‘Jan Mayen’ es una de las tres
series fotográficas que la Premio Nacional de Fotografía 2017 y reciente
miembro de la Agencia Magnum expone en Madrid. Una evocadora invitación a
explorar una isla perdida en aguas del Polo Norte.
Tabacalera Promoción del Arte
presenta ‘Cristina De Middel: Preparados, listos, archivo’, una exposición de
la fotógrafa española cuyo trabajo investiga la relación ambigua que existe
entre fotografía y verdad. La doble cualidad de la fotografía: la de
herramienta documental y la de su utilidad para la narración de ficciones.
No hay un registro histórico
completamente fiable en el que se hiciera constar exactamente la fecha de su hallazgo,
si bien sí existe un registro cierto del descubrimiento de la isla en el siglo
XVII por balleneros ingleses y holandeses cuando buscaban nuevos caladeros donde
pescar, no sin gran polémica en cuanto a la disputa de nombres por atribuirse el
merito, pero hay anteriores apuntes sobre su remota existencia. El relato del monje
irlandés Brendan de Clonfert, que durante el transcurso de uno de sus viajes se
aproximó a una isla negra que escupía fuego y producía un atronador ruido, es
un ejemplo muy significativo. Brendan de Clonfert pensaba que se hallaba ante
las mismísimas puertas del infierno y no se atrevió a desembarcar, pero no hay
ninguna prueba real de ello.
Asimismo, es más que posible
que los Vikingos conocieran ya su existencia, pues estuvieron presentes en
Islandia, Groenlandia, las islas Feroe y Noruega, sin embargo tampoco se ha
encontrado ningún vestigio de asentamiento suyo en ella, probablemente debido a
su naturaleza inhóspita, el reducido tamaño, a estar parcialmente cubierta por
glaciares y ser casi inaccesible.
El descubridor de Jan Mayen
fue, en 1607, el navegante inglés Henry Hudson, que ese año, contratado por la
Compañía Muscovy de Inglaterra para trazar la ruta marítima del Paso del Noreste,
exploró la costa de las islas Svalbard, situadas en la confluencia entre el
océano Ártico, el mar de Barents y el mar de Groenlandia. También debía recabar
información más precisa acerca de la isla de Spitsbergen, la mayor del
archipiélago. En su periplo, Hudson divisó la isla (Jan Mayen) a la que
entonces llamó “Tutches” de Hudson.
Finalmente, la isla recibiría el
nombre con el que se la conoce hoy gracias al explorador holandés Jan Jacobs
May van Schellinckhout, que desembarcó en ella en 1614. Su cartógrafo la
bautizó como Jan Mayen después de
cartografiar sus costas, constituyendo así la prueba más antigua de las que se
tenga constancia del descubrimiento de Jan Mayen.
En 1911, ya descubierto el Polo
Norte por los exploradores pioneros, un grupo de intrépidos científicos
decidieron “redescubrir” la isla llamada Jan Mayen. Tras un viaje heroico sin
brújula y habiendo agotado las reservas, no consiguieron desembarcar en ella
pues el barco era demasiado grande para acercarse a la orilla. Pero de regreso,
el cinematógrafo que iba a registrar la hazaña convenció a la tripulación para
que se detuvieran en una playa islandesa y escenificaran la conquista de la
isla con el mismo espíritu explorador con el que comenzaron la travesía.
No quedan documentos gráficos
de aquella aventura, en cierto modo precedente de las actuales fake news, pero Cristina De Middel
decidió recrearla junto a un grupo de actores y falsear la historia. La historia de cómo se puede
hacer Historia.
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Página web de Cristina De Middle.
Fotografía Jan Mayen, 2014 ©
Cristina De Middel