendrá. Amén de otras disquisiciones, el libro, aunque de poca extensión, está salpicado de inteligentes pensamientos, juegos literarios, y de las falsas o tergiversadas citas a las que Vila-Matas, con su erudición bibliográfica y buen oficio, nos tiene acostumbrados.

Asimismo, el escritor catalán nos avanzó la próxima reedición de su novela ‘Mujer en el espejo contemplando el paisaje’, publicada por Tusquets en 1973 y actualmente descatalogada, cuyo título será ahora por deseo del autor ‘En un lugar solitario’.


Las próximas intervenciones en este ciclo de conversaciones entre escritores serán:


Miércoles, 20 de octubre
Manuel Vicent y David Trueba

Jueves, 21 de octubre
Luis Goytisolo e Ignacio Echevarría

Martes, 26 de octubre
María Dueñas y Javier Moro

Miércoles, 27 de octubre
Bernardo Atxaga y Agustín Fernández Mallo

Jueves, 28 de octubre
Luis Mateo Díez y Manuel Longares


Más información

Página web de la Fundación MAPFRE


Fotografía de Giralt y Vila-Matas © Fernando Torres

domingo, 10 de octubre de 2010

El Hotel Ritz cumple cien años

El gran Hotel Ritz de Madrid celebra sus históricos 100 años de exclusividad y lujo de fama internacional.

El 2 de octubre de 1910, el Rey Alfonso XIII inauguraba con una orquesta de zíngaros, vajilla de Limoges y champagne este exquisito hotel creado por el hotelero suizo César Ritz, de quien adoptaría su nombre, y que contó con el diseño del arquitecto francés Charles Mewes, quien también proyectara los Ritz de París y Londres. Un palacio barroco de seis plantas enclavado en el corazón de Madrid, junto al Museo del Prado y frente al Thyssen-Bornemisza, perteneciente a la cadena Orient-Express Hotels Trains & Cruises y miembro de The Leading Hotels of the World, considerado uno de los mejores hoteles del mundo.

Hasta entonces, en el Madrid de la fonda y el figón, sólo el ya desaparecido Hotel París, situado junto a la Puerta del Sol, que cerró sus puertas en 2006, alojaba a los viajeros que llegaban a la capital. César Ritz y el cocinero Escoffieur habían fundado con el Ritz de Lucerna la cadena hotelera y la alta cocina de fama mundial que revolucionarían la hotelería moderna y que son hasta hoy sinónimo de excelencia, símbolo de lujo y sofisticación.

Escenario novelesco del arresto de la espía Mata-Hari; de la primera conferencia de prensa de Yaser Arafat en Occidente, o también de la visita del Maharajá de Kapurthala y su mujer –la joven bailarina española Anita Delgado, de la que el Maharajá se enamoró al venir a Madrid en 1906 con motivo de la boda de Alfonso XIII–, el periodista Felipe Serrano, que trabajó como camarero en el hotel durante once años, publicó hace unos meses un libro en el que narra y desgrana vivencias y anécdotas sorprendentes sucedidas a la luz de las arañas, entre canapés y champagne; en el prestigioso restaurante Goya, en el jardín con terraza para el té, los bailes de tango o las veladas de la orquesta Boldi, que hacía gemir melancólicamente sus violines. Aristócratas, millonarios o estrellas de cine hasta un número de 500 personas de renombre que incluyen al pintor Dalí, el doctor Fleming o el barman Perico Chicote, quien también fuera empleado del hotel como ayudante en el hoy celebrado por la alta sociedad española Bar Velázquez, donde se puede probar un “Goya” o un “Alfonso XIII”, entre los muchos cócteles que desde 1977 prepara su actual barman, Marcelino Martín. Si el bar del Ritz de París era testigo mudo de las borracheras de Scott Fitzgerald, el de Madrid también acogió a in-numerables personajes a lo largo de ya un siglo de historia.

“El libro no pretende ser una historia oficial del hotel, sino un relato de las historias más sorprendentes vividas en medio del lujo de sus habitaciones”, revelaba el periodista de la Cadena SER, invitándonos así a mirar, aunque sea por una pequeña “rendija”, los entresijos del hotel y el glamour de sus huéspedes.


Más información

Para conmemorar estos 100 años de hospitalidad y estilo inigualables, las celebraciones del centenario del Hotel Ritz tendrán lugar desde octubre de 2010 hasta octubre de 2011.

Enlaces de interés

César Ritz en Wikipedia

Compañía Orient-Express

Página web oficial de la Sociedad Escoffier

‘Puttin´on the Ritz’ por Ella Fitzgerald


Fotografía del Ritz © Fernando Torres

jueves, 30 de septiembre de 2010

Hampâté y los colores de la esperanza

El pintor senegalés Sow Amadou Hampâté es uno de los artistas que se ha beneficiado de una iniciativa de intercambio cultural nacida para promocionar el gran talento de autores procedentes de países africanos con escasos recursos naturales.

Gracias a la Fundación HAIAC, Hampâté ha emprendido ahora una nueva etapa de luz y vivos colores con la mirada puesta en un futuro más esperanzador, muy desigual a la vivida hace unos años, cuando “sólo miraba al mar, a la diosa Europa y a la desesperanza”.

La Fundación Hispano Africana para el Intercambio Artístico y Cultural (HAIAC), con sede en Segovia, es una institución cultural privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo luchar contra la pobreza a través del apoyo y la promoción brindada a jóvenes artistas de los países más desfavorecidos del África Subsahariana. Hampâté fue uno de los creadores seleccionados por la entidad bancaria ‘Caja Segovia’, inaugurando con su exposición este encomiable proyecto artístico de reciprocidad cultural entre España y África.

Constituida como fundación el 28 de junio de 2007, la HAIAC, canalizando recursos públicos y privados, contribuye a que jóvenes pintores y escultores de Malí, Senegal, Burkina Faso, Níger, u otros países de África, puedan acceder a ese intercambio con artistas españoles, visitar nuestro país realizando cursos formativos, al tiempo que exponen sus obras y nos dan a conocer su talento para abrirse así “un camino a la esperanza”.

En la actualidad, como fuente principal para la financiación de su proyecto, la Fundación HAIAC cuenta con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Ministerio de Cultura, o el grupo ‘Finca El Rancho’, además de otros inversionistas privados.

Más información

Página web de la HAIAC

Enlaces de interés

Biennale d’art africain contemporain 2010 - DAK´ART

Página web de la AECID


Fotografía obra mural de Hampâté © Fernando Torres

domingo, 19 de septiembre de 2010

Bernard-Henri Lévy, una voz libre en el Hay Festival

El filósofo, escritor, periodista y fundador de la corriente de los nuevos filósofos franceses, Bernard-Henri Lévy –también conocido en los medios de comunicación por las siglas BHL– conversó ayer en Segovia –durante una de las jornadas del Hay Festival que se celebra estos días en esa ciudad castellana– con Juan Luis Cebrián, pensador y fundador del diario El País y miembro de la Real Academia Española.

Francés nacido en 1948 en el seno de una familia judía en Béni-Saf (Argelia), se trasladó a Francia en 1954, para más tarde, en 1968, ser discípulo en la prestigiosa Escuela Normal Superior de París, de Jacques Derrida, Althusser o el mismísimo Sartre.

Hace algunos meses, BHL publicaba en el diario El País un artículo de opinión en el que ofrecía su visión apologética de Israel en el conflicto con la flotilla humanitaria que partió de Turquía con destino a Gaza, y que pretendía romper el bloqueo del que son objeto los palestinos residentes en la franja. Encabezaba el mismo diciendo que “nadie muere de hambre en Gaza, Israel sólo bloquea la entrada de armas”. En esa pretendida maniobra para avivar el odio “cayendo en la trampa de los fanáticos del apocalipsis antijudío”. A lo que inmediatamente replicó la ONU exponiendo que el bloqueo impuesto por Israel sobre la franja de Gaza no concernía únicamente a las armas, como mantenía el filósofo BHL, sino que se aplicaba igualmente a una relación de suministros que incluía el material humanitario, causando con ello perjuicios graves a la población civil de Gaza.

