viernes, 30 de diciembre de 2022

The Independent Photographer Awards

Finaliza el plazo de presentación de fotografías para la convocatoria mundial ‘PEOPLE’ de los premios que otorga The Independent Photographer.

El jurado de este concurso fotográfico lo componen artistas de renombre internacional de algunas de las más prestigiosas agencias como Nikos Economopoulos de Magnum Photos, Ed Kashi de VII AgencyCarol Körting de LFIMaggie Steber de National Geographic, Peter DiCampo de The Everyday Projects, Reza de Webistan Photo Agency, Franck Ferville de la Agence VU’, Alessia Glaviano de Vogue, Magdalena Herrera de GEO, o el fotógrafo Steve McCurry.

Todos ellos coordinados con un juez, que en este caso es la fotógrafa Fiona Shields, que cuenta con una experiencia de más de veinte años en la edición de imágenes en diversos periódicos. Shields fue directora de fotografía de The Guardian durante diez años antes de asumir el cargo de jefa de fotografía para The Guardian News and Media Group. A lo largo de su carrera, ha estado involucrada en la cobertura de algunas de las noticias más históricas de nuestro tiempo, incluidos los eventos que rodearon el 11 de septiembre, los diferentes conflictos mundiales, los desastres naturales a gran escala y las crisis humanitarias resultantes del creciente número de refugiados en todo el mundo.

Además, Shields ha dado conferencias en importantes festivales de fotografía, ha sido mentora para estudiantes de fotoperiodismo y ha disfrutado de ser juez en los Sony World Photography Awards, el Taylor Wessing Portrait Prize y los Renaissance Photography Awards, entre otros. En 2019 se incorporó al jurado del Premio Carmignac de Fotoperiodismo. También es una nominadora regular para el prestigioso Premio Prix Pictet.

Los autores seleccionados tendrán la oportunidad de ver sus trabajos impresos y publicados en el fotolibro anual como parte de Talent Edition. La organización de The Independent Photographer presentará a los fotógrafos participantes premiados y finalistas en una colección única con sus trabajos fotográficos que estará disponible para su compra y distribución en todo el mundo.

Asimismo, The Independent Photographer imprime y exhibe el trabajo de los ganadores del primer, segundo y tercer premio de todos los concursos realizados en los últimos 12 meses. Esta exposición estará producida en colaboración con la CLB Gallery de Berlín.

La comunidad de fotógrafos que envíen sus trabajos podrán tener la oportunidad de difundir sus fotografías en la galería digital permanente con su propia página portfolio, que incluye una galería de imágenes y proyectos fotográficos.

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The Independent Photographer.

Fotografía ‘Clown Girl’ © Fernando Torres

jueves, 8 de diciembre de 2022

La experimentación en ‘Visiones expandidas’

CaixaForum presenta una selección de obras de artistas tan diversos como Man Ray, László Moholy-Nagy, Dora Maar, Maurice Tabard, Roger Parry, Sara Cwynar, Pol Bury o Gilbert & George.

Un recorrido desde los inicios de la experimentación fotográfica a partir de más de 170 imágenes de la colección del Musée National d’Art Moderne – Centre d’Art Georges Pompidou, estructuradas en seis secciones temáticas: Luces, Movimiento, Alteraciones, Recrear mundos, La visión a prueba y Anatomías.

A principios del siglo XX, dadaístas, surrealistas y constructivistas exploraron los límites del lenguaje fotográfico como un medio para plasmar el espíritu de los tiempos modernos. Imágenes abstractas, fotomontajes o fotogramas obtenidos sin intervención de la cámara permitieron expresar las inquietudes formales, sociales y políticas del momento. Desde la segunda mitad del siglo XX, la experimentación fotográfica sigue desdibujando los límites entre pintura, escultura, cine y performance.

En el marco de esta exposición de artistas que con su fotografía alcanzaron nuevos horizontes creativos, además hay programadas actividades paralelas como es la conferencia  ‘El collage y el montaje’, a cargo del artista gráfico Kensuke Koike (Nagoya, 1989). 

La experimentación fotográfica se ha practicado desde principios del siglo XX, cuando las vanguardias históricas desafiaron los lenguajes artísticos tradicionales. Actualmente, artistas como el japonés Koike, emplean el collage en su proceso artístico para resignificar, desde el juego y el humor, imágenes antiguas que, en sus manos, cobran una segunda vida. En su conferencia, Koike mostrará cómo entiende la fotografía como objeto y cómo la manipula para imaginar nuevas narrativas. Sus fotografías “renovadas” desafían las expectativas del espectador con nuevas asociaciones que revelan humor, curiosidad, absurdo y belleza. Su obra ha sido expuesta internacionalmente en galerías como la Postmasters Gallery (Nueva York), The Photographers' Gallery (Londres) o la IMA Gallery (Tokyo). 

Otra actividad programada es la mesa redonda ‘De la superficie fotosensible a la pantalla’, en la que participarán los artistas Daniel Canogar, Miguel Ángel Hernández y Almudena Romero. Los límites de lo fotográfico se han cuestionado también desde el ámbito digital, que ha sumado nuevas posibilidades de expansión del medio. En este acto, se debatirá en torno a los procesos creativos que exploran el tránsito entre la fotografía química y la pantalla.

La obra de Daniel Canogar gira en torno a una reflexión sobre la memoria y su pérdida. Para ello, el artista se ha sumergido en chatarrerías y mercadillos en busca de ejemplos de tecnologías obsoletas que reaviva y activa en una investigación que analiza su papel como depositarias de nuestros recuerdos. Especializado en fotografía, busca generar un diálogo entre el pasado analógico y el presente digital, así como romper los límites de la pantalla y crear instalaciones tridimensionales que conceptualicen los nuevos medios como la escultura. Su obra ha sido expuesta en museos de todo el mundo, entre ellos, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), la bitforms gallery (Nueva York), el Museo Alejandro Otero (Caracas) o la Kulturhaus Center for Contemporary Art (Linz).

Miguel Ángel Hernández es escritor y crítico de arte. Es profesor titular de Historia del Arte y ha sido director del Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo (CENDEAC) de la Región de Murcia. También es miembro del colectivo curatorial 1er Escalón. Entre sus ensayos, destacan El arte a contratiempo: historia, obsolescencia, estéticas migratorias (2020) y Materializar el pasado: el artista como historiador (benjaminiano) (2012). Ha publicado las novelas Intento de escapada (2013), El dolor de los demás (2018), y Anoxia (2023), entre otras.

