domingo, 16 de octubre de 2022

‘Los Americanos’ de Robert Frank

Casi por las mismas fechas del Día Internacional del Fotolibro, que celebramos el pasado 14 de octubre, aparece la esperada reedición en español del mítico libro de Robert Frank.  

Robert Frank (1924-2019) fue un fotógrafo suizo que obtendría también la nacionalidad estadounidense. Su obra cumbre, The Americans, se gestó durante los años 1955 y 1956 y no tardó mucho en convertirse en el libro de fotografía más influyente del mundo. 

Concebido casi a modo de road movie y gracias a la concesión de una beca Guggenheim de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, Robert Frank recorrió las carreteras de 48 estados tomando fotografías de todos los estratos de la sociedad. El proyecto había nacido a raíz de su relación con la llamada beat generation y tras coincidir con algunos personajes inspiradores como fueron los fotógrafos Bill Brandt y Walker Evans o el poeta Allen Ginsberg.

Cuando regresa a Nueva York en 1957, Frank conoce al escritor Jack Kerouac en una fiesta a la que habían asistido poetas y beatniks y le muestra la serie de fotografías de su viaje. Durante esos dos años en la carretera, Robert Frank tomó 28.000 instantáneas de las cuales selecciona 83 para su publicación en The Americans. Kerouac, que se prestaría gustoso a escribir la introducción a la edición estadounidense del libro, escribiría: “Después de ver las fotos no sabes qué es más triste, una máquina de discos o un ataúd”. El escritor beat sentía afinidad con el interés de Robert Frank por documentar los contrastes entre el optimismo de la década de 1950 y las realidades de las diferencias raciales y de clase.

Sin embargo, este emblemático trabajo de Robert Frank, que con el tiempo ha pasado a ser considerado el libro de cabecera de todo aspirante a fotógrafo documentalista, en un principio tuvo sus dificultades para ser publicado en Estados Unidos y es en 1958 cuando aparece la primera edición en París publicada por el editor Robert Delpire.

En este documento visual se pueden ver escenas como un desfile en Nueva Jersey, un funeral en Carolina del Sur, escaparates de Washington, un cóctel en Nueva York, carreteras de Idaho, un picnic en California, Arizona, Tennessee, Utah, etc. Una colección de instantáneas que más de cincuenta años después de su publicación mantienen toda su fuerza e interés.

Robert Frank cambió la naturaleza de la fotografía, lo que podía decir y cómo podía decirlo. Por eso ‘Los Americanos’ probablemente seguirá siendo el fotolibro más influyente del siglo XX en el mundo. 

Más información

Robert Frank, ‘Los Americanos. La Fábrica.

Fotografía Tranvía. Nueva Orleans © Robert Frank

sábado, 1 de octubre de 2022

El Madrid vintage de las pinturas de Avia

La Sala Alcalá 31 presenta la primera gran retrospectiva en 25 años de la artista Amalia Avia, una cronista visual de un Madrid vintage que despierta esa nostalgia que evoca el paso del tiempo.

Amalia Avia (1930-2011) nació en Santa Cruz de la Zarza (Toledo), un pequeño pueblo manchego donde pasaría sus primeros años de infancia, viviendo su primera juventud alternando entre el pueblo y Madrid, marcada por el dolor de la guerra. Su formación artística y trayectoria como pintora comienza en los años 50 en el estudio que el artista Eduardo Peña tiene en la capital. En esos años empezaría a conocer a muchos de sus amigos y posteriores compañeros de generación como serían: Esperanza Parada, Antonio López, Isabel Quintanilla, Julio López Hernández, Carmen Laffon y, sobre todo, Lucio Muñoz, con quien se casa en 1960.

Su primera exposición tiene lugar en 1959 en la Galería Fernando Fe de Madrid. A partir del año 1964 pertenece a las legendarias galerías Juana Mordo y Biosca. Desde 1993 la Galería Juan Gris se convierte en la sede fundamental de sus exposiciones en la capital. En sus pinturas se pueden ver las calles, tapias o portales y las fachadas de los antiguos comercios de Madrid desde un punto de vista cercano y casi palpable. Se trata de una pintura que transmite la sensación de los relieves. Para conferir al cuadro esa textura tan particular, Avia aplicaba una capa de aguarrás a toda la pintura para después exponerla a fuego.

Fue una pintora muy prolífica, se calcula que pudo llegar a pintar cerca de dos mil cuadros. Sin olvidar el archivo fotográfico que para ello fue conservando, fotografías de las que se valía para después realizar las pinturas y que muchas veces unía o superponía para tener una visión más angular del sujeto.

Etiquetada como pintora realista, el realismo para ella era ser capaz de reflejar “la huella de lo humano”. Incluida en el grupo conocido como “realistas de Madrid”, participó en numerosas exposiciones en torno al realismo español por todo el mundo. La gran exposición antológica sobre su obra la realiza en 1997 el Ayuntamiento de Madrid en el Centro Cultural de la Villa. En ella le fue concedida la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid.

La exposición ‘Amalia Avia. El Japón en Los Ángeles’ reúne más de un centenar de piezas de una amplia panorámica de su producción artística marcada, por una parte, por las obras de exteriores y edificios emblemáticos de diferentes barrios de Madrid y, por otra, por los interiores de diferentes estancias y la reproducción de objetos cotidianos. Obras en las que se puede ver la intención de Avia de reflejar la huella de lo humano, de esas vidas anónimas que tanto la atraían.

Más información

Museos y Exposiciones. Sala Alcalá 31.

Pintura ‘La Bobia’ © Amalia Avia