Hoy la capital de Francia ha
reunido en una emocionada manifestación a decenas de líderes de distintos
países, al frente de la cual, entre otros, estaba el Jefe del Estado, François
Holland. La marcha ha congregado en las calles de París a más de un millón y
medio de ciudadanos en contra del ataque yihadista perpetrado el pasado 7 de
enero en la Redacción del semanario satírico francés, Charlie Hebdo, con sede
en el 10, Rue Nicolas Appert, en el que fallecieron doce personas además de resultar
heridas de gravedad otras cuatro.
La multitudinaria manifestación por
la libertad de expresión y en contra del terrorismo transcurrió en buena parte
por el Boulevard Voltaire. Nadie mejor que el escritor y filósofo francés ha
representado en la historia de este país valores como la justicia y la
libertad. De hecho, se le ha citado hoy en algún medio de comunicación: “No comparto lo que dices, pero defenderé
hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Sea o no una cita apócrifa, lo
cierto es que Voltaire se caracterizó por su tolerancia y defendió la
convivencia pacífica entre hombres de distintas creencias y religiones, al
contrario que, por ejemplo, Montesquieu con el que discrepaba acerca del
derecho legítimo de los pueblos a la guerra.
El yihadismo ha declarado
abiertamente la guerra a Occidente, y en este caso se ha cobrado la vida de
unos columnistas franceses que, según ellos y hoy refrendados por toda Francia, ejercían
su derecho a la libertad de expresión. Por ello su último director, Stéphane
Charbonnier, ya estaba amenazado de muerte con anterioridad. A lo que en vida
éste manifestó que prefería morir de pie que vivir de rodillas. En la noche del
1 al 2 de noviembre de 2011, el semanario Charlie Hebdo fue atacado por
presuntos islamistas radicales con un cóctel Molotov. Una semana más tarde, el
periódico satírico publicó en portada una viñeta en la que un musulmán y un
dibujante de Charlie Hebdo se besaban en la boca, con la leyenda “El amor es más fuerte que el odio”.
La comunidad islámica de París ha
repudiado los últimos atentados y han sido muchas las muestras de condolencia y
ofrenda de flores o velas a las puertas del semanario parisino. Otro tanto ha
ocurrido en diversos países del mundo; también en varias ciudades españolas como
Madrid, donde cientos de personas, incluyendo numerosos musulmanes, miembros de
la comunidad judía y ciudadanos franceses han acudido a dos concentraciones, en
la Puerta del Sol y en la Plaza de Atocha. Los asistentes portaban los ya
conocidos carteles en los que se leía “Je suis Charlie”.