Todos sabemos –y más en política– que las cosas no siempre son como nos parecen. En un mundo malediciente a veces, cuando no hipócrita o injusto, las noticias van y vienen y son emitidas e interpretadas en según qué contexto, geografía, religión o afinidades políticas. Esto, al parecer, lo sabe bien BHL, que en 1971 trabajó como periodista cubriendo la guerra de independencia de Bangladesh, y quien, por otro lado, ha promovido él mismo también en el pasado acciones humanitarias similares, como son un barco para Vietnam; Marcha por la supervivencia de Camboya en 1979; varios boicots antitotalitarios; o más recientemente, la violación intencionada de la frontera de Sudán para romper el bloqueo que estaba favoreciendo las masacres en masa cometidas en Darfur.

Y es que la gravedad real y verdadera de estas “maniobras”, trasuntos políticos, conflictos bélicos o, simple y llanamente, las guerras, es que, indefectiblemente, provocan la pérdida de vidas humanas cuando éstas se llevan a cabo, sea en un lugar u otro del mapa, quedando esas vidas muchas veces inútilmente tendidas en el camino hacia la deseada paz duradera. La paz en Oriente Próximo, en este caso.

Con el propósito de realizar un nuevo –o renovado– intento por alcanzar esa paz perdurable en el Oriente Próximo, se reunieron hace escasos días Obama, Netanyahu y Abbas para lograr llegar al no fácil acuerdo necesario que la garantice.


Enlaces de interés

Artículo de BHL en EL PAÍS.

Artículo de Raquel Martí, Directora ejecutiva del Comité Español de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.

Página web oficial del Hay Festival Segovia 2010.


Más información

Página web oficial de BHL.


Bibliografía

Libros de BHL en Lecturalia.


Nota:

Este mismo año, la editorial Anagrama publicó el ensayo ‘Enemigos públicos’. El libro contiene el intercambio epistolar entre BHL y otro grande de la cultura francesa contemporánea, Michel Houellebecq. Comienza con la carta que envía el casi siempre ácido Houellebecq a Lévy: “Querido Bernard-Henri Lévy: Todo, como se suele decir, nos separa, excepto un punto fundamental: tanto usted como yo somos individuos bastante despreciables...”


Fotografía de Bernard-Henri Lévy AP fuente Telegraph.co.uk

domingo, 12 de septiembre de 2010

Muere Claude Chabrol, el director de la ‘Nouvelle Vague’

“Mi universidad fueron los pequeños cines del Barrio Latino”.

La sorpresiva noticia de la muerte de Claude Chabrol en París, a la edad de 80 años, ha impactado hoy a todos los amantes de la ‘Nouvelle vague’, el cine francés y el Séptimo arte en general.

Con la muerte de Chabrol desaparece un gran retratista de la burguesía francesa de su tiempo, además de un excelente cronista cinematográfico, a las órdenes de André Bazin, para Cahiers du Cinéma, actor, productor, historiador y gastrónomo bon vivant. Al epicúreo director, amante del vino y la buena mesa, le gustaba frecuentar los bistrots del parisino barrio de Saint-Germain.

Precursor de aquella nueva corriente cinematográfica junto a Rivette, Godard, Rohmer, Resnais y, por supuesto, Truffaut, a Chabrol se le esperaba como invitado confirmado al que se le rinde homenaje –aunque ya sin su presencia– con la entrega de la Espiga de Honor del festival, en esta 55ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), cuyos organizadores se han visto tan sorprendidos por su muerte como sin duda lo estará también la gran actriz francesa Isabelle Huppert. Musa del director desde que rodara con ella ‘Prostituta de día, señorita de noche’ (1978), que le valdría a esta parisina el premio de interpretación en el Festival de Cannes, y con la que se iniciaba una fructífera carrera profesional en común, hasta el año 2006 en el que rodaría por última vez de la mano de su actriz fetiche y confesa admiradora del maestro.

La última película en la que trabajaron juntos fue ‘Borrachera de poder’, un correcto film sobre la corrupción política, inspirado en el escándalo financiero que protagonizó, a mediados de los 90, la compañía petrolera francesa ELF-Aquitaine, y en la figura de Eva Joly, la jueza encargada del caso.

Su ópera prima, ‘Le Beau Serge’ (1959) –con la que obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín–, representa, con ‘À bout de souffle’ (1960), de Jean-Luc Godard, y ‘Les Quatre Cents Coups’ (1959), de François Truffaut, la emblemática trilogía de obras que fundó ese importante movimiento cinematográfico que revolucionaría la historia del cine, y cuyo lenguaje visual y relevancia artística va mucho más allá de su época, quedando su filmografía como referente inexcusable de la historia del Séptimo arte.


Enlace de interés

Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci)

Fotografía de Claude Chabrol fuente Wikipedia

jueves, 26 de agosto de 2010

Vargas Llosa y ‘El sueño del celta’

El novelista y ensayista peruano Mario Vargas Llosa lo anunciaba en primicia en el pasado ‘Hay Festival’ de 2009, al que asistió como invitado entre otros autores del panorama literario internacional.

'El sueño del celta' es una novela basada en la vida del irlandés Roger Casement, que fue uno de los mejores amigos del escritor polaco, y más tarde nacionalizado inglés, Joseph Conrad. Casement ejerció como cónsul británico en el Congo a principios del siglo XX, durante el cruel y despótico dominio belga, en tiempos del reinado de Leopoldo II. Atrocidades de las que sería testigo Conrad en su viaje al corazón de las tinieblas, en 1889, cuando aún era un joven marino, y que fueron denunciadas también por el diplomático irlandés.

Casement trabajó para la Asociación Internacional Africana, fundada por el rey, y asimismo conoció al célebre explorador Henry Morton Stanley, que en aquel tiempo dirigiría una expedición para rescatar al aventurero y explorador Emin Bajá –por entonces Gobernador de Ecuatoria–, haciéndose eco del mensaje de auxilio que éste había enviado al mundo –sobre todo a los británicos– ante la amenaza de invasión por parte de Al Mahdi. Finalmente, en abril de 1888, tras rodear el Lago Victoria, Stanley encuentra a Emin Bajá y lo que queda de su maltrecha expedición. Pero en 1892, en un viaje de exploración por la Tanganica alemana, Emin Bajá moriría a manos de un traficante de esclavos.

Ese mismo año Roger Casement deja el Congo para trabajar como funcionario en Nigeria, empleado en la Secretaría de Estado para las Colonias. En 1895 sería nombrado cónsul en Lourenço Marques –lo que hoy es Maputo–.

Casement regresa al Congo hacia 1900, fundando en Matadi el primer consulado británico en el país africano. Desde allí alertaría al Foreign Office sobre los malos tratos a los que era sometida la población indígena. Estos comunicados consti-tuirían el famoso ‘Informe Casement sobre el Congo’.

El informe se publicó en 1904 en contra de la voluntad del rey de Bélgica, que había presionado al gobierno británico para impedirlo, provocando con ello un gran escándalo en la comunidad internacional.

Poco después, Casement entabla allí una gran amistad con el periodista Edmund Dene Morel, que esos días dirigía la campaña de prensa contra el infausto gobierno congoleño, y lo convence para que funde la Asociación para la Reforma del Congo, ya que él no puede participar más activamente debido a su condición de diplomático.

Vargas Llosa explica que el título ‘El sueño del celta’ se debe a que, entre otras cosas, Roger Casement fue un nacionalista irlandés –en una época en la que Irlanda formaba parte de Gran Bretaña– que trabajó mucho con los independentistas, hasta el punto de ser juzgado y posteriormente ejecutado por ello durante la primera Guerra Mundial.

