Hay
que visitar un lugar, pensar luego en él (...) buscarlo de nuevo y encontrar
allí el ángulo o la visión que (...) lo exprese de la manera más elocuente. Catalá-Roca
Francesc Catalá-Roca (1922-1988) fue uno
de los más grandes fotógrafos españoles del siglo XX. Durante sus años de
trabajo logró construir un pensamiento propio sobre la fotografía. Según él,
las imágenes forman parte de la realidad y el fotógrafo las sustrae para
construir un relato. Esta exposición se compone de algunas de las imágenes que él capturó en sus viajes a América en los 70, a partir del encargo
de la Editorial Blume, y busca articular un relato sobre el arte popular
americano, desde la perspectiva de quien supo observar una realidad que, sin
duda, le interpeló.
La muestra no pretende ser
omnicomprensiva en cuanto al territorio ni con relación a la diversidad de su
arte popular. Se encontrarán, principalmente, imágenes de la vida de sus
artífices. Los objetos los guardarán los museos -pensaba-, pero lo demás podría
desaparecer algún día. En este gesto hay una intención: narrar, desde la
imagen, unas condiciones y unas formas de vida.
Asimismo, se presenta una
faceta poco conocida: la del encuentro entre las culturas populares e indígenas
americanas -especialmente las de Latinoamérica- y el ojo ávido de este
fotógrafo a quien nada le era ajeno. No parece haber extrañeza del autor por estas
realidades, es más, se percibe cierta cercanía, pues la España de los años 50 y
60, quizá, no debía ser tan diferente. De otro lado, se muestra un Catalá-Roca
en color, cuando -dicho por él mismo- el siglo monocromático estaba acabando y
volvía el color a la imagen.
La exposición ha sido concebida
a partir de una serie de ejes: imágenes de las personas, sus formas de vida y
sus condiciones de producción. En el recorrido se alcanza a reconocer ciertas
agrupaciones: los cargadores -la tracción a sangre humana-, los mercados, las
personas retratadas, la práctica del arte popular –el trabajo-, sus condiciones
de producción, el uso utilitario y ritual de la producción estético-poética de
las comunidades campesinas e indígenas. La muestra incluye un espacio dedicado
al viaje y a las publicaciones resultantes.
Además de la mirada propia del
fotógrafo, se intuye una escucha. Un hondo respeto de lo que significaba en ese
momento -y significa hoy- el trabajo artesanal, relacionado con valores
comunitarios, del que se desprenden las ideas sobre el arte popular, cuyas
bases teóricas más sólidas se estaban elaborando casi en el mismo momento en el
que Catalá-Roca, en el medio del mercado, del taller o del entorno doméstico,
capturaba una imagen.
Las 225 fotografías que
componen la muestra, en formato impreso y proyecciones, son una selección del
material que el autor realizó durante los años 70, comenzando en México en 1973 y
acabando en Ecuador en 1979, retratando una sociedad tradicional en vías de
desaparición, y que son imágenes que pertenecen al archivo personal del
artista.
Esta exposición podrá visitarse
hasta el 27 de julio en el Centro Cultural Gaya Nuño de Soria.
Más
información
Ayuntamiento de Soria/Centro Cultural Gaya Nuño.
Fotografía exposición Catalá-Roca ©
Fernando Torres