La artista visual Almudena Romero experimenta con procesos fotográficos para reflexionar sobre cuestiones relacionadas con la identidad, la representación y la ideología. Sus obras se centran en cómo la percepción afecta a la existencia y cómo la fotografía contribuye a organizar la percepción. En su práctica artística también investiga la materialidad de la fotografía y la sostenibilidad, a través de la recuperación de técnicas fotográficas primigenias del siglo XIX. Su trabajo ha sido expuesto internacionalmente en museos como el Victoria and Albert Museum (Londres), la National Portrait Gallery (Londres), Le Centquatre (París), o festivales como Les Rencontres d'Arles (Francia).

Por último, el taller ‘¿Cuántas vidas puede tener una fotografía?’ permitirá a los participantes experimentar con las fotografías que forman parte del Archivo Rastro, un proyecto de recuperación, catalogación y preservación de imágenes encontradas en el Rastro de Madrid, mercado de segunda mano habitualmente puesto en manos de artistas para que lo intervengan y resignifiquen. Este proyecto, que guarda la memoria de fotografías que algún día fueron descartadas y olvidadas por sus propietarios, contiene un sinfín de relatos posibles que aún quedan por escribirse.

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CaixaForum Madrid.

Fotografía ‘Praying Garden’ (1982) © Gilbert & George

martes, 15 de noviembre de 2022

Paris Photo celebró su 25ª edición

Con 34 editoriales presentes, 400 firmas, una serie de conversaciones en torno al libro fotográfico, una performance y el décimo aniversario del Prix du Livre Paris Photo - Aperture, el sector editorial continúa su trayectoria ascendente.

Rechazado durante mucho tiempo por instituciones y ferias, el libro ha adquirido un lugar central en el mundo fotográfico durante la última década, como señala Géraldine Lay, editora de Actes Sud: “Ahora tenemos sistemáticamente secciones dedicadas a la edición en ferias dedicadas a fotografía. Hace unos años esto no hubiera sido posible. Esta es la señal de un dinamismo bastante prometedor”.

Paris Photo no es una excepción a esta creciente influencia del libro. Este año, 34 editoriales de nueve países fueron invitadas a presentar sus creaciones. Entre ellos, cuatro recién llegados, incluida Datz Press, una casa surcoreana que publica libros poéticos y bellamente elaborados o France PhotoBook, que destacó las selecciones eclécticas de cuatro editoriales: Contrejour, Light Motiv, Loco y Éditions de Juillet.

En cuanto a las editoriales ya presentes en ediciones anteriores, destacar la finísima selección de la británica Stanley/Barker con las obras de Joan Albert, Dave Heath, Thomas Boivin, Jack Lueders-Booth y Mimi Plumb. También al otro lado del Canal, Mack Books presentó, entre otros, los últimos libros de Talia Chetrit y Alessandra Sanguinetti.

En Francia, Marsella parece ser el nuevo Eldorado de la edición independiente. Le Bec en l'Air, André Frère, Loose Joints y Chose Commune: todas exhibieron obras admirablemente pensadas, ya sea Broken Spectre (Loose Joints), la serie magnética de Richard Mosse sobre el colapso de la selva amazónica o Meeting Sofie de Snezhana von Büdingen -Dyba (Le Bec en l'air), un himno tierno y bucólico a una adolescencia vivida bajo el signo de la diferencia.

Los lituanos Kaunas, por su parte, hicieron una necesaria referencia a la actualidad, rindiendo homenaje a Ucrania a través de una selección de libros heterogéneos, desde los más clásicos, con especial Teoura, un monográfico sobre las fotografías de los años 30 de Sophie Jablonska, hasta los más producciones singulares, como la cómica Out of the Blue de Kirill Golovchenko. El país también fue distinguido en la selección del Premio del Libro, ya que seis libros sobre Ucrania recibieron una mención especial del jurado.

Coorganizado por la Fundación Aperture y Paris Photo, el Prix du Livre celebró su décimo año con esta edición. Y mientras unos hacían cola para acceder a la Sala VIP de Ruinart, otros hacían estampidas esperando el anuncio de los ganadores: el premio del Primer Libro fue otorgado a Sabiha Çimen por Hafiz (Red Hook Editions), su sensible proyecto sobre las escuelas coránicas en Turquía.

El Libro del Año fue para la famosa serie Périphérique de Mohamed Bourouissa (Loose Joints) mientras que el Premio Catálogo del Año fue para Devour the Land: War and American Landscape Photography since 1970 de Makeda Best (Harvard Art Museums), una exploración de respuestas fotográficas al impacto militar en tierras americanas. También recibió una mención especial el espléndido trabajo de Tokuko Ushioda, My Husband (Torch Press).

Ante este torbellino de páginas e imágenes, resultaron saludables los momentos suspendidos que ofrecía la performance Chemical Library de Thomas Mailaender, el encuentro con los fotógrafos en torno a las firmas o las conversaciones organizadas por The Eyes. Tres tardes se dedicaron a estas fascinantes charlas en las que un fotógrafo habló de su trabajo a través de uno de sus proyectos editoriales.

Con una selección variada y de alta calidad, que exhibe tanto casas consolidadas como jóvenes, el sector editorial de Paris Photo refleja el interés cada vez mayor por los libros, y casi le roba el protagonismo al resto de la feria.

Este año, el Catálogo fotográfico de la Paris Photo ha estado disponible en formato digital para su descarga gratuita desde su sitio web, descubriendo los aspectos más destacados de esta 25ª edición, que en esta ocasión se anunció por toda la ciudad con el cartel en el que se veía a un saltarín Edward Steichen fotografiado así por Philippe Halsman en 1959, cortesía de Magnum Photo.

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Site oficial de Paris Photo 2022.

Fotografía exposición Paris Photo © Fernando Torres

domingo, 16 de octubre de 2022

‘Los Americanos’ de Robert Frank

Casi por las mismas fechas del Día Internacional del Fotolibro, que celebramos el pasado 14 de octubre, aparece la esperada reedición en español del mítico libro de Robert Frank.  

Robert Frank (1924-2019) fue un fotógrafo suizo que obtendría también la nacionalidad estadounidense. Su obra cumbre, The Americans, se gestó durante los años 1955 y 1956 y no tardó mucho en convertirse en el libro de fotografía más influyente del mundo. 