‘El sueño del celta’ promete ser la novela del otoño. Por su autor, pues hace cuatro años que Vargas Llosa no publica una nueva novela; por su temática: los abusos de la colonización europea en África (aunque la acción se desarrolla también en la Amazonía, Irlanda y Alemania), y por su protagonista, Roger Casement, un personaje fascinante.


Fotografía de Vargas Llosa © Fernando Torres

domingo, 1 de agosto de 2010

North Face, la cara norte del 'Ogro'

Contemplada desde el bonito valle de Grindelwald, en el cantón suizo de Berna; o mejor, desde Kleine Scheidegg (2.061 m.), como lo hacía Jonathan Hemlock mientras aguardaba que llegara el buen tiempo para escalarla, la abrupta cara norte del Eiger siempre provocará una extraña fascinación, no en vano es el mayor ‘abismo’ de los Alpes.

Con sus zonas heladas y tramos de verglas alternándose con una exigente escalada en roca; junto a los aludes de piedras, la humedad o el frecuente foehn, confieren a esta montaña un carácter implacable y despiadado que, a pesar de su menor altitud (3.970 m.), no resta dificultad y peligro frente a sus grandes rivales geológicos, los grandes colosos del Himalaya.

Esta montaña de los Alpes suizos es ascendida por primera vez en 1858 por Charles Barrington y dos guías alpinos. Sin embargo, su cara norte no pudo ser escalada hasta 1938 por la cordada compuesta por Anderl Heckmair, Ludwig Vörg, Fritz Kaspareck y Heinrich Harrer –protagonista y autor de la novela ‘Siete años en el Tibet’–, quienes, tras cuatro días de dura lucha y penosos vivacs, consiguen doblegar al ‘Ogro’ por su cara más temible.

Dos años antes se había producido una de las mayores tragedias del alpinismo, protagonizada por Hintertoisser, Kurz, Angerer y Rainer; escaladores rivales, pero finalmente unidos en la misma cordada, que a la postre fallecerían en el intento. Aunque, como han ocurrido muchas otras veces en la montaña, quedaba abierta la 'Travesía Hintertoisser', llamada así desde entonces y ya equipada con cuerdas fijas.

En 1947, casi diez años después de la primera ascensión, y antes de la desgraciada muerte de los españoles Rabadá y Navarro, Louis Lachenal y Lionel Terray conseguirían la segunda ascensión después de una difícil escalada. Terray declaró después de lograrlo: “nunca repetiré algo así”...

Pero es el verano de 1974, cuando se ruedan allí las escenas de escalada para el film de Hollywood ‘The Eiger Sanction’ –basado en la novela homónima de Trevanian–, en cuyo rodaje coincidieron, además de Clint Eastwood (el profesor Hemlock, en la película) y los alpinistas del equipo cinematográfico (Dougal Haston y Martin Boysen), los también expertos montañeros Reinhold Messner y Peter Habeler, que por entonces rondaban al ‘Ogro’, los que sí conseguirían su ascenso por su indomable cara norte.

De nuevo una película, ésta del director y guionista de cine Philipp Stölzl, recrea aquella fatídica expedición de 1936 –en la que en parte se inspiró Trevanian para su novela–, cuando, presionados por la propaganda nazi de la época, en la que el Alpinismo era deporte Olímpico, y que les urgía a conquistar el Eiger, una oscura madrugada de agosto se ponen en camino Andreas Hinterstoisser (Florian Lukas) y Toni Kurz (Benno Fürmann) para iniciar la ascensión de la ‘Nordwand’, seguidos de cerca por la cordada rival austriaca compuesta por Willy Angerer (Simon Schwarz) y Edi Rainer (Georg Friedrich). Con el fatal resultado conocido que nos recuerda la épica historia del Alpinismo.


Más información

Página web del film NORTH FACE

‘The Eiger Sanction’, BSO de John Williams


Bibliografía

‘The Eiger Sanction’, Trevanian

‘The White Spider’, Heinrich Harrer

‘The Beckoning Silence’, Joe Simpson

‘Eiger Dreams’, Jon Krakauer

miércoles, 21 de julio de 2010

Ryszard Kapuscinski, el último maestro


"El periodismo es un acto de creación". Ryszard Kapuscinski

Periodistas y escritores dialogaron en torno a la personalidad y la obra del reportero polaco.

Como la sombra de un ave, que alguno de los presentes, defensores a ultranza de Ryszard Kapuscinski, bien calificarían de “carroñera” –de hecho así fue secundado–, la polémica obra recientemente publicada sobre el periodista y escritor polaco fallecido en 2007, 'Kapuscinski Non-fiction', de Artur Domoslawski, en su planeo errático sobre el debate, apareció ocasional e inevitablemente para nublar la excelencia profesional de Kapuscinski, refrendada en las brillantes exposiciones de los ponentes congregados en el simposio celebrado los días 19 y 20 de julio, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de El Escorial, acerca de la trayectoria de este indiscutible maestro de periodistas.

El libro de Domoslawski –que, al parecer, se publicará en España el próximo mes de octubre– refiere las relaciones personales del escritor reportero y lo acusa de colaborar con el régimen comunista polaco y también de inventar hechos para sus crónicas.

Kapuscinski, galardonado en 2003 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, trabajó como corresponsal de la agencia estatal de noticias PAP entre 1959 y 1981 en zonas de conflicto y en países del Tercer Mundo, en una época condicionada por la guerra fría y por el ocaso del colonialismo. Pero esto no obsta para que, según Diego Carcedo, director del curso, que conoció personalmente a Kapuscinski en Angola, en el Hotel Trópico de Luanda, realizara siempre “un periodismo de la pesquisa, de la indagación profunda”. Ejerciendo de periodista individual y artesano en un entorno hostil; en el escenario mismo de la noticia, al que en ocasiones llegaba a lomos de una acémila, y del que realizaba descripciones únicamente geopolíticas.

Adam Michnik, editor de Gazeta Wyborcza de Polonia, matizó que las crónicas que Kapuscinski enviaba a los boletines oficiales de la Agencia Polaca de Prensa, aunque que esos días no tenían censura, era la PAP la que decidía lo que debía publicarse. Esos boletines han visto ahora la luz, y han sido estos boletines los que Domoslaski ha consultado en la Biblioteca Nacional.

“Kapuscinski asimiló las nuevas tecnologías y realidades sin renuncia a lo esencial”.

Sus principios deontológicos eran –y deben ser para un periodista, pues Kapuscinski sostenía que “los cínicos no sirven para este oficio”, y así titula uno de sus libros– escuchar, respetar, evitar el morbo, el ruido que desborda lo verdadero e interesante. Y la importancia del otro, el interlocutor, sin el que no hay relato. La humildad, y la voluntad de aprender; la empatía y la tolerancia. Con su labor quiso desplegar una cultura de paz.

A este interesante encuentro sobre la figura de Ryszard Kapuscinski, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, la cual, a través de sus ponentes, pretendía analizarlo desde cuatro puntos de vista, a saber: su faceta como viajero, su concepción del periodismo, su pulso literario y su identidad como polaco en tiempos de plena transición, asistieron, además de los citados, Agata Orzeszek, traductora al castellano de la obra narrativa de Kapuscinski; Francisco Sevilla, corresponsal de RNE en América Latina; Faustino Fernández Álvarez, periodista y escritor; Pedro González, ex director de Euronews; Bernardo Díaz Nosty, catedrático de la Universidad de Málaga y director de la cátedra UNESCO de libertad de expresión; Tomás Alcoverro, corresponsal de La Vanguardia en Oriente Medio; Joanna Karasek, directora del Instituto Polaco de Cultura; Fernando González Urbaneja, presidente de la APM; Alicia Gómez Montano, directora de Informativos no diarios de TVE; Alfonso Armada, periodista de ABC; Javier Fernández Arribas, director de Informativos y contenidos de Punto Radio; Ángeles Bazán, directora de Informativos de fin de semana de RNE; José María Ridao, escritor y periodista, y Enrique Barón, ex Presidente del Parlamento Europeo.


