jueves, 27 de agosto de 2020

TENET. Christopher Nolan en estado puro


“No hace falta que lo entiendas, sólo siéntelo, créetelo”.

‘Tenet’ se estrenó ayer en 27 países, hoy lo hará en una docena más y a partir del 3 de septiembre en otros seis, incluidos los Estados Unidos, Rusia y China, aunque en todos los casos, con los aforos de sus salas reducidos por el protocolo de seguridad del covid.

La última elucubración cinematográfica del genial cineasta Christopher Nolan (Londres, 1970) ha supuesto para muchos el revulsivo suficiente para la esperada vuelta a las salas de cine a pesar de la pandemia. Rodada en película negativa de color de 65 mm Kodak para tirar copias en 35 y 70 mm además de DCP (Digital Cinema Package es una colección de archivos digitales que se usan para almacenar y transmitir cine digital, audio, imagen y flujos de datos), ha logrado que millones de espectadores acudieran al estreno mundial de este filme de un Nolan que, como viene siendo habitual, a nadie dejará indiferente.

Desde su segundo largometraje, la aclamada ‘Memento’ (2000) y sus constantes analepsis y prolepsis, el director, guionista y productor británico Christopher Edward Nolan nos tenía acostumbrados a la conducción del tiempo a su antojo. En ‘Origen’ (2010), el paso del tiempo es distinto en cada estadio del sueño porque la acción se superpone en distinta línea temporal. Mientras que en ‘Interstellar’ (2014) el paso del tiempo transcurre más lento en el espacio exterior, condicionado por un agujero negro.

En ‘Tenet’, que además de ser un palíndromo significa principio, creencia o doctrina considerada verdadera, desde el principio la acción trepidante de este thriller asombroso girará en torno al espionaje internacional, en cuya trama un agente secreto debe impedir que se cumpla una amenaza que supondría algo peor que la Tercera Guerra Mundial. Y para ello Nolan recurrirá a los viajes en el tiempo, pero valiéndose de un algoritmo que le permita burlar lo que el escritor y periodista francés René Barjavel (1911-1985) llamó la paradoja del abuelo, expresada en su libro Le voyageur imprudent (1943), que es un ejemplo de la aplicación de este tipo de situaciones al campo de la ciencia-ficción.

Esta paradoja establece que si una persona viaja al pasado y eliminara a uno de sus abuelos antes que concibiera a uno de sus padres, la persona en sí no podría llegar a nacer. Sin embargo, que el sujeto no haya nacido implica que no ha podido cometer el asesinato, algo que a su vez provocaría que sí naciera y pudiera llegar a cometerlo. Algo que sin duda generaría que no pudiera nacer, y así sucesivamente.

El concepto ya había sido mencionado anteriormente por el escritor estadounidense Mark Twain en su novela póstuma ‘El forastero misterioso’ (1916), que a pesar de no pertenecer al género de la ciencia-ficción, el argumento llega a centrarse por momentos en la infinidad de vidas alternas que podrían ser posibles de no ser por una simple acción o inacción.

El tiempo ratificará a ‘Tenet’ como una de las películas más fascinantes y complejas de la historia del cine de ciencia-ficción. 

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Fotografía  Warner Bros. Entertainment, Inc./Melinda Sue Gordon © 2020