“Ningún país acabará con el narcotráfico”, afirma Élmer Mendoza.
Podría tratarse de un macabro suceso narrado en una nueva novela del escritor mexicano Élmer Mendoza, quien también el pasado sábado, acompañado del español Arturo Pérez-Reverte, participara en los coloquios de los recientemente clausurados encuentros literarios del ‘Hay Festival’, que celebró su ya sexta edición en la castellana ciudad de Segovia, los días 17 al 25 de septiembre. Sin embargo, la literatura –en este caso la de Mendoza, patriarca de la norteña, más conocido como autor de ‘Balas de plata’– es desgraciadamente un fiel reflejo de la realidad.
Una realidad en muchas ocasiones feroz y sanguinaria, como ha sido la de los hechos de los que tuvimos noticia el pasado domingo –aunque acaecidos el mismo día que Élmer Mendoza conversara en el acto público con Pérez-Reverte–, cuando conocimos el horrible crimen perpetrado con de-capitación y desmembramiento del cuerpo de María Elizabeth Macías, de 39 años de edad, redactora jefe del diario mexicano ‘Primera Hora’, desaparecida desde el día anterior, hallada a primera hora del sábado en un barrio de Nuevo Laredo, Tamaulipas, que fue asesinada de forma cruel e ignominiosa por denunciar en las redes sociales de Internet (donde firmaba como ‘La nena de Laredo’) a varios narcotraficantes miembros del crimen organizado, según informaría a los medios de comunicación la Fiscalía del citado estado de México, fronterizo con los EE UU.
Y es que, en México, todo lo que tiene relación con el narco forma parte y asume su reflejo en distintos aspectos de la cultura de ese país, como son del folklore norteño los populares narcocorridos –de Tamaulipas o Sinaloa, entre otros estados mexicanos–, compuestos para rememorar o exaltar sucesos o individuos ligados con el narcotráfico, hasta el punto de ser los propios narcos los que los animen sufragando a los grupos musicales autores de estos corridos –actualmente prohibidos en las emisoras de radio nacionales–, y que por supuesto también trasciende por fuerza a la literatura, como así nos lo explicara en el encuentro Arturo Pérez-Reverte, autor de ‘La reina del sur’ (novela traducida a 27 idiomas, de éxito sin precedentes en México), y Élmer Mendoza, autor a su vez de la reciente ‘La prueba del ácido’, a quien por cierto en el coloquio se le preguntó su opinión sobre la posibilidad de legalizar la droga, contestando iró-nicamente escéptico que eso sería factible quizá “en cien años”.
En su última novela, la cual es imposible leer sin el marcado acento mexicano que caracteriza a su autor en el empleo del argot o los coloquialismos, el diestro escritor Élmer Mendoza, nacido en 1949 en Culiacán, en el estado de Sinaloa, vuelve a retomar al detective protagonista de ‘Balas de plata’, es decir a Edgar “el Zurdo” Mendieta, que en esta ocasión está encargado de investigar el asesinato de una bailarina de un club de striptease llamada Mayra Cabral de Melo, enfren-tándose entretanto con el FBI, o el contrabando de armas entre otras calamitosas vicisitudes y entuertos que para nada desmerecen las truculentas historias de Cormac McCarthy, mostrando la violencia y la corrupción que genera el narcotráfico en su país.
El día 13 de septiembre pasado, dos jóvenes más fueron asesinados y colgados de un puente de la citada ciudad del estado de Tamaulipas; al parecer, por utilizar las mismas redes sociales revelando situaciones de inseguridad o peligro en la lucha que mantiene el gobierno mexicano contra el crimen organizado. Con lo que, según ‘Reporteros sin Fron-teras’, en lo que va de año y sumando a la periodista Macías, serían once los reporteros que han sido víctimas del crimen organizado en México. Un país donde la práctica del periodismo supone ejercer una profesión de alto riesgo.
Más información
Página web de ‘Reporteros sin Fronteras’
Crónica de una entrevista norteña.
Una charla con Élmer Mendoza.
