viernes, 13 de octubre de 2023

William Eggleston, el gran pionero del color

'El misterio de lo cotidiano', la exposición más amplia dedicada a la obra de William Eggleston  se exhibe en el Centro Fotográfico KBr de Barcelona.

Zapatos viejos, congeladores con comida, el interior de un baño, un cartel de carretera, las piernas de una mujer o un dependiente de supermercado son algunos de los motivos captados por su cámara.

“No imaginaba ser capaz de hacer algo mejor que una copia perfecta de Cartier-Bresson. Y finalmente lo conseguí. Pero llegó un punto –entiendo que tuvo que ver con el hecho de buscar mis raíces y volver a Memphis–, donde tuve que enfrentarme al hecho de que lo que tenía que hacer era salir a perseguir paisajes desconocidos. Lo que era nuevo en aquella época eran los centros comerciales, así que los fotografié”. W. Eggleston.

En sus inicios, William Eggleston estuvo influido por la obra de Walker Evans y Henri Cartier Bresson hasta que consideró que la fotografía en blanco y negro no reflejaba la vida tal y como él la veía. Decidió entonces probar con el color, un recurso excluido hasta entonces de la fotografía artística y cuyo uso se limitaba principalmente a la publicidad y la ilustración de revistas.

Así, a partir de 1965 Eggleston se sumerge en un universo, extraño y familiar al mismo tiempo, desde el que explora la cotidianeidad de las pequeñas ciudades del sur de Estados Unidos, donde había nacido y se había criado. Fotografía entonces todo lo que se ofrece a su mirada: tiendas de comestibles y bares, escritorios de oficinas, los objetos cotidianos, supermercados, estaciones de servicio, carteles de carretera, familia, amigos, etc., imágenes que parecen buscar el potencial estético de lo cotidiano y cuyo verdadero motivo parece no ser otro que la vida misma, pero que al mismo tiempo nos ofrecen un testimonio único y absorbente de las profundas transformaciones sociales (la multiplicación del automóvil, la función social de los centros comerciales, etc.) derivadas de la aceleración de la sociedad de consumo.

Los protagonistas de las fotografías de Eggleston suelen ser motivos cotidianos sin ningún atractivo aparente: unos zapatos viejos, el congelador repleto de comida, una chaqueta colgada, el interior de un baño, un camión parado en una vía de servicio, etc., y a pesar de ello sus fotografías no tienen nada de ordinario. El artista pronto mostró que era capaz de convertir lo más sencillo en algo interesante y enigmático y que, aunque lo banal siguiera siéndolo, también podía ser apasionante, como la vida misma.

En 1935 la marca Agfa desarrolló su película Agfacolor en Alemania y Kodak presentó su Kodachrome en Estados Unidos, pero ninguna era económica, por lo que no estaban al alcance de todos. La película Kodachrome alcanzó su auge a finales de la década de 1960, pero se utilizaba, al menos en un principio, para fotografías familiares o de viajes, lo que se considera fotografía vernácula. A partir de 1965, Eggleston comenzó a fotografiar solo en color con fines artísticos, y no fue el único: Stephen Shore, Joel Meyerowitz o Carlos Pérez Siquier fueron algunos de los pioneros del uso del color en el medio.

Organizada cronológicamente, esta amplia antología abarca sus iniciales trabajos en blanco y negro y toda su posterior trayectoria en color.

Más información

Centro de Fotografía KBr MAPFRE.

Fotografía Street with McDonald’s © William Eggleston