Enlace de interés

La agencia polaca de prensa crea el premio de periodismo 'Ryszard Kapuscinski'.


Fotografía de Ryszard Kapuscinski © Kubik

lunes, 28 de junio de 2010

El bebedor de absenta

Hace escasos días la casa Christie's de Londres vendía por algo más de 42 millones de euros el cuadro ‘El bebedor de absenta’, de Pablo Picasso. Retrato que hiciera el pintor a su amigo de juventud, borracheras y putas, Ángel Fernández de Soto.



Enmarcado en el periodo azul de Picasso –a pesar de la tonalidad verdosa, como la de la propia absenta–, el cuadro muestra a Fernández de Soto, colega de Picasso y compañero de correrías en burdeles de Barcelona, en 1899, en el conocido café Els quatre Gats, que en aquella época era centro de reunión de la bohemia barcelonesa –artistas y pintores modernistas– que, situado en la calle Montsió de esa misma ciudad, continúa siendo hoy día uno de los más simbólicos restaurantes de la capital. Para dar una idea, sobre los modernistas Josep Pla profirió calificativos tales como peludos, sucios o abandonados, practicantes del hirsutismo.

Pero la historia de este café se remonta al París de finales del siglo XIX, cuando Pere Romeu, que trabajaba allí como empleado del cabaret Le Chat Noir, regresa a Barcelona, e influido por aquel ambiente, decide crear una taberna que ofrezca comida a bajo precio y música de piano para amenizar a la clientela. Els quatre Gats fue inaugurado en 1897 gracias a la contribución económica de otros artistas como Ramón Casas, Santiago Rusiñol y Miquel Utrillo, constituyéndose así el cuarteto.

Dos años más tarde, en 1899, Pere Romeu editaba la revista ‘Quatre Gats’, que únicamente vio publicados quince números en su corto tiempo de vida. Ese mismo año Picasso se reunía en Els quatre Gats con Ángel Fernández de Soto, otro pintor al que, según Picasso, le gustaban más la bebida –en particular el ajenjo– y las fiestas que la pintura. Y de esa forma quiere inmortalizarle en su lienzo, sentado a la mesa con una gran copa para servirse el licor de alta graduación y propiedades visionarias.

A la casi alucinógena absenta –esta bebida alcohólica contiene tuyona, principio activo del ajenjo– en Francia la llamaban ‘Fée Verte’, es decir, ‘Hada Verde’, y estaba considerada como una fuente de ebria creatividad. Inspiradora de las obras de muchos pintores de la época, como ‘L´absinthe’, de Edgar Degas; o la alegórica de Albert Maignan, ‘Green Muse’, pasando por insignes absintheurs como Manet, Toulouse-Lautrec, Van Gogh o Gauguin, hasta el propio Picasso. Sin olvidarnos de poetas como Baudelaire, Rimbaud o Verlaine.

Y es que la absenta, desde la pintura o la literatura, ha traspasado las fronteras del lienzo y el papel para verse retratada también en el cine. En películas como ‘Total Eclipse’, dirigida por Agnieszka Holland –que aquí se tituló ‘Vidas al límite’ y que relata la tormentosa e insufrible relación entre Verlaine y Rimbaud–, o en ‘La leyenda del santo bebedor’, del italiano Ermanno Olmi, basada en la novela homónima de Joseph Roth, entre otras que tienen a esta singular bebida embriagante como aderezo o fuente de inspiración.


Un cuadro polémico

La pintura de Picasso ‘El bebedor de absenta’ se iba a poner a la venta en noviembre de 2006, en la casa de subastas Christie's de Nueva York, pero fue retirada de la puja por la propia fundación debido a una reclamación de los herederos del banquero judío Paul Mendelssohn Bartholdy.

Los herederos del banquero denunciaron que la obra había sido vendida a la fuerza en 1934, durante la época nazi, a un marchante berlinés, y exigieron que la subasta se sus-pendiera. La fundación Andrew Lloyd Webber arguyó que la obra había cambiado de manos al menos cuatro veces desde 1934 y había sido adquirida de buena fe al comprársela a su anterior propietario.

Hace dos años, un tribunal norteamericano pareció resolver la trifulca a favor de la fundación al enjuiciar que Julius Schoeps, sobrino nieto del banquero, no había demostrado que fuera el heredero legítimo, y poco tiempo después la fundación Andrew Lloyd Webber anunciaba el acuerdo definitivo con Schoeps y el resto de los herederos de Paul Mendelssohn Bartholdy para poder llevar a cabo la subasta, en la cual se esperaba que la puja superara los 40 millones de euros.


Enlace de interés

Guía rápida del absinthe en París

sábado, 19 de junio de 2010

La muerte de José Saramago


Hoy he desenterrado a Saramago. Estaba sobre mi mesa, traspapelado bajo una montaña de periódicos viejos, revistas y folletos varios; un cúmulo de papeles, cartas con datos pasados de fecha, recortes trasnochados y algún que otro libro.

Suelo conservar los artículos que han sido publicados en diarios o suplementos culturales de todo tipo por tiempo indefinido siempre que tengan para mí algún interés, por lo general, sobre temas literarios. Ayer, cuando me topé en Internet con la triste noticia de la muerte del premio Nobel de Literatura de 1998 José Saramago, sabía que estaba ahí. En alguna parte bajo ese totum revolutum de publicaciones impresas, reseñas literarias o notas de prensa.

Se trataba de una entrevista que apareció en El País, con fecha de 17 de octubre de 2009, cuyo enunciado rezaba la siguiente afirmación lapidaria del propio Saramago: “La muerte es la inventora de Dios”, a propósito de la publicación de ‘Caín’, su última novela editada por Alfaguara, y de su agnosticismo, como el manifestado en la novela ‘El Evangelio según Jesucristo’, con la que se granjeó una fuerte polémica sin precedentes en Portugal por “ofender a los católicos”.

En el citado artículo Saramago se lamentaba de que hubiera quien le negaba el derecho de hablar de Dios por no creer en él. A lo que el escritor a continuación apostillaba que “quería hablar de Dios por ser un problema que afecta a toda la humanidad”.

Ahora, al contrario de lo que ocurría en una de sus últimas novelas, ‘Las intermitencias de la muerte’ –en la que se envejece indefinidamente, sin que exista o se produzca la muerte–, con la suya se habrán despejado todas sus dudas, si es que en algún momento las tuvo. Mientras que a nosotros nos queda la triste certeza de su desaparición, pero también su magnífica obra y su gran humanidad, siempre com-prometida en contra de las injusticias sociales, los conflictos bélicos, el hambre o la pobreza.

Como a Lorca, lo busquemos o no, le encontraremos como hasta hoy y postreramente en todas las librerías y bibliotecas. De ese modo, una generación tras otra, su obra, su pensamiento y hasta su alma literaria permanecerán para siempre entre nosotros.

Gracias, maestro Saramago.


Enlace de interés

“La muerte es la inventora de Dios”, artículo de EL PAÍS.

lunes, 14 de junio de 2010

‘Las tres orillas’ de Daniel Mordzinski

El Instituto Francés de Madrid, bajo los auspicios de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), muestra ahora la personal galería de literatos del fotógrafo argentino Daniel Mordzinski, tras su paso por la Maison de l´Amerique Latine de París.