Concebido casi a modo de road movie y gracias a la concesión de una beca Guggenheim de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, Robert Frank recorrió las carreteras de 48 estados tomando fotografías de todos los estratos de la sociedad. El proyecto había nacido a raíz de su relación con la llamada beat generation y tras coincidir con algunos personajes inspiradores como fueron los fotógrafos Bill Brandt y Walker Evans o el poeta Allen Ginsberg.

Cuando regresa a Nueva York en 1957, Frank conoce al escritor Jack Kerouac en una fiesta a la que habían asistido poetas y beatniks y le muestra la serie de fotografías de su viaje. Durante esos dos años en la carretera, Robert Frank tomó 28.000 instantáneas de las cuales selecciona 83 para su publicación en The Americans. Kerouac, que se prestaría gustoso a escribir la introducción a la edición estadounidense del libro, escribiría: “Después de ver las fotos no sabes qué es más triste, una máquina de discos o un ataúd”. El escritor beat sentía afinidad con el interés de Robert Frank por documentar los contrastes entre el optimismo de la década de 1950 y las realidades de las diferencias raciales y de clase.

Sin embargo, este emblemático trabajo de Robert Frank, que con el tiempo ha pasado a ser considerado el libro de cabecera de todo aspirante a fotógrafo documentalista, en un principio tuvo sus dificultades para ser publicado en Estados Unidos y es en 1958 cuando aparece la primera edición en París publicada por el editor Robert Delpire.

En este documento visual se pueden ver escenas como un desfile en Nueva Jersey, un funeral en Carolina del Sur, escaparates de Washington, un cóctel en Nueva York, carreteras de Idaho, un picnic en California, Arizona, Tennessee, Utah, etc. Una colección de instantáneas que más de cincuenta años después de su publicación mantienen toda su fuerza e interés.

Robert Frank cambió la naturaleza de la fotografía, lo que podía decir y cómo podía decirlo. Por eso ‘Los Americanos’ probablemente seguirá siendo el fotolibro más influyente del siglo XX en el mundo. 

Más información

Robert Frank, ‘Los Americanos. La Fábrica.

Fotografía Tranvía. Nueva Orleans © Robert Frank

sábado, 1 de octubre de 2022

El Madrid vintage de las pinturas de Avia

La Sala Alcalá 31 presenta la primera gran retrospectiva en 25 años de la artista Amalia Avia, una cronista visual de un Madrid vintage que despierta esa nostalgia que evoca el paso del tiempo.

Amalia Avia (1930-2011) nació en Santa Cruz de la Zarza (Toledo), un pequeño pueblo manchego donde pasaría sus primeros años de infancia, viviendo su primera juventud alternando entre el pueblo y Madrid, marcada por el dolor de la guerra. Su formación artística y trayectoria como pintora comienza en los años 50 en el estudio que el artista Eduardo Peña tiene en la capital. En esos años empezaría a conocer a muchos de sus amigos y posteriores compañeros de generación como serían: Esperanza Parada, Antonio López, Isabel Quintanilla, Julio López Hernández, Carmen Laffon y, sobre todo, Lucio Muñoz, con quien se casa en 1960.

Su primera exposición tiene lugar en 1959 en la Galería Fernando Fe de Madrid. A partir del año 1964 pertenece a las legendarias galerías Juana Mordo y Biosca. Desde 1993 la Galería Juan Gris se convierte en la sede fundamental de sus exposiciones en la capital. En sus pinturas se pueden ver las calles, tapias o portales y las fachadas de los antiguos comercios de Madrid desde un punto de vista cercano y casi palpable. Se trata de una pintura que transmite la sensación de los relieves. Para conferir al cuadro esa textura tan particular, Avia aplicaba una capa de aguarrás a toda la pintura para después exponerla a fuego.

Fue una pintora muy prolífica, se calcula que pudo llegar a pintar cerca de dos mil cuadros. Sin olvidar el archivo fotográfico que para ello fue conservando, fotografías de las que se valía para después realizar las pinturas y que muchas veces unía o superponía para tener una visión más angular del sujeto.

Etiquetada como pintora realista, el realismo para ella era ser capaz de reflejar “la huella de lo humano”. Incluida en el grupo conocido como “realistas de Madrid”, participó en numerosas exposiciones en torno al realismo español por todo el mundo. La gran exposición antológica sobre su obra la realiza en 1997 el Ayuntamiento de Madrid en el Centro Cultural de la Villa. En ella le fue concedida la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid.

La exposición ‘Amalia Avia. El Japón en Los Ángeles’ reúne más de un centenar de piezas de una amplia panorámica de su producción artística marcada, por una parte, por las obras de exteriores y edificios emblemáticos de diferentes barrios de Madrid y, por otra, por los interiores de diferentes estancias y la reproducción de objetos cotidianos. Obras en las que se puede ver la intención de Avia de reflejar la huella de lo humano, de esas vidas anónimas que tanto la atraían.

Más información

Museos y Exposiciones. Sala Alcalá 31.

Pintura ‘La Bobia’ © Amalia Avia

miércoles, 14 de septiembre de 2022

Muere en París el fotógrafo William Klein

El gran artista estadounidense, célebre por su personal estilo transgresor e innovador con que fotografió las calles de Nueva York, París o Roma, falleció el pasado sábado en París a los 94 años.

Durante estos días William Klein tenía una importante exposición retrospectiva en el ICP (International Center of Photography) de Nueva York, que había comenzado el 3 de junio y cuya clausura estaba previsto que fuera el 12 de septiembre de este mismo año, si bien se ha decidido prorrogar hasta el día 15.

William Klein (1928-2022) fue pintor, fotógrafo callejero y fotógrafo de moda, diseñador, autor de fotolibros, escritor, documentalista y cineasta de ficción. Nacido en las afueras de Harlem (New York), a Klein le cautivó el arte de las vanguardias europeas que veía en los museos de la ciudad. Tras viajar a Alemania en 1946, durante dos años formó parte de una misión de reconstrucción de las fuerzas aliadas. Poco después, en 1948 Klein se instala en París donde estudiaría en la Sorbona para proseguir su carrera artística trabajando algún tiempo con el pintor cubista francés Fernand Léger (1881-1955).

Pronto pasaría del trabajo figurativo a la abstracción, y del lienzo al cuarto oscuro fotográfico. Sus sorprendentes fotografías abstractas aparecieron en las portadas de revistas de diseño como Domus, así como en libros y discos. En 1954 Alexander Liberman, el director de arte de Vogue (EE.UU.), lo invitó a unirse a la revista en Nueva York. Klein no tenía ninguna experiencia en moda, pero Liberman vio en él una fuerte personalidad, talento y una gran habilidad tanto para la experimentación como para la resolución de problemas visuales.

