Publican un libro inédito de Georges Perec y un museo le homenajea cuando se cumplen cuarenta años de la muerte del
escritor francés.
Georges Perec (París, 1936 – Ivry-sur-Seine, 1982) fue uno de los escritores más importantes de la literatura francesa del siglo XX. Sociólogo de formación, fue novelista, poeta, taxónomo, experto en acrósticos, crucigramas y anagramas. Su obra escrita incluye novelas, obras de teatro, poemas, ensayos, guiones de cine, artículos, juegos verbales y lingüísticos.
En 1965 Perec obtuvo
el Premio Renaudot con su primera novela, ‘Las cosas’, lo que le consagró como un
escritor relevante. Fue miembro del grupo Oulipo (Ouvroir de Littérature
Potentielle) o Taller de Literatura Potencial, que fundara en Francia en 1960
el escritor Raymond Queneau y el matemático François Le Lionnais. Con su obra
‘La vida instrucciones de uso’ ganaría en 1978 el premio Médicis. Italo Calvino
dijo por entonces de él que el premio confirmaba que fuera considerado “una de
las personalidades literarias más singulares del mundo. Un escritor
radicalmente distinto a cualquier otro”.
A pesar de estar traducido a
más de quince idiomas, Georges Perec no ha sido un fenómeno de masas como escritor.
Antes al contrario, suele estar valorado como un autor de culto, leído por sus discretos
incondicionales. Ahora, sus adeptos, tras la autorización de los
herederos, han visto publicado un libro póstumo inédito titulado Lieux (Lugares). Un proyecto inacabado que
depara un viaje espacio-temporal, una experiencia de escritura para tomar la
“medida del paso del tiempo”.
Perec se propuso describir doce
lugares de París a lo largo de los años, dedicándoles dos textos cada año, un
texto descriptivo redactado en el mismo lugar (una calle, una plaza, un
callejón, un parque), y un segundo a partir de recuerdos, en los que se
mezclarían textos leídos y recordados, recuerdos íntimos que relacionarán el
lugar con la vida personal, imágenes, etc. Se trataba de registrar cómo los
lugares, los recuerdos y la escritura envejecen con el paso de los años.
Con motivo de la publicación de
Lieux, Editions du Seuil ha querido ofrecer un espacio gratuito que
permita a cada lector construir su propio viaje con el libro. Una forma de
acompañar su lectura, de descubrir nuevos ángulos y de deambular por todos los
lugares visitados por Perec, acercándose lo más posible a lo que el autor
hubiera querido.
Por otra parte, con motivo de
su cincuentenario, el Musée Nicéphore Niépce se ha planteado desvelar todos los
secretos ocultos a la vista del público en sus almacenes y ricas colecciones.
Si mostrar todo era imposible, una selección muy representativa no lo sería. Un
gran catálogo trazará un repaso a su historia y políticas de adquisición, y
para evitar repetir contenidos respecto al recorrido permanente, el museo
invita al visitante a un acercamiento lúdico y poético a estos espacios, a la
manera de Georges Perec.
Aficionado a las
clasificaciones, listas, inventarios y enumeraciones, Georges Perec cuestionó e
ironizó en su ensayo ‘Pensar/Clasificar’ esta manía antropológica de querer
poner orden en el universo. El ser humano debe clasificar el mundo para
comprenderlo, para pensarlo. Cada cosa en su sitio, un sitio para cada cosa.
Esta gran “manía” está en el corazón mismo de las actividades del museo.
Cualquiera que sea su campo de conocimiento, un museo adquiere, registra,
clasifica, conserva, transmite y exhibe. Y durante cincuenta años, el Museo
Nicéphore Niépce ha llevado a cabo estas misiones con una particularidad, la
especialización y dedicación a la fotografía.
Porque la fotografía, hija del
siglo XIX y sus revoluciones, lleva inherente, desde su apariencia, una idea
fija, una utopía. Creyendo que podemos, gracias a ella, mostrarlo todo y traer
el mundo entero a los museos; creyendo que podemos hacer un enunciado universal
y exacto de las cosas, para conservar su imagen viva; creyendo que podemos
superar el paso del tiempo, el olvido y la destrucción, y creyendo también que
podemos conocer y comprender mejor nuestro mundo, detallándolo, diseccionándolo,
auscultándolo en todos sus rincones y recovecos, desde lo infinitamente grande
hasta lo infinitamente pequeño.
La fotografía cumple bien su función y los fondos del Musée Nicéphore Niépce son prueba de ello. Sin duda, durante dos siglos, la fotografía ha estado al servicio de nuestras obsesiones taxonómicas, a nivel individual o colectivas, ya sean científicas o documentales, artísticas o amateurs.
Afortunadamente, Georges Perec nos recuerda con humor y
humildad que nuestra búsqueda de la omnisciencia está condenada al fracaso.
Nuestros intentos de organizar el conocimiento a menudo quedan obsoletos tan
pronto como se terminan, y pueden ser “apenas más efectivos que la anarquía
inicial”.
Más
información
La Librairie du XXIe siècle. Editions du Seuil.
‘Pensar/Clasificar: 50 años del Museo – Un homenaje a Georges Perec’.
Fotografía Georges Perec, Rue Vilin (1970) © Pierre Getzler