viernes, 28 de mayo de 2021

Margaret Watkins. Black Light

Finaliza la exposición homenaje a la fotógrafa Margaret Watkins, cuya trayectoria artística representó un desarrollo gradual entre el pictorialismo y el modernismo de vanguardia.

La retrospectiva Margaret Watkins. Black Light, producida por diChroma Photography, se ha presentado por primera vez a nivel mundial en la sala Kutxa Kultur Artegunea de Tabakalera, en San Sebastián, para dar visibilidad a la obra de esta pionera en la Historia de la Fotografía que indudablemente contribuyó a forjar, trazando así el camino para que otras mujeres pudieran seguir sus pasos y continuar.

A pesar de no ser muy conocida hoy en día, el nombre de Margaret Watkins (Canada, 1884 - Escocia, 1969) se codea con figuras clave de la fotografía y el arte, como Clarence H. White, Gertrude Käsebier, Alice Boughton, Margaret Bourke-White, Alfred Stieglitz o Georgia O’Keeffe.

Como fotógrafa, Margaret Watkins iniciaría su aprendizaje en el ámbito de la fotografía pictórica de la mano de Clarence H. White, fotógrafo amigo de Alfred Stieglitz y profesor de fotografía estadounidense que fue uno de los principales exponentes del pictorialismo. Pintor antes que fotógrafo, White también tendría como alumnos a Margaret Bourke-White, Dorothea Lange, Ralph Steiner, Doris Ulmann y Paul Outerbridge. Entre las técnicas que enseñaba y animaba a usar entre sus alumnos estaban la platinotipia, el virado al sepia, la goma bicromatada y otras propias del pictorialismo. No ajustándose únicamente a la técnica y la teoría, White destacó como profesor por alentar a sus alumnos a experimentar por sí mismos a través de la práctica.

La trayectoria de Watkins como fotógrafa independiente es excepcional y continuaría consolidándose durante la década de 1920, anticipando una estética vanguardista del diseño gráfico que ya se había extendido por toda Europa y cuyo origen se remontaba a la Bauhaus. En 1923, el Art Center de Nueva York celebra una importante exposición que contribuye aún más al auge y notoriedad que ha ido adquiriendo su trabajo y la visibilidad que le han proporcionado otras exposiciones colectivas e individuales.

Sin embargo, la repentina muerte de White en 1925 marca el comienzo del declive de su carrera, que termina en 1928 con su partida apresurada hacia Europa para visitar a sus tías en Glasgow, donde deberá quedarse finalmente a cuidar de ellas. Visita otras ciudades de Europa y Rusia a principios de la década de 1930, donde toma nuevas imágenes en las que demuestra su capacidad de anticipar las grandes revoluciones estéticas y conceptuales que vendrían después. Atrapada por los acontecimientos históricos, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Watkins abandona cualquier intento de seguir con su carrera.

Margaret Watkins colaboró con grandes agencias de publicidad como Condé Nast, Reimers y Osborn Inc. Advertising o la Agencia Fairfax, y publicó regularmente en revistas de gran tirada, como The New Yorker, Country, o Ladies’ Home Journal, que ya en 1904 fue la primera revista estadounidense en tener un millón de suscripciones. Al mismo tiempo que lo compaginaba con su labor como profesora en la Clarence H. White School de Nueva York.

Más información

Kutxa Kultur Artegunea.

NOTA: La exposición viaja ahora a Madrid para continuar dentro de la programación del espacio CentroCentro, del 9 de junio hasta el 26 de septiembre de 2021.

Fotografía  ‘Untitled’ (1915) © Margaret Watkins

martes, 18 de mayo de 2021

Gerardo Vielba, el genio renovador

La Sala Canal de Isabel II muestra un recorrido por la producción del fotógrafo Gerardo Vielba. 

Figura clave en el progreso de la fotografía en España, Gerardo Vielba es conocido tanto por su obra gráfica como por sus escritos. En el campo de la teoría y la crítica sus artículos se distinguen por su sensibilidad y aguda capacidad de análisis, pero, sobre todo, por la amplitud de miras con que llegó al fondo y la forma de los más variados estilos fotográficos, sacando a la luz sus valores, incluso de los de aquellos más alejados de su personal concepción de la estética fotográfica.

Considerado como uno de los grandes renovadores de la fotografía, también como conferenciante prolífico Vielba recorrió gran parte del territorio nacional difundiendo la historia de la fotografía y mostrando la capacidad de esta para ser, no sólo un medio de comunicación, sino sobre todo una forma de expresión plástica.

La exposición monográfica, ‘Gerardo Vielba, fotógrafo, 1921-1992’, se compone de 120 obras en blanco y negro que evidencian la fuerza creativa de Vielba, patente en sus imágenes más conocidas y merecedoras de importantes premios, como son el Perutz Internacional (1960) o el Premio Nacional de Bellas Artes (1962). Para esta muestra, que se podrá visitar desde el 19 de mayo al 25 de julio, también  se han rescatado del archivo familiar otras muy valiosas e inéditas, entre ellas las que realizó durante su estancia en París en 1962.