“Vine de fuera, las reglas de la fotografía no me interesaban. Había cosas que se podían hacer con una cámara que no se podían hacer con cualquier otro medio: grano, contraste, desenfoque, eliminar o exagerar los tonos grises, etc. Pensé que sería bueno para mostrar lo que es posible, decir que esto es tan válido de una forma de usar la cámara como los enfoques convencionales.” 

Ya conocido como fotógrafo, William Klein alcanzaría su fama internacional con una serie de exitosos fotolibros, como su emblemático ‘Life is Good & Good for You in New York’ (1956), considerado ahora como uno de los fotolibros más importantes jamás realizados. A ese libro le siguieron publicaciones igualmente ambiciosas sobre Roma (1959), o Moscú y Tokio (1964). Estos trabajos fueron obras totales del artista, pues no solo son suyas las fotografías, sino también el diseño, los ingeniosos textos y sus originales portadas.

A lo largo de siete décadas muy productivas, Klein se empleó en sus múltiples facetas artísticas siendo tenaz e innovador, demostrando ser un gran visionario a través de los diferentes medios en los que se desarrolló como artista. Prescindiendo de las tendencias artísticas y sociales de su época, abrió tanto con su obra comercial como con sus proyectos personales numerosas puertas para las posteriores generaciones de creadores de imágenes de todo el mundo.

En 2019 William Klein estuvo en Madrid para inaugurar una exposición retrospectiva y promocionar su libro ‘Celebration’. Una compilación de fotografías de Nueva York, París, Roma, Moscú y Madrid.

Más información

William Klein: YES. Photos, Paintings, Films, 1948-2013.

‘Manifiesto’. Retrospectiva de William Klein (2019).

Fotografía Terrace de Cafe, Paris (1982) © William Klein

domingo, 4 de septiembre de 2022

‘Montevideo’, Vila-Matas renovado

Su constante búsqueda de algo nuevo ha llevado a Vila-Matas a transformar la novela hasta convertirla en algo tan irreconocible como digno de admiración.

“Escribo ficción desde un espacio que suelen ocupar los ensayistas: un yo literario visible. De hecho, lo que se escenifica en cualquiera de mis libros no es exactamente una trama, o una serie de ideas, sino a mí mismo tramando, pensando o escribiendo bajo el avatar de un narrador. Aunque, eso sí, el avatar, la personalidad de cada uno de mis narradores, es distinta en cada novela y posiblemente lo único que las una a todas sea la voz o ese “yo literario visible” que reaparece en cada nuevo libro y da continuidad a la obra”.

En la magna obra de Vila-Matas, de sobra conocida por sus lectores por lo singular e inclasificable, este nuevo libro representa otro tour de force con el que, como el propio autor ha confesado, logra impresionarse incluso a sí mismo.

En ‘Montevideo’ el autor se asiste de su vasto y profundo conocimiento literario para que el narrador de esta historia gravite en el tiempo y los lugares que a través de los recuerdos conforman su vida. El habitual humor del escritor, sus perspicaces reflexiones y su enciclopédico acervo de biografías de literatos y sus frecuentes citas hacen que el libro rebose talento y sea disfrutado por el lector inteligente que sabe obviar la cordura y, con una sonrisa, se deja llevar hasta el final.

Sinopsis: Un hombre avanza por los recuerdos de su vida, desde el París de los años 70 donde trapicheaba con droga hasta el Festival de cine de Lisboa como escritor consagrado, pasando por Reikiavik o Bogotá, repasando momentos, lecturas, citas y conversaciones que podrían haber pasado, o no. Mientras tanto, trata de escapar de bloqueos y de su propio discurrir.

En una sucesión de escenas sin freno, el narrador trae constantemente al primer plano diferentes escritores (reales e inventados), citas pertinentes aunque a veces no, ciudades y reflexiones sobre escribir, la literatura por delante y por detrás. El rayo que mató a Ödön von Horváth, la puerta cegada de un cuento de Cortázar, la novela inventada de una escritora que jamás existió...

Y mientras tanto, poco a poco, va dándose cuenta de que siempre, en la habitación de al lado, algo pasa, algo sucede. Un misterio que guarda en su interior el secreto para desplazarse desde una ciudad a otra. De un recuerdo a otro. Como una máquina del tiempo y el espacio capaz de generar literatura.

El resultado es una historia que se cuenta al alejarse, como un mosaico que avanza modificándose a sí mismo, y que nos enseña la parte interior del escritor que no es Vila-Matas pero que en la mente de muchos lectores se le parecerá muchísimo.

Más información

Site personal de Enrique Vila-Matas.

Ilustración The four rooms © Vilhelm Hammershoi

domingo, 21 de agosto de 2022

Gideon Lewin. ‘Avedon Behind The Scenes’

La galería FotoNostrum muestra en Barcelona la primera exposición en España dedicada a Richard Avedon, el gran fotógrafo de moda del siglo XX. 

La muestra, premiere mundial, se compone de fotografías de Gideon Lewin, manager de Richard Avedon, sobre el making of de algunas de sus imágenes más icónicas, así como de fotografías originales del propio Avedon procedentes de la colección privada de la diseñadora Joanna Mastroianni, comisaria de la exposición.

‘Avedon Behind The Scenes’ está basada en el aclamado libro homónimo de Lewin, y es un viaje visual a lo largo de dieciséis años de colaboración y convivencia entre Gideon Lewin y el maestro estadounidense Richard Avedon (1923–2004), conocido por sus retratos en blanco y negro y sus innovadores trabajos para importantes revistas de moda como Harper's Bazaar y Vogue. Hasta el 2 de octubre de 2022, en FotoNostrum es posible contemplar hasta 13 imágenes originales gracias a la colaboración del Museo de Fotografía de Berlín.

Richard Avedon se ha convertido en un mito de la historia de la fotografía por diversos logros. Entre ellos, los retratos de famosos de gran profundidad psicológica; el uso del fondo blanco en el retrato, y su serie ‘In the American West’, en la que fotografía tanto a grandes personalidades como a las personas anónimas que son la verdadera alma de la nación.

