El pintor Ernst Ludwig Kirchner
(1880-1938) fue un claro exponente del expresionismo alemán y uno de los cuatro
estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Dresde que fundaron en Alemania, en 1905, el célebre grupo expresionista Die
Brücke, los otros tres restantes fueron Bleyl, Heckel y Schmidt-Rottluff; al igual que destacarían en Austria (Viena) los también expresionistas Klimt,
Kokoschka y Schiele. Pero previamente, en 1901, Kirchner había ido a estudiar
arquitectura a Dresde, y en 1903 se mudaría a Munich a estudiar pintura en la
escuela de Bellas Artes. El grupo Die
Brücke pretendía y mostraba un estilo de volúmenes planos y colores puros
inspirados en el arte primitivo y el fauvismo francés.
Kirchner continuó viviendo en
Dresde hasta 1911. Después se trasladaría a Berlín, y allí supo reflejar el
movimiento y la agitación de una gran urbe moderna. El pintor se interesó por
el mundo de la prostitución callejera, y un ejemplo claro es ‘Prostituta en
rojo’, que se halla en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. En 1914 Kirchner
fue reclutado con motivo del estallido de la Primera Guerra Mundial, y sufre
por ello una grave crisis nerviosa. De regreso de la guerra, en 1915, su estado
no había mejorado y su salud mental se resintió más aún tras sufrir un
atropello, por lo que decidió irse a Davos en busca de tranquilidad. Allí
siguió pintando sobre todo paisajes naturales más apacibles que las imágenes de
sus obras anteriores, aunque también menos valorados por los críticos de la
época. No obstante, sus pinturas reflejaban su fragilidad mental, las cuales se
caracterizan por una patente agresividad, perceptible en los ojos humanos y en
las formas, las pinceladas y las combinaciones de colores. En cada una de sus
obras se pueden entrever unos sentimientos negativos que emanan de los cuadros,
revelando interiores agobiantes y estrechos que propician la sensación de soledad del ser humano.
Ya en 1937, en pleno apogeo nazi,
su arte fue calificado de degenerado y se destruyeron muchas de sus obras. Esto
último acabó definitivamente con su delicada salud emocional y, empeorando más
si cabía a causa de ello, decidió suicidarse en la población de Frauenkirch,
cercana a Davos, en 1938. En la actualidad, el museo Kirchner de Davos alberga
la mayor colección mundial de su obra.
Con motivo de la exposición que
en estos días, y hasta el 2 de septiembre, se muestra en la Fundación MAPFRE de
Madrid, se ha editado un catálogo sobre la obra de Ernst Ludwig Kirchner con
textos a cargo de la comisaria de la exposición, Karin Schick (Directora del
Kirchner Museum Davos), de Javier Arnaldo (Profesor Titular de Historia del
Arte Contemporáneo de la UCM) y de Wolfgang Henze (Conservador del Archivo
Ernst Ludwig Kirchner). El catálogo va acompañado de una biografía y una
selección bibliográfica, elaboradas por Karin Schick, así como de tres escritos
del propio Kirchner, publicados bajo el seudónimo Louis de Marsalle. Al igual
que la exposición, el catálogo despliega una visión integral del artista y por
ello puede ser considerado una referencia imprescindible en español sobre su
obra.
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