sábado, 26 de septiembre de 2015

Emmanuel Carrère en el Hay Festival Segovia


La ya décima edición del segoviano Hay Festival, la cita cultural que reúne cada año a nombres destacados de la literatura, el periodismo o el pensamiento, contó ayer, día 25 de septiembre, con la presencia del celebrado escritor, guionista y realizador francés Emmanuel Carrère, quien fue entrevistado por el periodista Guillermo Altares en el aula magna de la IE University. La concurrida capilla del antiguo convento de Santa Cruz sirvió de acogida para dicho evento, el cual fue organizado con la colaboración del Institut Français.

El autor de ‘El adversario’, entre otras, conversó acerca de su última novela publicada recientemente en España, ‘El Reino’, en la que mezcla la historia de los orígenes del cristianismo con dosis de ficción narrada en primera persona. “Llevo 20 años escribiendo en primera persona y es por un escrúpulo moral, me gusta explicar de quién estoy hablando en un libro”, explicó. También añadió que desvelar demasiadas cosas en una novela es una tentación para él. Cuando uno escribe sobre uno mismo se valora más lo que se dice, sobre todo si es algo que conviene ocultar. Cuando escribió ‘Una novela rusa’ sí trasgredió esa norma y se extendió todo lo necesario, manifestó. En ‘El Reino’ sintió con claridad que en la narración era Lucas el Evangelista el que decía “yo”, y es él el que cuenta las cosas. Respecto a ese “yo escritor” en su último libro, Carrère confesó que lo hizo desde el cristianismo. Con el Nuevo Testamento, por ejemplo, leyendo textos de apósteles, como en concreto los de San Lucas, tuvo la sensación de que se le abría una puerta, y que el mismo San Lucas le hablaba. Si bien el autor galo se declara absolutamente agnóstico.

Preguntado sobre por qué ha permanecido el cristianismo como religión, explicó que “si uno es creyente es para él la fe la que justifica, como plan de Dios, que perdure en el tiempo”. “Cuando escribí ‘El Reino’ quería llevar al lector por la historia, pero haciéndole recordar que la religión no es tan obvia”. “Hay muchos cristianos católicos hoy día que piensan que esos dogmas están caducos. Aunque para algunas personas la fe da sentido a sus vidas”. “La conversión es la transformación total del individuo”.

En las páginas de ‘El Reino’ se entrelazan dos tramas y dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la fe en un momento de crisis personal debido a una complicada relación amorosa y el abuso del alcohol, y la historia de Pablo el Converso y de Lucas el Evangelista. Pablo, al caer del caballo que montaba, tiene una revelación mística y pasa de lapidador de cristianos a difundir la nueva fe que transforma los valores de los hombres. Y Lucas, que escribe la vida de Jesús y a través de él nos adentramos en los evangelios primigenios, tan diferentes a la idea del Apocalipsis que mantiene Juan. En estas dos historias sobre la fe que se entrecruzan se suceden multitud de personajes, peripecias y reflexiones: la serie televisiva sobre muertos que resucitan en la que participó Carrère como guionista, la canguro ex hippie y amiga de Philip K. Dick a la que contrata, los bolcheviques con los que compara a los primeros cristianos, eruditas visiones sobre las fuentes originales del cristianismo, la desaparición del cadáver de Jesús y su ¿resurrección?... Lo que a Carrère le interesa del cristianismo es su mensaje transgresor contra lo establecido y la fe desmedida. Un libro que, sin ser en absoluto blasfemo según sostiene su autor, es provocador e indaga sobre una religión que nos habla del dogma, la duda, la redención y el abrazo a la fe. Una obra con visos de novela de aventuras, biografía y crónica histórica a la vez.


Enlace de interés

Página web oficial del HAY FESTIVAL SEGOVIA

Fotografía de Emmanuel Carrère © Fernando Torres

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La ‘Metamorfosis’ de Van den Horst


Nacido en Amersfoort (Holanda) en 1960, la misma ciudad que vio nacer al célebre pintor vanguardista, Piet Mondrian, Josephus van den Horst es un original artista pictórico que, tras pasar muchas penurias en su Holanda nativa, decide trasladarse a España a finales de 2004, sin que aquí las cosas le fueran mucho mejor. Sin embargo, él califica a todos estos años de experiencias y pintura como su “viaje creativo”, en el cual nunca se ha visto falto de ideas nuevas que plasmar en los lienzos. Y para ello emplea siempre la técnica de acrílico sobre tela, en un proceso de creación que atribuye a la “energía negra del Universo”. Como “un viaje místico sin dios”.