Pero sobre todo hay algo increíble en su obra, y es cómo se vuelve el fotógrafo más influyente de la historia de la moda. Con Avedon, los modelos dejan de ser sólo modelos para convertirse en actrices y actores en medio de escenografías excéntricas, y a veces hasta disparatadas. A la estética de la moda le da vida, le da una actitud. El artista termina de imponer esa idea de que la elegancia es un tema fundamentalmente de actitud.

Con esta nueva exposición, en este 2022 la galería FotoNostrum, dirigida por Julio Hirsch-Hardy, ha presentado los trabajos de tres icónicos fotógrafos cuya obra se ha expuesto por primera vez en Barcelona: ‘La Vuelta al Mundo en 80 Imágenes’ de Steve McCurry, la colección ‘Private Property’ de Helmut Newton y ‘Avedon Behind the Scenes’, un estudio visual del estilo de trabajo de Richard Avedon.

Más  información

FotoNostrum.

Fotografía Exposición Avedon © Fernando Torres

lunes, 15 de agosto de 2022

De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett

“Las palabras dividen, las imágenes unen”, decía el lema del fundador de Isotype, el filósofo Otto Neurath. 

Desde sus orígenes en la década de 1920 en Viena, Isotype (International System Of Typographic Picture Education) fue el nombre con el que el filósofo y sociólogo austríaco Otto Neurath y el artista gráfico alemán Gerd Arntz denominaron a su proyecto que previamente se llamó Wiener Methode der Bildstatistik (Método Vienés de Estadísticas con Imágenes) desarrollado en el Museo Social y Económico de Viena entre 1925 y 1934. Aquel proyecto pionero buscaba una manera visualmente sencilla de comunicar una información compleja, mediante gráficos pictóricos simples, comprensible para el gran público.

La exposición ‘De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett’, pone el foco en el desarrollo e intercambio entre diferentes medios gráficos supuestamente obsoletos y antitecnológicos como la xilografía, el grabado en madera, el linóleo y la litografía así como sus funciones y formas de distribución en contextos geopolíticos y sociales muy diferentes. La muestra, comisariada por Benjamin H.D. Buchloh y Michelle Harewood se articula en torno a cuatro grandes áreas, partiendo de los casos iniciales del mexicano José Guadalupe Posada y de la alemana Käthe Kollwitz, las dos grandes figuras del grabado de finales del siglo XIX, para seguir con el expresionismo alemán y el Taller de Gráfica Popular mexicano, y terminar con el citado proyecto Isotype.

En la primera sección de la muestra se contrapone el trabajo de José Guadalupe Posada y de Käthe Kollwitz, situados en extremos opuestos del espectro geopolítico y artístico: por un lado, la producción de Posada, desarrollada a partir del grabado francés de Honoré Daumier y Paul Gavarni, que recoge sus caricaturas políticas mordaces, anuncios y viñetas; y, por otro, la obra de cariz socialista y feminista de Kollwitz, basada en un primer momento en la gran tradición del aguafuerte y la litografía europea, desde Rembrandt hasta Goya, que abandona en pos de la xilografía, medio con el que conecta con las clases bajas y empobrecidas. Ambos serían posteriormente referentes para artistas gráficos políticos de México, Estados Unidos, la Unión Soviética y China. La obra de Posada, representada a través de numerosas octavillas, pósteres y periódicos que servirán de referencia de una identidad nacional mexicana durante décadas, dialoga en la muestra con los grandes porfolios con los que Kollwitz refleja los dramas sociales de la Alemania del Imperio hasta la Primera Guerra Mundial: Ein Weberaufstand (La revuelta de los tejedores, 1893-1897), Bauernkrieg (La guerra de los campesinos, 1903-1908) y Krieg (Guerra, 1922-1923).

La segunda sección está dedicada a la reaparición de la tradición del arte gráfico durante los primeros diez años del expresionismo alemán. Bajo el impacto del descubrimiento de los grabados en madera de Paul Gauguin, entre otros, varios miembros de Die Brücke como Ernst Ludwig Kirchner o Karl Schmidt-Rottluff, difundieron desde 1905 la xilografía y el grabado tanto como un medio específico de la tradición artística alemana como, paradójicamente, una manera de presentar un globalismo primitivo. Es a través de la figura del historiador, crítico y editor alemán Paul Westheim, y sobre todo de su libro El grabado en madera (1921), cuando se entiende el grabado medieval como un lenguaje propio de la nación alemana moderna posterior a la Primera Guerra Mundial, diferenciada de los lenguajes del cubismo francés y el futurismo italiano. A raíz de su exilio a México en 1941, Westheim vincula el grabado mexicano con el expresionismo alemán, incluyendo en la segunda edición de su libro (1954) al propio Posada así como a varios miembros del Taller de Gráfica Popular. Una década después de la fundación de Die Brücke, la producción gráfica alemana da un giro radical al abandonar la xilografía y su asociación con las ambiciones retrógradas del nuevo nacionalismo alemán, y al experimentar con nuevas vías de producción gráfica en obras como Die Hölle (El infierno, 1919) de Max Beckmann, Gott mit Uns (Dios con nosotros, 1919) de George Grosz y Der Krieg (La guerra, 1924) de Otto Dix.

El protagonismo de la tercera y más amplia sección de la muestra es del Taller de Gráfica Popular. El México posrevolucionario también vivió el debate sobre el uso del medio gráfico como herramienta de comunicación y educación de las clases trabajadoras y rurales, debate que tuvo lugar inicialmente en periódicos como Frente a Frente y El Machete. En ellos se dudaba mucho que las pinturas murales promovidas por el Estado se correspondieran con las necesidades de esas clases sociales, y defendieron que los medios gráficos eran más efectivos para tal fin. Fundado en 1937 por Raúl Anguiano, Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins y Luis Arenal en el seno de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, el Taller de Gráfica Popular estuvo formado por numerosos artistas/activistas que produjeron una gran cantidad de folletos, carteles, panfletos y grabados que contribuyeron a fortalecer las formaciones políticas progresistas, y a defender causas como la nacionalización de los recursos mineros y petroleros o los derechos a la tierra de las poblaciones indígenas. Asimismo, el Taller se comprometió cada vez más con la lucha contra el fascismo, sobre todo tras la victoria de Franco en la guerra civil española, en la que desempeñó un papel fundamental el importante número de artistas y escritores exiliados, principalmente españoles y antifascistas alemanes organizados en torno a asociaciones como la Liga Pro Cultura Alemana en México. Entre ellos cabe destacar al arquitecto y segundo director de la Bauhaus de Dessau Hannes Meyer y a su segunda mujer, Léna Bergner, miembro asimismo de la Bauhaus donde asistía a los talleres de textil y diseño gráfico. Invitados por el gobierno de Lázaro Cárdenas como urbanistas, muy pronto entrarían en contacto con el Taller de Gráfica Popular: Meyer como director financiero de la editorial del Taller, La Estampa Mexicana; y Bergner como diseñadora gráfica de numerosos porfolios publicados por la editorial, entre ellos las Estampas de la Revolución mexicana (1947) y la primera gran publicación donde se documentaba la actividad del Taller: TGP México. El Taller de Gráfica Popular. Doce años de obra artística colectiva (1949).