Empeñado en la difusión de la fotografía, Gerardo Vielba pasó gran parte de su vida defendiendo y poniendo en valor la fotografía, tantas veces maltratada en nuestro país, a través de su compromiso total con la renovación del género, especialmente en los años cincuenta y sesenta, y no solo a nivel teórico, sino también en la práctica. Desde 1964 hasta su fallecimiento fue presidente de la Real Sociedad Fotográfica.

Su producción se encuadra en la llamada “Escuela de Madrid” junto con la de fotógrafos como Cualladó, Ontañón, Gómez, Masats y otros. Estos fotógrafos, aún desde enfoques y estilos diferentes, introdujeron una nueva forma de expresión directamente dirigida a explorar al ser humano, plasmando su realidad individual y social. Dentro de estos planteamientos, la obra de Vielba se caracteriza por la serena elegancia en el encuadre y por la penetración intimista y cómplice en los motivos y personajes.

Vielba reunió a su alrededor a una serie de fotógrafos que utilizaban la cámara como medio de expresión, en un país carente de estructura para la promoción de una disciplina que todavía no era considerada arte.

Más información

Sala Canal de Isabel II.

Enlace de interés

“Desde la luz. Gerardo Vielba, fotógrafo, 1921-1992”

Fotografía ‘Veraneo. Santander, 1960’ © Gerardo Vielba

martes, 11 de mayo de 2021

‘Carole Roussopoulos, cámara en mano’

El Institut français presentó ayer en Madrid un ciclo sobre la directora suiza pionera del vídeoreportaje.

“Lo que me importa es la palabra de los demás, la que nunca escuchamos”. Carole Roussopoulos.

Carole de Kalbermatten, más conocida como Carole Roussopoulos (Lausana, 1945 - Sion, 2009), creció en el Valais y se trasladó a París en 1967. En el año 1969 junto a su marido, Paul Roussopoulos, crean un colectivo de cine llamado Video Out. En 1970, por la insistencia de su amigo, el autor Jean Genet, adquiere una cámara liviana Sony Portapak y empieza a rodar documentales.

Feminista reconocida por sus primeras películas documentales sobre el Movimiento de liberación de las mujeres en Francia, realizaría aproximadamente 150 documentales durante toda su carrera. En 1976, Roussopoulos comienza a colaborar con la actriz francesa Delphine Seyrig. Juntas dirigieron ese mismo año el documental sobre los derechos de las mujeres titulado SCUM Manifesto, basado en el SCUM Manifesto escrito por la feminista radical Valerie Solanas.

Carole Roussopoulos se definía como una escritora pública, que utilizaba el vídeo para dar voz a las personas que suelen ser silenciadas, poco o mal escuchadas. El feminismo fue para ella el mayor de los humanismos, lo que la llevó a abordar un amplio abanico de cuestiones sociales. A lo largo de los años 70, acompañó, cámara en mano, muchas luchas: las de los palestinos y los Panteras Negras, las luchas feministas y obreras, las de las trabajadoras sexuales, el frente de acción revolucionaria homosexual, etc.

En el año 1970, filmó la película documental Genet parle d'Angela Davis sobre la activista política norteamericana Angela Davis. Durante el principio de su carrera, Roussopoulos también presenció y filmó acontecimientos claves en las cruzadas de derechos humanos en París. Por ejemplo, su película de 1971 FHAR (Frente Homosexuel d'Acción Révolutionnaire) documenta el primer desfile por los derechos gay en París.

En 1982, funda junto a Delphine Seyrig y Ioana Wieder el Centro audiovisual Simone de Beauvoir, nombrado así en referencia a la prominente autora feminista y filósofa francesa, con el objetivo de documentar audiovisualmente el movimiento de derechos de las mujeres.

En 1995 Roussopoulos se mudó de nuevo a Suiza para documentar temas suizos que ella sentía que no estaban recibiendo la suficiente atención. Durante este tiempo hizo una serie de películas sobre el cuidado de la salud, enfermedad, envejecimiento y muerte. En 2001 sería nombrada Chevalier de la Légion d'honneur en Francia por sus treinta y dos años de servicio cinematográfico.

En 2009, pocos meses antes de morir, Roussopoulos decidió hacer un documental que mostrara la colaboración con Delphine Seyrig. No pudo terminarlo, y en 2018 Callisto McNulty retomó la idea con el documental ‘Delphine et Carole, Les Insoumuses’ estrenado en la Berlinale y programado después en el festival de San Sebastián en su sección Zabaltegi - Tabakalera.

Más información

Institut français Madrid.

Fotografía Carole Roussopoulos © Camille Cottagnoud