Afincado en París desde hace más de veinte años, Daniel Mordzinski ha recorrido el mundo con su cámara captando a través de su objetivo no sólo el instante preciso de luz y sombras, sino que, arrebatándole el alma en ese momento de sortilegio, la verdadera personalidad del retratado.

Sin que él aún pudiera saberlo, la primera fotografía de un escritor la realizó en 1978, cuando contaba 18 años de edad, trabajando como segundo asistente de dirección en el rodaje de una película de Ricardo Wullicher sobre el escritor Jorge Luis Borges. En aquella ocasión el ciego escritor se prestó a la solicitud de ser fotografiado por Mordzinski, no sin algún esfuerzo por entender las demandas de su improvisado retratista. Pero habiendo sido desechada por el fotógrafo, y olvidada en el tiempo, veinte años después, en París, el reencuentro con esa vieja instantánea del escritor y poeta argentino le reveló entonces que la magia de esa fotografía se hallaba en un halo de luz en el entorno y una mano anónima que se había colado en el encuadre, y que cuando fue hecha molestaba al autor. “Más adelante –declaró Mordzinski– tendría tiempo de confirmar que cada foto es un salto hacia lo desconocido, en el que factores imprevisibles modelan y matizan una identidad”.

Motivado por la lectura de la obra de otro compa- triota, ‘Rayuela’, de Julio Cortázar, Mordzinski había llegado a París en 1980, donde empezó a retratar con su personal estilo a clochards (vagabundos) junto a restaurantes que anunciaban sus menús en pizarras o escaparates. Lo que a pesar de ser un joven principiante, le valió el encargo de exponer en esa importante ciudad.

Fotógrafo habitual –si no oficial– del célebre ‘Hay Festival’, coincidí con él en el hall del Hotel Alhambra Palace, el pasado año, en la segunda edición de este festival celebrada en la ciudad de Granada, siempre al acecho del escritor de turno, como en esa ocasión fueron el Premio Nobel Orham Pamuk, Martin Amis, o nuestro Javier Cercas, entre otros muchos allí congregados. En un emblemático hotel que, por cierto, inaugurado por Alfonso XIII en 1910, este año celebra su centenario.

En esta singular colección de fotografías, titulada ‘Las tres orillas’, se puede ver a Vargas Llosa escribiendo sobre la cama junto a una vela, o a Gabriel García Márquez en una habitación de hotel, pero también al citado Cercas, Vila-Matas, Fajardo, Sepúlveda, Michon, Restrepo, Nothomb, Piglia, Padilla, Pennac, Matute, Cabrera Infante, Semprún, Lévi-Strauss, Gavalda...

“Retratos personales juguetones, divertidos: un pacto entre caballeros con tres condiciones: el máximo respeto, un margen para la sorpresa y la garantía de que puede no ser una obra maestra pero nunca será utilizada en su contra”, según las palabras del propio Mordzinski, la antítesis del “paparazzo”.

Más información

Instituto Francés de Madrid

Fotografía de Gabriel García Márquez © Daniel Mordzinski




domingo, 30 de mayo de 2010

Los conquistadores de lo inútil


Recién inaugurada la 69ª Feria del Libro de Madrid, un año más, escritores, editoriales y libreros nos presentan sus innumerables novedades, de entre las cuales este año se da mayor protagonismo a las obras de autores nórdicos.

Es justo reconocer lo poco considerado que está –quizá por ir destinada a un sector de lectores más minoritario que el público en general al que van dirigidas la inmensa mayoría de novelas, ensayos o poesía publicada– el género que ha venido en denominarse literatura de montaña.

Una temática que para algún autor nacional, gran admirador de Stanislaw Lem, como es David Torres, supuso su inicio en la escalada hacia la cima de su escritura, pues podríamos decir que su reconocimiento como escritor lo alcanzó con la novela 'Nanga Parbat', con la que obtuvo en el año 1999 el Premio Desnivel de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura.

La literatura de montaña es un género en el que, salvo el caso citado –en una ocasión el escritor me confesó que él nunca había sido montañero, si bien, como es sabido, ha colaborado como guionista para el programa de televisión 'Al filo de lo imposible'–, los autores, por lo general, son en realidad los auténticos protagonistas de las gestas alpinas referidas. Obviamente, su pasión por la montaña les lleva a narrar y documentar así al lector haciéndole sentir a él también la emoción de la aventura por ellos vivida.

Un brillante escritor en este campo es el experimentado montañero y explorador José Antonio Pujante, autor de numerosos libros de viajes y montañismo y uno de los pocos alpinistas en el mundo que han conseguido coronar las siete cimas más altas de los cinco continentes, incluidas las zonas polares. Plasmando en sus obras de forma elocuente y veraz las experiencias vividas en sus viajes y ascensiones a las montañas. Algunas de estas obras se encuentran publicadas en la vieja Editorial Juventud, fundada en 1923.

Pero, sin duda, en los años de juventud, para mí el autor de cabecera fue el surtirolés Reinhold Messner y aquel libro suyo titulado 'En los límites de la Tierra'. En él, en un escalofriante pasaje del libro, relata la muerte de su propio hermano cuando escalaban el Nanga Parbat, y cuya interesante lectura te impelía, más o menos modestamente, a pergeñar hazañas similares a las de este alpinista que en 1980 consiguió ser el primer hombre en ascender el monte Everest en solitario y sin ayuda de oxígeno suplementario; y no sólo con la imaginación, como ocurre con la mayoría de la literatura de salón, sentados en el confortable sillón de orejas, sino llevándonos de la afición a la lectura a la práctica deportiva, y viceversa.

Muchos otros engrosarían esta lista internacional de narradores de odiseas alpinas o viajeras, como por ejemplo el austríaco Kurt Diemberger. Uno de los dos únicos supervivientes en la trágica expedición al K2 de 1986, en la que Diemberger estuvo a punto de perder la vida en una caída que se produjo cuando descendían de la cumbre él y su compañera Julie Tullis, la cual moriría poco después, muy posiblemente a consecuencia de un edema pulmonar agudo.

Recuerdo ahora con claridad la mano curtida de Kurt Diemberger, a cuyos dedos les faltaban algunas falanges amputadas a consecuencia de la congelación, cuando tuve la oportunidad de estrechársela en una conferencia ofrecida en Madrid, a mediados de los noventa, con motivo de la publicación de uno de sus libros, 'Entre cero y ocho mil metros'.

Estos héroes de la montaña –o 'Conquistadores de lo inútil', como les llamaba Lionel Terray– han escrito con sus vidas la historia de este deporte desde que en 1760 Horace-Bénédict de Saussure, un científico de Ginebra, ofreciera un premio de tres guineas a quien fuese el primero en escalar la cumbre del Mont Blanc. Al fin, el día 8 de agosto de 1786, Jacques Balmat, un joven buscador de cristales, y el doctor Michel Gabriel Paccard, interesado en observar un barómetro a esa altitud, conseguían llegar a la cima.

Había nacido el alpinismo, y con él la literatura de montaña y sus protagonistas: Bonatti, Rebufatt, Whymper, Herzog…


Noticia de interés

El próximo martes 1 de junio, a las 17´00 horas, Reinhold Messner presentará en la Librería Desnivel la película ‘Nanga Parbat’.

Trailer del film ‘Nanga Parbat’


Más información

Librería y editorial Desnivel

'El Sendero del Chamán', prólogo de José A. Pujante

Página web oficial de la Feria del Libro de Madrid


Ilustración Lionel Terray fuente
skipass.com/photos/imagebank

domingo, 9 de mayo de 2010

La ‘Habitación en Roma’ de Medem

Basada en la cinta ‘En la cama’, del chileno Matías Bize, ‘Habitación en Roma’ es la última película del director Julio Medem. Una película que rebosa sensibilidad y sensualidad, no exenta de encanto y atractivo gracias a la belleza y simpatía andrógina de Alba (Elena Anaya), con la que ésta seduce a la guapa y complaciente Natasha (Natasha Yarovenko), a la que a menudo Alba llama “rusita”; y también, por supuesto, a Roma, la ciudad eterna, como marco y única panorámica parcial –si obviamos las imágenes de la ciudad vía satélite en Internet– visible desde la terraza de la habitación de hotel donde transcurre esta historia de amor cargada de erotismo explícito entre dos jóvenes y ardientes mujeres.