Después de unos años de laborioso trabajo en silencio, Van den Horst presenta ahora en Madrid la serie ‘Metamorfosis’. Un conjunto de pinturas que tiene algo de interacción tanto en el proceso de creación como en la sensibilidad para reflejar esa energía que confiere a su obra un acento sorprendente.

“Todavía creo que la creatividad puede mejorar el mundo y su cultura, y ojala yo pueda contribuir a ese movimiento con esta exposición que ahora comparto con vosotros”.

Cuando comenzó a pintar en España después de años de dibujar, durante el viaje y el tiempo sin techo en la calle, tuvo sólo pequeñas habitaciones. Es por eso que las dimensiones de algunos de sus cuadros son también menores. Empezaba con el concepto que le permitía interaccionar, con ritmo, tanto las formas racionales como los rectángulos, con formas más emocionales, formas orgánicas, para así obtener una imagen completa. Las siluetas antropomórficas podrían recordar en ocasiones a las del artista norteamericano Keith Haring; o también a las de los habitantes originales de Australia, cuyas pinturas muchas veces tienen como tema inspirador el viaje o un sueño.

En los últimos años las formas orgánicas llegaban a ser aves, peces, y fetos (en el estado de sueño). Y otra vez llegaba a la interacción de las formas racionales y orgánicas abstractas. Luego surgían las mariposas y las figuras danzantes en la serie ‘Metamorfosis’, las cuales también evolucionaban desde las formas orgánicas abstractas. 

“Me gusta dedicar la exposición a la ministra holandesa Els Borst, quien después de una carrera muy contributiva fue asesinada en 2014 a una edad activa de 81 años”.

Inaugurada el pasado día 15 de septiembre, la exposición se podrá visitar hasta el 16 de octubre en el Centro Cultural Eduardo Úrculo, situado en la Plaza Donoso nº 5 de Madrid.


Enlace de interés

Josephus van den Horst en Google+

lunes, 7 de septiembre de 2015

El “pope” Franco Battiato, por fin en Madrid


Anoche el gran maestro siciliano dirigió su mística musical desde un cómodo púlpito a sus dos mil feligreses congregados en Madrid. Durante casi todo su concierto en el Circo Price, nos cantó sentado sobre una exótica alfombra que cubría una confortable peana. Tras la suspensión de su concierto de mayo por una rotura de fémur, el músico italiano presentó así su último trabajo, el álbum ‘Joe Patti’s experimental group’. Un proyecto musical en el que adopta este pseudónimo para explorar nuevos horizontes sonoros con ayuda de la electrónica.

Sin embargo, el concierto resultó muy sinfónico comparado con los temas de sus discos grabados en estudio. En esta ocasión, Battiato se hizo acompañar únicamente por un cuarteto de cuerda, que se mantenía con frecuencia en una penumbra azul, envueltos en una sutil bruma que se diría que fuera la de un incienso litúrgico, y dos teclistas, el piano clásico de su director musical, que alternó en ocasiones con algún sintetizador, y un órgano eléctrico, que también aportaba los ritmos en el extremo opuesto del escenario.

El concierto comenzó con la emocionante ‘La sombra de la luz’. Más tarde su público se entusiasmó con los temas cantados en español como ‘Irrestistible reclamo’, del disco ‘Ábrete Sésamo’, entre otros. A sus setenta años continúa conectando con el auditorio con una voz que, sin ser potente ni brillante, imprime su personalidad a cada estrofa, narrando hermosas y variadas historias de corte culto o espiritual en las que derrocha imaginación y creatividad fruto de su convulsivo mundo interior. Battiato sigue siendo un polifacético artista (cantautor, músico, director de cine y pintor), un auténtico hombre del Renacimiento.

Finalmente, el Maestro hizo dos bises. En el primero cantó la emotiva ‘L’Animale’. El segundo bis fue un apoteósico colofón en el que interpretó ‘Voglio Vederti Danzare’, ‘Cucurrucucú’ y ‘Centro de Gravità Permanente’, para lo que ya estaba en pie e hizo algunos de sus característicos movimientos danzantes.


Más información

Página web oficial de Franco Battiato

Fotografía de Franco Battiato © Fernando Torres