domingo, 24 de marzo de 2013

Periodismo online: ¿El futuro o una alegría pasajera?



Este fue el epígrafe de la mesa redonda que se celebró el pasado día 20 en la Casa de América de Madrid, y que contó con la participación de los periodistas Martín Rodríguez Pellicer (Plaza Pública), Cristina Manzano (Esglobal.es), Soledad Gallego-Díaz (El País), Alfonso Armada (ABC.com) y el moderador Ricardo Jonás González (jotdown.es)

Los ponentes de la mesa debatieron diferentes ideas, entre el perplejo optimismo de unos y el pesimismo entusiasta de otros, aduciendo que el periodismo tiene que adaptarse a los nuevos tiempos de la revolución digital, con todo lo que eso conlleva de perjuicio para la prensa tradicional, para la que ya pasaron sus días de gloria periodística. Tanto que para muchos ha representado su cierre, también el fin de las subvenciones públicas ha lastrado a muchos rotativos, si bien algunos diarios gozan todavía de buena salud, aunque a costa de los consabidos EREs, o contratando jóvenes periodistas con un menor sueldo y, claro está, gracias a la publicidad, que dependerá de la difusión que tengan los mismos.

Según Laurent Beccaria y Patrick de Saint-Exupéry, autores de Otro periodismo es posible. Manifiesto ‘XXI’ –texto al que aludió Alfonso Armada y que aparece publicado en su revista digital Fronterad, de la que es fundador–, Internet, además de instrumento técnico y medio de difusión, es también un mundo en expansión y en perpetua mutación. En este universo completamente enfocado hacia mañana se imponen a ritmo sostenido posibilidades técnicas desconocidas y nuevos objetos de uso inédito. “Cinco años en la red son prácticamente un milenio”, resume Bill Nichols, una de las figuras más destacadas del periodismo digital en Estados Unidos.

¿Y si estuvieran equivocados? ¿Y si la “conversión digital” fuera una trampa mortal para los periódicos? ¿Y si los directivos de la prensa mundial se equivocaron al invertir a diestra y siniestra en las aplicaciones, sitios web y redacciones multimedia? ¿Y si las fantasiosas cifras de páginas vistas y la extraordinaria concurrencia de los títulos de prensa transformados en “marcas mediáticas” fueran una estafa?... Estos son algunos interrogantes con los que se inicia el citado manifiesto francés, pero lo que es claro es que el periodismo debe seguir siendo libre, ético, riguroso, veraz y comprometido independientemente del medio en el que se divulgue. No obstante, es necesario saber hallar las fórmulas para reinventarse si se quiere alcanzar un buen número de fieles lectores entre tanta oferta mediática, y deberá seguir estando basado en dos principios básicos: la responsabilidad social y la veracidad informativa. Además, exigirán del profesional un continuo reciclaje y perfeccionamiento en su trabajo informativo. A los nuevos periodistas que emprendan ahora, tras su licenciatura, la tarea de informar creando nuevos proyectos periodísticos online, recordarles aquella frase atribuida a Jean Cocteau que rezaba así: “Lo consiguieron porque no sabían que era imposible”. El éxito nunca está garantizado, sin embargo la frase podemos aplicarla a muchos casos de profesionales que creyendo por encima de todo en su labor y estando firmemente convencidos de que es posible, consiguieron aquello que hasta el momento escapaba a las previsiones para el futuro o al menos a la capacidad del periodista: sueños imposibles que finalmente se vuelven posibles.


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