Todo ello gracias al buen trabajo que realiza Medem con la dirección de las actrices, y a su elección de los planos. En un espacio muy reducido, pero iluminados como si cada uno de ellos fuera un cuadro de Caravaggio. De hecho, el arte está muy presente a través de los cuadros que decoran la habitación, y los frescos del techo, que aún se conservan y que ya ensalzara lleno de admiración, junto a mármoles y esculturas de lo que en otro tiempo fuera Teatro de Pompeyo, Casiodoro, canciller romano, consejero y amigo del rey ostrogodo Teodorico.

Esto es así salvo por la luz de la aséptica secuencia de sexo en la ducha; el surrealista flechazo de Cupido en la bañera, o los luminosos planos finales del momento del alba y ese envidiable desayuno en el balcón de la habitación del histórico Hotel Teatro di Pompeo, ubicado junto a la Piazza Campo di Fiori: una zona de mercado (desde tiempos del pontífice Pablo II llamado Mercato della Grascia) donde habitualmente se montaban ferias y se llevaban a cabo las ejecuciones públicas. Restaurado completamente en 1988 –e identificado en el film como ‘HOTEL POMPEIO’–, está situado a pocos pasos también de la popular Piazza Navona, en Largo del Pallaro (el topónimo de esta pequeña plaza proviene de “Pallaro”, un ciudadano romano gerente de una especie de lotería medieval, similar al actual juego de la Loto), que a primera hora de una mañana de comienzos del verano de 2008 el sol ya empieza a iluminar.

Uno de los momentos más mágicos y agradables de un día de estío en la vieja y cálida Roma, pero también el de la inevitable despedida que tiene lugar poco después. Devolviendo a cada una de las mujeres al curso de sus anteriores vidas personales, que en adelante vivirán compartiendo el secreto de aquella apasionada e inolvidable noche de amor a la que ninguna de las dos jóvenes quiso renunciar.

Filmografía

2010 - Habitación en Roma
2007 - Caótica Ana
2003 - La pelota vasca, la piel contra la piedra
2000 - Lucía y el sexo
1998 - Los amantes del círculo polar
1995 - Tierra
1993 - La ardilla roja
1992 - Vacas
1988 - Martín
1987 - Las seis en punta
1985 - Patas en la cabeza
1981 - Si yo fuera un poeta
1977 - El jueves pasado


Más información

http://www.juliomedem.org/

Trailer musical de ‘Habitación en Roma’

Fotografía fuente página web oficial de Julio Medem

sábado, 1 de mayo de 2010

El regreso de ‘La Iguana’

El autor de ‘Cry for love’, un lamento desgarrado; ‘The Passanger’, el vaivén rítmico del pasajero; ‘Candy’, la adorable y amorosa; o su personal versión de ‘China girl’ –que en mi opinión supera la de Bowie, con quien la compuso–, ofreció anoche un concierto en Madrid que ha supuesto el esperado regreso de ‘La Iguana’ a los escenarios.

Después del afrancesamiento demostrado en 2009 con su ‘Préliminaires’, el disco cuyas canciones estaban inspiradas en la novela de Michel Houellebeq, ‘La possibilité d´une île’ (‘La posibilidad de una isla’, editada en nuestro país por Alfaguara) –el disco comienza con ‘Les feuilles mortes’ (‘Las hojas muertas’), de Jacques Prévert, cantada en francés cual chansonnier–, el famoso y controvertido escritor francés con quien mantiene una gran afinidad –véase si no su común amor por los perros, o también el sexo, las drogas y lo políticamente incorrecto–, la buena nueva fue que “La Iguana de Detroit”, es decir, James Newell Osterberg, más conocido en el mundo de la música como Iggy Pop, reeditaba su legendario ‘Raw Power’ grabado con los Stooges en 1973. Un disco que produjo David Bowie y con el que, según cierta polémica, Iggy Pop no estuvo del todo satisfecho con el resultado final de la grabación. De hecho, en 1997 ya realizó una remezcla de ‘Raw Power’ para una reedición de su compañía discográfica, pues él, al parecer, siempre había preferido un sonido literalmente más “crudo” y “poderoso”. Más en “carne viva”, fiel a su estilo precursor del punk, e imagen, la cual mantiene hasta hoy, aunque a la edad de 63 años (el pasado 21 de abril celebró su cumpleaños), sin gastar un dólar en camisetas que oculten su cuerpo todavía atlético ante su público.

De los temas de ‘Raw Power’ es memorable el oscu- ro ‘Gimme danger’, una canción de ritmo lento y pesimista compuesta junto con el guitarrista de los Stooges, James Williamson, para el que el concierto de anoche ha significado una histórica vuelta a los escenarios.


Más información
Se reedita ‘Raw Power’
Página web oficial de Iggy Pop
Portada de la revista ‘Technikart’
-
“A través de los perros rendimos homenaje al amor y a su posibilidad. ¿Qué es un perro sino una máquina de amor? Le ponen delante a un ser humano, le encargan la misión de amarlo y, por poco agraciado, perverso, deforme o estúpido que sea el ser humano, el perro lo ama…”. Iggy Pop

'King of the dogs', video. ‘King of the dogs’ , live version.
-
Fotografía fuente nvivo.es

viernes, 23 de abril de 2010

Sant Jordi y el dragón


El beato Jacopo da Varazze (Varazze, 1230 - Génova, 1298), también conocido como Santiago de la Vorágine, es el nombre del hagiógrafo dominico italiano autor de la Leyenda áurea o Leyenda dorada. Una obra que comenzó a escribir en el año 1250, y cuyo primer manuscrito no apareció hasta diez años después, dedicando treinta más a completar esta compilación de narraciones que inspiraron la iconografía pictórica de numerosos artistas de la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco.

Este conjunto de relatos hagiográficos (180 historias, según consta en el manuscrito más antiguo conservado, un ejemplar de 1282 que es parte del fondo de la biblioteca Estatal de Munich) se convirtió en uno de los libros más copiados durante la Baja Edad Media. Todo un “best seller” medieval del que, gracias a la invención de la imprenta, en el siglo XV fueron apareciendo numerosas ediciones impresas, de las cuales aún existen alrededor de un millar de ejemplares incunables.

Entre los personajes diversos que figuran en esta recopilación de leyendas piadosas con las que Jacopo da Varazze pretendía llegar al vulgo mostrando imágenes más cercanas que las complejas parábolas bíblicas, se encuentra Jorge de Capadocia (que la tradición traslada a Montblanc) y su célebre combate con el dragón, inspirador de la conmemoración en Cataluña del popular día de Sant Jordi.

Nacido en Capadocia, Turquía, en el siglo III, San Jorge era un militar romano que servía bajo las órdenes del emperador Diocleciano. Pero San Jorge se negaría a cumplir el mandato del emperador que le indicaba perseguir a los cristianos, y por este motivo martirizado y pronto venerado como santo. Surgiendo desde entonces fantásticas historias relacionadas con él.

Cuenta la leyenda que había en el reino un animal fabuloso que arremetía contra el populacho, por lo que los habitantes del lugar decidieron ponerle remedio entregando a una doncella cada día como tributo al dragón, para que fuera devorada por éste y así remitieran los ataques y otras represalias.

Un buen día le tocó a una hermosa joven que, voluntariamente, pretendía sacrificarse por el resto de los plebeyos.