Enlace de interés
Página web oficial del ‘Hay Festival’
Fotografía de Élmer Mendoza © Fernando Torres
Podría tratarse de un macabro suceso narrado en una nueva novela del escritor mexicano Élmer Mendoza, quien también el pasado sábado, acompañado del español Arturo Pérez-Reverte, participara en los coloquios de los recientemente clausurados encuentros literarios del ‘Hay Festival’, que celebró su ya sexta edición en la castellana ciudad de Segovia, los días 17 al 25 de septiembre. Sin embargo, la literatura –en este caso la de Mendoza, patriarca de la norteña, más conocido como autor de ‘Balas de plata’– es desgraciadamente un fiel reflejo de la realidad.
Una realidad en muchas ocasiones feroz y sanguinaria, como ha sido la de los hechos de los que tuvimos noticia el pasado domingo –aunque acaecidos el mismo día que Élmer Mendoza conversara en el acto público con Pérez-Reverte–, cuando conocimos el horrible crimen perpetrado con de-capitación y desmembramiento del cuerpo de María Elizabeth Macías, de 39 años de edad, redactora jefe del diario mexicano ‘Primera Hora’, desaparecida desde el día anterior, hallada a primera hora del sábado en un barrio de Nuevo Laredo, Tamaulipas, que fue asesinada de forma cruel e ignominiosa por denunciar en las redes sociales de Internet (donde firmaba como ‘La nena de Laredo’) a varios narcotraficantes miembros del crimen organizado, según informaría a los medios de comunicación la Fiscalía del citado estado de México, fronterizo con los EE UU.
Y es que, en México, todo lo que tiene relación con el narco forma parte y asume su reflejo en distintos aspectos de la cultura de ese país, como son del folklore norteño los populares narcocorridos –de Tamaulipas o Sinaloa, entre otros estados mexicanos–, compuestos para rememorar o exaltar sucesos o individuos ligados con el narcotráfico, hasta el punto de ser los propios narcos los que los animen sufragando a los grupos musicales autores de estos corridos –actualmente prohibidos en las emisoras de radio nacionales–, y que por supuesto también trasciende por fuerza a la literatura, como así nos lo explicara en el encuentro Arturo Pérez-Reverte, autor de ‘La reina del sur’ (novela traducida a 27 idiomas, de éxito sin precedentes en México), y Élmer Mendoza, autor a su vez de la reciente ‘La prueba del ácido’, a quien por cierto en el coloquio se le preguntó su opinión sobre la posibilidad de legalizar la droga, contestando iró-nicamente escéptico que eso sería factible quizá “en cien años”.
En su última novela, la cual es imposible leer sin el marcado acento mexicano que caracteriza a su autor en el empleo del argot o los coloquialismos, el diestro escritor Élmer Mendoza, nacido en 1949 en Culiacán, en el estado de Sinaloa, vuelve a retomar al detective protagonista de ‘Balas de plata’, es decir a Edgar “el Zurdo” Mendieta, que en esta ocasión está encargado de investigar el asesinato de una bailarina de un club de striptease llamada Mayra Cabral de Melo, enfren-tándose entretanto con el FBI, o el contrabando de armas entre otras calamitosas vicisitudes y entuertos que para nada desmerecen las truculentas historias de Cormac McCarthy, mostrando la violencia y la corrupción que genera el narcotráfico en su país.
El día 13 de septiembre pasado, dos jóvenes más fueron asesinados y colgados de un puente de la citada ciudad del estado de Tamaulipas; al parecer, por utilizar las mismas redes sociales revelando situaciones de inseguridad o peligro en la lucha que mantiene el gobierno mexicano contra el crimen organizado. Con lo que, según ‘Reporteros sin Fron-teras’, en lo que va de año y sumando a la periodista Macías, serían once los reporteros que han sido víctimas del crimen organizado en México. Un país donde la práctica del periodismo supone ejercer una profesión de alto riesgo.
Más información
Página web de ‘Reporteros sin Fronteras’
Crónica de una entrevista norteña.
Una charla con Élmer Mendoza.
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Página web oficial del ‘Hay Festival’
Fotografía de Élmer Mendoza © Fernando Torres