El Taller también contó entre sus miembros con escritores y artistas exiliados estadounidenses como la fotógrafa Mariana Yampolsky, el pintor Charles White y la escultora y grabadora Elizabeth Catlett, quien adaptaría la iconografía y la técnica gráfica de Kollwitz en sus grabados y carteles en favor de la causa feminista y del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.

Como conclusión dialéctica e histórica de la exposición, en la cuarta sección se desarrolla a través de una extensa documentación el proyecto Isotype de Otto Neurath, Marie Reidemeister-Neurath y Gerd Arntz, en sus diferentes fases y sedes: Düsseldorf, Viena, Moscú, La Haya y Londres. Este proyecto adquirió rápidamente un reconocimiento internacional, tanto en aplicaciones prácticas para una nueva y emergente sociedad de la información como en términos de un debate teórico sobre las funciones adecuadas de lo pictórico. El sociólogo vienés Otto Neurath, en colaboración con su esposa Marie Reidemeister, descubrió la producción pictórica y gráfica de Gerd Arntz y la reconoció como el medio ideal para formular un lenguaje de signos verdaderamente internacional, funcional y universalmente legible. Los principios del proyecto Isotype se diseñaron en colaboración entre Arntz y Neurath para transmitir información sociológica, económica y política crucial para las clases trabajadoras de los Estados nacionales tradicionales, así como para los Estados poscoloniales emergentes del periodo de entreguerras y de la Segunda Guerra Mundial.

Más información

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Xilografía ‘Die Mütter’ (Las madres) 1922-1923 © Käthe Kollwitz

jueves, 28 de julio de 2022

Andy Summers. ‘A Certain Strangeness’

Desde el 28 de julio y hasta el próximo 5 de octubre de 2022, el Ernst Leitz Museum de Wetzlar muestra una amplia selección de las obras del músico inglés realizadas entre 1979 y 2018.

“No hay una belleza exquisita sin cierta extrañeza en la proporción”. Edgar Allan Poe.

La música y la fotografía han acompañado a Andy Summers (1942, Blackpool, UK) desde que tomara una guitarra por primera vez a la edad de once años y siendo niño también cayera una cámara en sus manos. Con tan solo dieciséis años comenzaría a tocar en clubes y cafés como parte de la escena local de jazz. Por entonces, el joven músico ya ganaba algún dinero como fotógrafo de playa; volvería a tomar la cámara más en serio en 1979, cuando va de gira con su banda The Police. Su Leica M4-2, que le recomendó su amigo, el también fotógrafo Ralph Gibson, ha sido su constante compañera desde entonces.

La exposición ‘A Certain Strangeness’ presenta en una extensa retrospectiva las fotografías que Summers realizó durante casi cuarenta años y nos ofrece una profunda visión de su desarrollo artístico en ese viaje vital. De guitarrista de la célebre banda The Police a solista, desde el Altiplano andino en Bolivia hasta las estrechas calles de Tokio. En el proceso, Summers ha demostrado tener un buen ojo para los detalles surrealistas, así como para los momentos mágicos, y nos muestra lo estrechamente relacionadas que están para él la música y la fotografía.

A lo largo de su dilatada carrera, Summers siempre se ha movido entre ambas disciplinas, despertando con las dos la emotividad en su audiencia. Más recientemente, ha fusionado ambas, entre otras cosas en la presentación audiovisual de ‘A Certain Strangeness’ en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. 

Decía Poe que no hay una belleza exquisita sin cierta dosis de extrañeza. Pero cuál es la medida de ese componente singular en lo bello que nos impresiona. El escritor estadounidense dejaba a cada uno su propia interpretación de lo que es la belleza como tal percepción individual que es. En la fotografía como arte no hay reglas, por tanto, esa interpretación de lo bello tampoco debería tenerlas.

Esta exposición fotográfica nos invita a acompañar a Summers en su viaje. Sus fotografías autobiográficas dejan espacio para la especulación narrativa y muestran la vida de un hombre que no solo es un gran músico sino también un fotógrafo genial.

La actual muestra ha estado en la galería Leica en Los Angeles, en LA Independent Photo Show, en el Pavillon Populaire en Montpellier, el Museo Bonnefanten de Maastricht, la galería Licht en Shanghái, la galería CCC de Beijing o la Photokina en Colonia, entre otros lugares.

En paralelo a las exposiciones de fotografía previstas, Andy Summers recorrerá Europa en 2022 y 2023 con su espectáculo multimedia ‘Harmonics of the Night’.

Más información

Ernst Leitz Museum Wetzlar - Andy Summers. ‘A Certain Strangeness’.

Site personal de Andy Summers.

Fotografía ‘Cigar, Copenhagen’  (1982) © Andy Summers

domingo, 17 de julio de 2022

Ruth Orkin. La ilusión del tiempo


La sala Kutxa Kultur Artegunea muestra por primera vez, en colaboración con el Ruth Orkin Photo Archive, la obra de esta artista en una exposición que se articula en 4 ejes que permiten entender la relación de sus fotografías con el cine.

Ruth Orkin (1921-1985) fue una fotógrafa, fotoperiodista y cineasta estadounidense. Conocida por su fotografía American Girl in Italy (1951), también fotografió a muchas celebridades y personalidades como Lauren Bacall, Ava Gardner, Doris Day, Tennessee Williams, Alfred Hitchcock o Marlon Brando.

La fotografía es una herramienta indispensable para descomponer el tiempo y captar lo invisible. Los puntos de vista se descentran, el campo de visión se amplía, los encuadres se diversifican: picado, contrapicado, primeros planos, profundidad de campo.