Ya caminaba la joven resignada en dirección a la guarida de la bestia. Pero cuando iba a ser engullida por el dragón, apareció San Jorge y la salvó de sus fauces, hundiéndole su espada en el corazón. De la sangre derramada del dragón brotó un rosal de rosas rojas.

Por esta razón, en este día de Sant Jordi, como recuerdo inmanente a la Leyenda dorada, es costumbre en Cataluña que los hombres regalen una rosa a sus mujeres, y las mujeres a su vez un libro a los hombres. Siendo también por extensión el Día Internacional del Libro.
-
Cuadro de Paolo Ucello
'San Jorge y el dragón'

miércoles, 7 de abril de 2010

Trapiello y los 'Tejados rojos'


El pasado 5 de abril, el encargado de abrir el ciclo de conferencias ‘Diez impresiones’ fue Francisco Calvo Serraller, quien ofreció su impre- sión acerca de James Abbott McNeill Whistler y su obra ‘La madre del artista’.
-
El periodista, poeta, novelista, ensayista y editor Andrés Trapiello ha sido uno de los autores que disertan alrededor de la obra de los pintores impresionistas que en la actualidad se expone en la Fundación MAPFRE de Madrid, leyendo un texto sobre la semblanza del pintor Camille Pissarro, su obra y su tiempo; así como la de otros ineludibles coetáneos de obligada mención, haciendo principal hincapié en el cuadro de Pissarro elegido en este caso por el escritor leonés: ‘Tejados rojos, rincón de pueblo, efecto de invierno’.

Un cuadro que fue realizado por Pissarro cuando éste y Cézanne tenían por costumbre trabajar juntos, allá por 1865, sobre los mismos paisajes rurales, aunque desde perspectivas y personalidades distintas.

Pissarro –el único del grupo de los impresionistas que participó en las ocho exposiciones desde 1874 a 1886– presentó este cuadro en la celebración en París, en 1877, de la tercera exposición impresionista. Sin embargo, Cézanne no mostró su personal versión del ‘Vergel côte de Saint-Denis’, del periodo llamado de Pontoise en aquel despliegue de obras, beneficiándose Pissarro de la opinión de la crítica, que fue elogiosa. El crítico de arte, A. Descubes, escribió en la “Gaceta de las letras, de las ciencias y de las artes”, el 20 de abril de aquel año: “Bonito cuadro, una casita escondida en el bosque, que nos ha sorprendido por la firmeza y la sencillez de su pincelada”.

Trapiello también dilucidó en su charla que, al contrario de lo que había leído en algún site de Internet, Pissarro no “abandonó su hogar debido a la oposición de sus padres a que se convirtiese en artista”, pues fue su padre precisamente quien le pagó sus estudios de arte en París.
-
Las próximas fechas son:

Día 7: Luis Antonio de Villena. Édouard Manet y su cuadro ‘Stéphane Mallarmé’.

Día 8: Andrés Ibáñez. Jean-François Millet y ‘La primavera’.

Día 13: Gustavo Martín Zarzo. Pierre-Auguste Renoir, ‘El columpio’.

Día 14: Manuel Rodríguez Rivero. Paul Cézanne, ‘La casa del ahorcado’.

Día 19: Montserrat Domínguez. Jean-François Raffaëli, ‘La familia de Jean el Cojo, campesinos de Plougasnou’.

Día 20: Estrella de Diego. Berthe Morisot, ‘La cuna’.

Día 21: Ángeles Caso. Édouard Manet, ‘El espárrago’.

Día 22: Guillermo Pérez Villalta. Gustave Moreau, ‘Galatea’.

Todas las conferencias a las 19´30 h.
Fundación MAPFRE
Pº de Recoletos, 23
Madrid
-
Enlaces de interés



-
Fotografía Andrés Trapiello © Fernando Torres

domingo, 21 de marzo de 2010

Vila-Matas presentó ‘Dublinesca’


Se ha escrito mucho sobre el azar, la casualidad o las sorprendentes coincidencias que, quien más quien menos, todos hemos vivido alguna vez. Desde una perspectiva científica, como así lo hiciera el psiquiatra suizo Carl G. Jung, o en el ámbito de la literatura, como es el caso del escritor norteamericano Paul Auster, muchos han sido los que han reparado de forma especial en ellas; de una forma más cotidiana quizá, todos hemos sido o seremos alguna vez en nuestras vidas testigos de esas “sincronías del destino”.

Personalmente, la curiosa coincidencia metaliteraria que he tenido la ocasión de presenciar y vivir en carne propia se produjo el día 23 de diciembre de 2007. Estando en París, tomando un café en Les Deux Magots, cuando eran exactamente las 17´30 horas, vi entrar en el establecimiento, por la puerta del chaflán y acompañado de una mujer a la que no tengo el gusto de conocer (más tarde he sabido que se trataba de su mujer, Paula de Parma), al escritor catalán Enrique Vila-Matas.

En aquellos momentos yo leía El País del día anterior, es decir, el del sábado, pues lo había comprado en domingo debido a que, estando unos días de asueto en París, me había olvidado totalmente de hacerlo cuando correspondía. Lo encontré por casualidad en un quiosco de periódicos del bulevar Saint-Michel, y lo había comprado principalmente por el suplemento literario Babelia. Pero unas páginas más adelante, mientras daba un repaso a sus titulares, pronto comprendí, o supuse, que, sin duda, Vila-Matas estaba en París debido a una desafortunada razón: su editor francés, Christian Bourgois, había fallecido en París a los 74 años, como pude comprobar en el artículo del periódico que tenía entre mis manos en aquel instante.

Y es que, como dice el propio Vila-Matas, “hay episodios de nuestra vida dictados por una discreta ley que se nos escapa”.

Tiempo después, con ocasión de la presencia del escritor en Madrid para presentar su libro ‘El viento ligero en Parma’ (conjunto de relatos, ensayos y reflexiones sobre escritores, libros, anécdotas y ciudades), que editó Sexto Piso en 2008, le comenté que nos habíamos visto en dos ocasiones: primero, en la Complutense, con motivo de su coloquio sobre Marguerite Duras; y segundo, naturalmente, le hablé de nuestro casual, y para mí más que anecdótico, encuentro en París antes referido.

Sin embargo, Vila-Matas me aclaró que él tenía ya programado de antemano ese viaje a París con su mujer, antes de conocer la noticia del fallecimiento de su editor francés, Christian Bourgois. Si bien sabía perfectamente que padecía una enfermedad desde hacía algún tiempo, y estaba al corriente de su precario estado de salud. Coincidiendo las fechas de su estancia en la capital gala con la de la luctuosa noticia del fallecimiento. En un año infausto, por ser también el de la muerte del escritor Julien Gracq, el 22 de diciembre, es decir, el día anterior al de nuestro encuentro en Les Deux Magots, y que el escritor me recordó en aquella breve charla tras la presentación del libro en Madrid. Un libro en el que precisamente recoge de forma cotidiana sus impresiones acerca de escritores como Bolaño, Gombrowicz, Beckett, Pitol o Pessoa, entre otros.

El pasado día 18 de marzo, de nuevo en el foro de la Universidad Complutense de Madrid, en la sala de la biblioteca histórica Marqués de Valdecilla, en esta ocasión acompañado del escritor Ray Loriga, Enrique Vila-Matas presentó su última y esperada novela ‘Dublinesca’, editada ahora por Seix Barral, su nueva editorial tras la polémica marcha de Anagrama, al parecer por un “incidente”, como medio aclaró en el acto el escritor catalán.

En el turno de preguntas, al finalizar el coloquio, alguien del público formuló la consabida pregunta respecto a Herralde:

Pregunta: Maestro Vila-Matas, ¿el personaje de Samuel Riba, el del editor, está inspirado en su editor de toda la vida, Jorge Herralde?

