miércoles, 25 de febrero de 2015

Garry Winogrand, el fotógrafo callejero


“La fotografía debe ser más interesante o más hermosa de lo que fue fotografiado”. Garry Winogrand.

La Fundación MAPFRE acoge desde hoy hasta el 3 de mayo más de doscientas instantáneas del padre de la llamada “street photography”  (fotografía callejera).

Sin embargo, el fotógrafo estadounidense Garry Winogrand (1928-1984) diría al respecto: “Bueno, yo no voy a entrar en eso. Creo que ese tipo de distinciones y las listas de títulos como “fotógrafo de la calle” son tan estúpidos. Soy un fotógrafo, un fotógrafo todavía. Eso es todo”. Y es mucho, pues cuando Winogrand muere en Tijuana (México) a causa de un cáncer, dejaría más de 300.000 fotografías sin editar, muchas de las cuales ni siquiera había revelado. En concreto y tal como consta en un texto del director de fotografía del MOMA, John Szarkowski, publicado con motivo de una exposición en Nueva York: unos 2.500 rollos de película expuesta sin revelar, 6.500 rollos revelados sin contactos y 3.000 rollos cuyas hojas de contactos ni siquiera había mirado. Lo que hace un total de 12.000 rollos que Winogrand había expuesto pero no había visto en el momento de su muerte.

Y eso que su carrera como profesional de la fotografía fue tardía. En sus comienzos, allá por los años 50, se dedicaría a realizar encargos para revistas y periódicos. Posteriormente iría descubriendo que era en la calle y en los espacios públicos donde estaba todo lo que buscaba. “Cuando fotografío, veo la vida”, manifestaba al tiempo que impresionaba la película de su cámara con escenas cotidianas que reflejaban la condición humana. Con su personal estilo sentó las bases de la fotografía moderna convirtiendo la fotografía callejera en todo un género. En los años 60 revolucionó la fotografía hasta el punto de alcanzar el reconocimiento definitivo como arte. 

Más información

Garry Winogrand en la Fundación MAPFRE