Las fotografías reflejan la pulsión del tiempo, la duración, sin llegar a dar el paso al cine. Es en este contexto de cambio y riqueza experimental en el que Ruth Orkin comienza su carrera en la escena artística de Nueva York en los años 40, obligada a reconducir su vocación de cineasta hacia la fotografía. Orkin se inclina literalmente sobre el mundo, lo mira desde su ventana y transcribe el baile incesante de todos esos elementos móviles que son los peatones que, desde lo alto, se convierten en partículas que se mezclan y dibujan los grandes flujos de migraciones en el corazón de la ciudad.

Este punto de vista aéreo permite visualizar y comprender este complejo fenómeno del movimiento urbano, que Orkin logra hacer patente. En sus imágenes desaparece la narración, las identidades, las anécdotas y se incorpora la dimensión temporal en términos de duración, flujo y continuidad, así como la de movimiento y variabilidad que son, en definitiva, las claves de sus imágenes. Orkin es una espectadora de su propia visión cinematográfica y la restituye en su totalidad.

En 1939, cuando Orkin no tiene más que 17 años, atraviesa los Estados Unidos desde Los Angeles a New York para visitar la World’s Fair, que parecía anunciar ya la modernidad y “el mundo de mañana”. Recorre la mayoría de este largo camino en bicicleta y documenta el viaje en una road movie, gracias a su pequeña y manejable cámara Univex. Vuelve de aquel periplo con cientos de imágenes, compuestas en forma de álbum donde las fotografías se disponen en orden cronológico, como viñetas en un cómic, acompañadas de comentarios e informaciones que permiten reforzar su dimensión narrativa.

Este documento constituye, de algún modo, la primera “película” de Ruth Orkin. Es más que un story board, es una road movie y se parece curiosamente a los cuadernos y álbumes que su madre Mary Ruby, actriz de cine mudo, conservaba de sus rodajes. La diferencia es la relación de tiempo que fluye de una imagen a otra en el álbum de Orkin, porque refleja la duración del viaje en toda su linealidad.

En 1952, Orkin volverá sobre esta idea del montaje en viñetas de una manera cercana a la de la fotonovela, que como género literario había visto la luz en Italia en 1947 y que se había convertido en un gran éxito editorial. En Florencia Ruth Orkin se encuentra con Ninalee Craig, una joven estudiante de arte, que será la protagonista de la serie más conocida de la carrera de Orkin, American Girl in Italy. Esta historia que se despliega en diversas imágenes ilustra el citado reportaje Don’t be afraid to travel alone. Ninalee, que adopta el nombre de Jinx Allen, posa para Orkin en un juego extremadamente teatral, recreando las caricaturas que los actores de películas mudas de comienzos del siglo XX se vieron obligados a encarnar ya que de esta expresividad dependía toda la comprensión de la historia.

El registro escénico debía ser suficientemente exagerado para que el espectador pudiera interpretar lo que estaba ocurriendo en cada momento narrativo. En este sentido, la fotonovela en la que se basa Orkin para construir su historia, con este mismo aspecto, pone en escena a la protagonista en diversas situaciones que ilustran de algún modo una parábola cuyo mensaje es claramente identificable por quien debe descifrarla.

Más información

Kutxa Kultur Artegunea.

Enlaces de interés

Ruth Orkin Photo Archive, NY.

Ruth Orkin ~ An Everyday Life Photographer.

Fotografía ‘American Girl in Italy’ (1951) © Ruth Orkin

miércoles, 29 de junio de 2022

Homenaje y nuevo libro de Georges Perec

Publican un libro inédito de Georges Perec y un museo le homenajea cuando se cumplen cuarenta años de la muerte del escritor francés.

Georges Perec (París, 1936 – Ivry-sur-Seine, 1982) fue uno de los escritores más importantes de la literatura francesa del siglo XX. Sociólogo de formación, fue novelista, poeta, taxónomo, experto en acrósticos, crucigramas y anagramas. Su obra escrita incluye novelas, obras de teatro, poemas, ensayos, guiones de cine, artículos, juegos verbales y lingüísticos. 

En 1965 Perec obtuvo el Premio Renaudot con su primera novela, ‘Las cosas’, lo que le consagró como un escritor relevante. Fue miembro del grupo Oulipo (Ouvroir de Littérature Potentielle) o Taller de Literatura Potencial, que fundara en Francia en 1960 el escritor Raymond Queneau y el matemático François Le Lionnais. Con su obra ‘La vida instrucciones de uso’ ganaría en 1978 el premio Médicis. Italo Calvino dijo por entonces de él que el premio confirmaba que fuera considerado “una de las personalidades literarias más singulares del mundo. Un escritor radicalmente distinto a cualquier otro”.

A pesar de estar traducido a más de quince idiomas, Georges Perec no ha sido un fenómeno de masas como escritor. Antes al contrario, suele estar valorado como un autor de culto, leído por sus discretos incondicionales. Ahora, sus adeptos, tras la autorización de los herederos, han visto publicado un libro póstumo inédito titulado Lieux (Lugares). Un proyecto inacabado que depara un viaje espacio-temporal, una experiencia de escritura para tomar la “medida del paso del tiempo”.

Perec se propuso describir doce lugares de París a lo largo de los años, dedicándoles dos textos cada año, un texto descriptivo redactado en el mismo lugar (una calle, una plaza, un callejón, un parque), y un segundo a partir de recuerdos, en los que se mezclarían textos leídos y recordados, recuerdos íntimos que relacionarán el lugar con la vida personal, imágenes, etc. Se trataba de registrar cómo los lugares, los recuerdos y la escritura envejecen con el paso de los años.

Con motivo de la publicación de Lieux, Editions du Seuil ha querido ofrecer un espacio gratuito que permita a cada lector construir su propio viaje con el libro. Una forma de acompañar su lectura, de descubrir nuevos ángulos y de deambular por todos los lugares visitados por Perec, acercándose lo más posible a lo que el autor hubiera querido.

Por otra parte, con motivo de su cincuentenario, el Musée Nicéphore Niépce se ha planteado desvelar todos los secretos ocultos a la vista del público en sus almacenes y ricas colecciones. Si mostrar todo era imposible, una selección muy representativa no lo sería. Un gran catálogo trazará un repaso a su historia y políticas de adquisición, y para evitar repetir contenidos respecto al recorrido permanente, el museo invita al visitante a un acercamiento lúdico y poético a estos espacios, a la manera de Georges Perec.