Respuesta: Eso se ve claramente en la primera página del libro. Samuel Riba está arruinado y, que yo sepa, Jorge Herralde no.


Más información

Página web oficial de E. Vila-Matas


Enlace de interés

Enrique Vila-Matas and Paul Auster in Conversation


Fotomontaje: fotografías de
© Xavier Torres-Bacchetta
© Archives du 7eme Art/Photos/Alamy

sábado, 13 de marzo de 2010

El retrato de Amélie Nothomb

“Hay gente que nos tacha de provocadores, pero creo que más que una provocación, nuestras obras expresan una forma de ver la vida de forma más abierta y comprensiva. Nuestro trabajo se dirige a todo el mundo y trata de comprender las diferencias. Es un alegato por la tolerancia”. Pierre et Gilles.

El kitsch con reminiscencias “ouka leelianas” de Pierre et Gilles, ha sido elegido en esta ocasión para ilustrar con acierto la portada de la última novela de Amélie Nothomb, Le fait du Prince, editada en España con el título ‘Ordeno y mando’, en la que la escritora nos sumerge de nuevo en una original atmósfera entre kafkiana y absurda, para narrar una sorprendente historia de amor.

Una novela negra que empieza con un invitado asesinado en la casa del anfitrión, que curiosamente resuelve la situación haciéndose pasar por el muerto, y un misterioso consejo que alguien da durante la cena que allí se celebra:

“Si un invitado muere repentinamente en su casa, sobre todo no avise a la policía”…

Pierre y Gilles son dos fotógrafos franceses que llevan más de 30 años reinventando la fotografía popular con una estética que quiere ir más allá de lo kitsch. Para ello comenzaron rompiendo los moldes de la por entonces de moda fotografía en blanco y negro, dotando a sus fotos de un velo de irrealidad. Sus trabajos han sido destinados a campañas gráficas de diversa índole, desde la revista Playboy o Cover Arts, a portadas de discos de Amanda Lear, o los desfiles de moda de Thierry Mugler.

Abanderados del orgullo gay, han fotografiado a personajes de todo tipo, desde Serge Gainsbourg o la actriz Catherine Deneuve, a Madonna. Siempre con un estilo barroco y artificioso como lo es, por cierto, también la reciente fotografía de la española Ouka Leele, ‘El pequeño príncipe’. En ambos estilos fotográficos la práctica habitual ha sido siempre el retoque a mano, coloreándolas con pinceles, si bien en los últimos tiempos se viene empleando asimismo el tratamiento digital.

Sin tabúes ni límites –inspirados en el cine, la televisión o la música–, los elementos recurrentes en la fotografía de estos artistas van desde la utilería sadomasoquista, la imagineria del arte religioso o la iconografía marinera, al erotismo del burlesque.

Enlaces de interés
Fotografías de Pierre et Gilles
'Ordeno y mando' de Amélie Nothomb
Foto de Amélie Nothomb © Môsieur J.

jueves, 4 de marzo de 2010

Freya y 'El Anillo de Fuego’



Un terremoto de 8,8 grados Richter ha sacudido Chile y desplazado el eje de la Tierra ocho centímetros.

La naturaleza o Gea, o quizá la Gaia de J. Lovelock; la Pachamama de quechuas y aymaras, o la Madre Tierra –donde las gentes que habitan estos enclaves andinos viven con una gran espiritualidad–, ha mostrado aquí su colosal poder interior. Unas veces exhalando, a través de sus volcanes, gases, vapores, lava y materias ígneas, según sea su estado; pero otras, como ha sido en esta ocasión, de nuevo se convulsiona en forma de terremoto. En el perímetro geológico de la cordillera chilena, y a escasos días del gran cataclismo de Haití.

El llamado ‘Cinturón de Fuego’, situado en el Océano Pacífico, abarca las costas de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, todos los países centroamericanos (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala) México, los Estados Unidos, Canadá, luego dobla a la altura de las Islas Aleutianas y baja por las costas e islas de Rusia, China, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia, Australia y Nueva Zelanda.

En el Cinturón de Fuego del Pacífico convergen algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo. Las placas de la corteza terrestre se van hundiendo irre-misiblemente en otras placas, y este fenómeno va acumulando grandes tensiones que deben liberarse en forma de sismos. Según los geólogos, el 90% de la energía sísmica mundial se libera en esta parte del planeta.

Pero por muchas descripciones científicas que los expertos nos aporten, sólo quienes han vivido en sus carnes un terremoto, saben a ciencia cierta lo que es y lo que sus efectos suponen. La escritora chilena de poesía, Freya Hödar, ha padecido éste último sismo cuando se encontraba en Santiago, la capital de Chile, y así me lo relató de primera mano.


“La verdad, Fernando, las cosas que veo por mi región, mi ciudad, no son ni la mitad de lo que pudiera ser un impacto fotográfico, en el lugar geográfico donde hubo terremoto y maremoto, allí no quedó nada, ni puertos, ni playas, ni calles, ni casas, y el ambiente es de asco. Los peces que dejó el maremoto se pudren junto con los muertos a los que no se sabe donde darles entierro, pues hasta los cementerios han sido destrozados, los huesos de los muertos repartidos por todos sitios. Luego la pérdida de seres queridos que tienes a ojos vista, pero el dolor de los familiares de los desaparecidos es brutal, porque no tienes evidencia sino sospecha llena de ilusiones... Es brutal. Reos de las cárceles se escapan, viene luego la parte animal descerebrada del ser humano, el saqueo a mano armada, no sólo a supermercados, tiendas, etc, sino a los pobladores que cuidan las pocas pertenencias que rescataron y que duermen al lado de estas para no tener la sensación de haberte quedado sin nada de nada y luego se van a los barrios para asaltar las casas, es ahí donde entro a veces en pánico. A veces en las noches cuando siento ruidos me da miedo, aunque no soy miedosa. Y el corte de la energía eléctrica es constante, eso me pone nerviosa, pero en fin...

Vienen las enfermedades, pues no hay abastecimiento y el hambre te deja comer todo, lo podrido, lo que encuentras de la tierra, en fin, hasta los ratones hacen fiesta de miedo. Eso es en los lugares geográficos donde hubo terremoto y maremoto. Viña del Mar sólo sufrió terremoto, los edificios se “sentaron” vergonzosamente, se inclinaron hacia delante. Y ver las caras de la gente cuando los hacen desalojar sus departamentos, sin tener idea de adónde se van, dónde dejarán sus cosas, y quién les responderá algún día por sus propiedades…

Desde mi balcón veo todos los barcos cargueros a la deriva en medio del mar, el puerto está cerrado, una ola arrasó con maquinaria, es bonito el espectáculo, pero cuando sabes el porqué estremece. Es hermoso también ver cómo la juventud de las universidades coopera, se organizan para la ayuda voluntaria. Me he ido a inscribir a la Cruz Roja, pero es tanta la gente que desea cooperar que creo ha sido más bien un saludo a la bandera, pero al menos algo es algo.

Fallecidos hay 796 personas, es la cifra hasta el momento, pero falta mucho por encontrar y muchísimos desaparecidos.

El coletazo del maremoto en Viña del Mar produjo grandes marejadas, nada más, además en Viña del Mar fue grado 7.5°, en Santiago, que fue donde me pilló, fue 8.5°, ondulante y con un estremecedor ruido subterráneo

No hay abastecimiento aún, y se aprovechan, no aceptan cheques sino cash, suben los precios de todo, es decir da una ira que ni te digo, una impotencia bárbara y yo que soy mula doy la media vuelta y no compro nada, será hasta que me queden salchichas y huevos... Total me siento privilegiada después de ver tanto horror, horror que da miedo.

Un abrazo amigo, gracias por acompañarme”.


Un abrazo, Freya.


Enlace de interés

Poemas de Freya Hödar Nistal