domingo, 9 de diciembre de 2012

Premios Libros y Literatura 2012


Desde que Justin Hall, reconocido como uno de los blogueros pioneros, escribiera en 1994 su blog personal mientras era estudiante de la Universidad de Swarthmore, hasta hoy día los blogs en la Red han proliferado de manera notoriamente exponencial. Como ya es sabido por millones de usuarios en todo el mundo, el término blog, entendido también como una bitácora digital, cuaderno de bitácora o weblog, es un sitio web que va siendo periódicamente actualizado, recopilando de forma cronológica artículos o textos de uno o varios autores, y donde el autor conserva siempre la plena libertad de publicar lo que crea conveniente.

El moderno blog es una evolución de los llamados diarios en línea, donde la gente escribía sobre su vida personal, como si fuese un diario íntimo pero dándole difusión en la Red. Los temas o usos que se pueden dar a cada blog en particular son de todo tipo, véase el periodístico, empresarial o corporativo, político, educativo, tecnológico, etc. Pero de ellos una gran parte son los culturales y, más concretamente, los que versan sobre literatura, como es el caso que nos ocupa. Pues el portal Libros y Literatura promueve un interesante concurso para premiar a los blogs que traten esta materia más votados por los usuarios. El concurso tiene por objetivo promover los blogs literarios y valorar así las mejores reseñas literarias de la blogosfera actual premiando a sus autores. Las bases del referido concurso se pueden consultar aquí.

Mi modesta participación en este concurso lo hago con la reseña titulada ‘Bajo el sol. Las cartas de Bruce Chatwin’.

martes, 4 de diciembre de 2012

Bajo el sol. Las cartas de Bruce Chatwin


“Parece como si Chatwin estuviese narrando su vida: desde sus salidas en falso, los trabajos decepcionantes y sus escritos inéditos hasta los movimientos precipitados, las erupciones de tedio y sus caprichos. Estas cartas irrumpen con palabras cariñosas, explosiones de rabia y entusiasmos repentinos.” Paul Theroux.

Se edita ‘Bajo el sol. Las cartas de Bruce Chatwin’, uno de los escritores más enigmáticos del siglo XX, autor de libros ya clásicos pero inclasificables –si bien él establecería su reputación como escritor de viajes–, como ‘En la Patagonia’ o ‘Los trazos de la canción’, que se revelan como textos fantásticos donde Chatwin se mimetiza con los ambientes que observa en sus viajes hasta el punto de crear una realidad particular para los mismos. Como explica Nicholas Shakespeare en la introducción a esta recopilación de cartas, Chatwin era un personaje de sí mismo; el alter ego que aparece en sus obras es muy distinto del Chatwin que muestra en su correspondencia, publicada ahora tras veinte años de un meticuloso trabajo editorial a cargo de su viuda, Elizabeth Chatwin, con quien se casó a los 25 años tras haberla conocido cuando trabajaba en Sotheby’s, para sorpresa de muchos que lo conocían. Ya que Chatwin era bisexual y lo fue a lo largo de su vida de casado, una circunstancia que Elizabeth conocía y aceptaba.

Chatwin mantuvo la referida correspondencia con personajes tales como Paul Theroux, Patrick Leigh Fermor y James Ivory, desde lugares tan dispares como Afganistán, Grecia, Suecia, Turquía y África. En sus cartas se revela como un narrador de historias nato, apasionado de la vida –aunque inseguro sobre cosas tan íntimas como era su sexualidad–. Como diría Salman Rushdie: “Bruce apenas había empezado. Tan sólo vimos el primer acto.” Pues Chatwin moriría en Niza en 1989, a la edad de 48 años, a causa de haber contraído el SIDA. Por su condición de bisexual, fue uno de los primeros famosos afectados por el virus en Gran Bretaña y, aunque trató de ocultar su enfermedad, haciendo pasar los síntomas por una infección o los efectos del mordisco de un murciélago chino, lo suyo era un secreto a voces. No respondió bien al tratamiento médico y, con su estado de salud deteriorándose con rapidez, Chatwin y su mujer se irían a vivir al sur de Francia, a la casa del que una vez fue su amante, Jasper Conran. Allí, durante sus últimos meses de vida, Chatwin fue atendido por su mujer y por Shirley Conran.

Cuando murió el funeral se celebró en Londres el mismo día en que fue anunciada la fatwa contra Salman Rushdie, buen amigo de Chatwin. Paul Theroux, quien también fuera una vez amigo suyo y colega de letras, escribiría sobre la noticia de su muerte criticando a Chatwin por no reconocer que la enfermedad que le mataba era el SIDA. No obstante, el talento literario de Bruce Chatwin ha dejado algunas de las páginas más brillantes de la literatura contemporánea.


Enlace de interés

Comienza a leer el libro

Fotografía de Chatwin fuente Getty images