Aficionado a las clasificaciones, listas, inventarios y enumeraciones, Georges Perec cuestionó e ironizó en su ensayo ‘Pensar/Clasificar’ esta manía antropológica de querer poner orden en el universo. El ser humano debe clasificar el mundo para comprenderlo, para pensarlo. Cada cosa en su sitio, un sitio para cada cosa. Esta gran “manía” está en el corazón mismo de las actividades del museo. Cualquiera que sea su campo de conocimiento, un museo adquiere, registra, clasifica, conserva, transmite y exhibe. Y durante cincuenta años, el Museo Nicéphore Niépce ha llevado a cabo estas misiones con una particularidad, la especialización y dedicación a la fotografía.

Porque la fotografía, hija del siglo XIX y sus revoluciones, lleva inherente, desde su apariencia, una idea fija, una utopía. Creyendo que podemos, gracias a ella, mostrarlo todo y traer el mundo entero a los museos; creyendo que podemos hacer un enunciado universal y exacto de las cosas, para conservar su imagen viva; creyendo que podemos superar el paso del tiempo, el olvido y la destrucción, y creyendo también que podemos conocer y comprender mejor nuestro mundo, detallándolo, diseccionándolo, auscultándolo en todos sus rincones y recovecos, desde lo infinitamente grande hasta lo infinitamente pequeño.

La fotografía cumple bien su función y los fondos del Musée Nicéphore Niépce son prueba de ello. Sin duda, durante dos siglos, la fotografía ha estado al servicio de nuestras obsesiones taxonómicas, a nivel individual o colectivas, ya sean científicas o documentales, artísticas o amateurs. 

Afortunadamente, Georges Perec nos recuerda con humor y humildad que nuestra búsqueda de la omnisciencia está condenada al fracaso. Nuestros intentos de organizar el conocimiento a menudo quedan obsoletos tan pronto como se terminan, y pueden ser “apenas más efectivos que la anarquía inicial”.

Más información

La Librairie du XXIe siècle. Editions du Seuil.

‘Pensar/Clasificar: 50 años del Museo Un homenaje a Georges Perec’.

Fotografía Georges Perec, Rue Vilin (1970) © Pierre Getzler

martes, 21 de junio de 2022

Workshop con Bleda y Rosa

La Fundación Antonio Pérez y PHotoESPAÑA organizan un taller a cargo de los fotógrafos Bleda y Rosa, que se celebró en Cuenca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Paralelamente a su actual exposición en el centro KBr de la Fundación Mapfre en Barcelona, María Bleda (Castellón, 1976) y José María Rosa (Albacete, 1970) impartieron durante tres jornadas un pormenorizado taller sobre lo que ha venido siendo la coherente planificación y brillante ejecución de su obra a lo largo de una ya larga trayectoria conjunta e indivisible, que fue reconocida con el Premio Nacional de Fotografía en 2008.

Su primer trabajo más conocido se tituló ‘Campos de fútbol’ y consistía en una serie de fotografías que recogían, no sin cierto sentimiento de nostalgia, esos campos abandonados, en los que apenas resisten en pie las porterías enclavadas en una tierra yerma, o que en otros casos habían cambiado de utilidad.

Su segundo trabajo se llamaría ‘Campos de batalla’, donde los autores recogían los espacios en los que se desarrollaron importantes batallas históricas, reflejando a través de su estado actual los posibles rastros de un pasado de sangre y muerte. Para ello optaron por que todos los elementos de la serie se realizaran en condiciones similares de encuadre y punto de toma de la fotografía.

Con un propósito semejante se encuentra el trabajo llamado ‘Ciudades’, una serie en la que Bleda y Rosa quieren testimoniar los vestigios de las antiguas metrópolis que se asentaron en la Península Ibérica. Ciudades íberas, celtas, romanas, griegas o fenicias, de cuyas respectivas culturas hoy desaparecidas apenas permanece entre las piedras su emotivo recuerdo por mitos o leyendas.

Desde 2007 está en proceso abierto el proyecto ‘Arquitecturas/Tipologías’. Un work in progress en el que estos autores se plantearon retomar como referencia el tratado de Vitruvio, olvidado durante siglos, cuyo significado y trascendencia no es otro que la recuperación de la arquitectura greco-latina. En definitiva, la conservación in situ y la preservación de los “sitios históricos”.

Con la intención de reflexionar sobre el sentido histórico y la funcionalidad que la arquitectura tiene, Bleda y Rosa comenzaron a desarrollar una catalogación de Tipologías arquitectónicas de la antigüedad: Arcos de triunfo, Altares, Domus, Villas, etc. Para ello, en esta ocasión toman como punto de partida estético el Arco de Triunfo que Alberto Durero realizara en 1515 por encargo de Maximiliano I y las primeras fotografías realizadas por el fotógrafo de arquitectura y paisaje Edouard Denis Baldus (1813-1889), que experimentaría por primera vez con la fotografía a fines de la década de 1840, cuando el proceso negativo-positivo para fotografías en papel, inventado por el británico William Henry Fox Talbot, comenzaba a florecer en Francia.

Denominado ‘Origen’, el siguiente proyecto de Bleda y Rosa fueron, como ya alude su título, los yacimientos paleontológicos relacionados con la especie humana. Un recorrido por los lugares donde en algún momento se asentó el primer hombre y por la propia historia de la paleoantropología: el valle de Neander, la sierra de Atapuerca, el lago Turkana, la cueva d’Aragó, el desierto de Yurab o el valle del Rift.

Por último, con la misma habitual coherencia en la reflexión de los vínculos que entrelazan imagen, lugar y memoria, nació el proyecto que Bleda y Rosa denominan ‘Prontuario’. Un nuevo trabajo sobre las importantes transformaciones sociales, políticas, filosóficas y culturales que con el paso del tiempo dieron como fruto una nueva forma de entender el mundo, una ruptura con las ideas de antiguos regímenes hasta entonces aferrados a su despótico anacronismo. Así se asentaría el pensamiento Ilustrado y surgirían los consiguientes procesos revolucionarios.

Un ejemplo de ello fue la Guerra de la Independencia en España, que se impulsó sobre aquellos ideales liberales, de los alzamientos populares, de las revueltas y de la necesidad de establecer un nuevo orden político y social. Tratando de acercarse a ese momento histórico, los autores abordan el período que se extiende desde 1805 a 1814, haciendo para ello un compendio o prontuario de anotaciones y referencias que giran en torno al levantamiento, guerra y revolución de España.

Más información

Site personal de Bleda y Rosa.

Centro KBr MAPFRE.

Enlaces de interés

Fundación Antonio Pérez.

PHotoESPAÑA.

Fotografía de Bleda y Rosa © Fernando Torres