viernes, 3 de mayo de 2024

El último invierno de Paul Auster

El escritor norteamericano Paul Auster murió el pasado martes 30 de abril a los 77 años en su residencia de Brooklyn, Nueva York, a causa del cáncer de pulmón que sufría desde hacía más de dos años. 

Según informaría The New York Times, fue su amiga, Jacki Lyden quien confirmó la noticia. Su esposa, la también escritora estadounidense Siri Hustvedt, anunciaba en marzo del pasado año a través de Instagram, que su marido, el novelista Paul Auster, padecía la fatal enfermedad. De hecho, su última novela, ‘Baumgartner’ (Seix Barral), la finalizó durante el tratamiento oncológico al que se estaba sometiendo.

Con ocasión de la visita que Auster nos haría en 2012 para la promoción del por entonces su último libro, ‘Diario de invierno’, y a colación de la lapidaria frase extraída de él, “has entrado en el invierno de tu vida”, fue preguntado si a sus 65 años se sentía mayor. Auster, que supo ser uno de esos escritores con un estilo propio, único, gran narrador, inventor del azar, al que atribuye un papel determinante en nuestras vidas, explicó que “si lo consideramos desde un punto de vista matemático, si ves la vida dividida en cuatro estaciones –primavera, verano, otoño e invierno–, si tienes en cuenta que la gente vive más o menos 80 años, matemáticamente, me encuentro en la última estación de mi vida. Espero que dure mucho tiempo. Podría ser un invierno muy largo o muy corto. Pero lo que es innegable es que ya no soy joven”.

Se trataba de un libro en el que Auster desvelaba, a modo de diario desde la infancia a la madurez, pero no en ese estricto sentido cronológico, sus cotidianas peripecias y devenires haciendo un íntimo y veraz ejercicio de introspección. Narración de la que él es protagonista, como ya apuntase en ‘El cuaderno rojo’ y continuara con ‘A salto de mata’ o su ‘Crónica de un fracaso precoz’. Aunque, según sus propias palabras, “en el proceso de escribir o pensar sobre uno mismo, uno se convierte en otro”.

Ya se lo decía Rimbaud, a la edad de 16 años, a su amigo Paul Demeny en su Letres du Voyant (Cartas del vidente): “Je est un autre”, que para el poeta simbolista y decadentista significaba la disociación del ser del percibir o hacer de ese mismo ser. Separar de la trompeta el bronce que la integra, decía el propio Rimbaud. Limpiar de polvo y paja la memoria para extraer en conciencia el recuerdo y convertirlo en literatura.

Ahora, ya disociada su alma literaria de sus restos mortales, Auster nos deja para siempre un admirable legado. Una extensa bibliografía que, después de su aclamada novela ‘4 3 2 1’, concluye con el último regreso del escritor al mundo literario. ‘Baumgartner’ es una novela en la que Auster presenta al protagonista, un catedrático emérito de Filosofía llamado Sy Baumgartner, que se encuentra en un constante diálogo con su pasado. Como un reflejo de la vida del propio Auster, pues a veces comparte semejanzas con el autor.

En esta novela Auster se hace eco de las voces de otros autores, tejiendo un tapiz de referencias literarias que reflejan un estilo narrativo más directo y menos artificioso. Este planteamiento supone un cambio en su escritura, donde su propia vida parece dialogar con la de sus personajes.

Fotografía de Paul Auster © Joyce George