jueves, 15 de noviembre de 2012

La irrupción de las Redes: ¿“Periodismo ciudadano” o periodistas –también– digitales?


El pasado 14 de noviembre, en el marco de la XII Semana de la Ciencia –la cual convoca un gran número de actividades gratuitas que ponen al alcance del público la ciencia y la tecnología realizada en la Comunidad de Madrid, desde el mundo de las nuevas tecnologías en materiales hasta las últimas investigaciones en robótica, o desde las nuevas políticas energéticas hasta los últimos avances en la astronomía, el transporte, las comunicaciones, las leyes del suelo o la arqueología–, se celebró en la capital, a través de la UDIMA, una conferencia sobre la masiva irrupción de las Redes sociales, el llamado “periodismo ciudadano” o los periodistas –también– digitales de la actualidad, cuyo ponente fue el profesor de dicha universidad, Álvaro de Diego González. El objetivo de estas mesas redondas, conferencias o actividades varias es “alentar el desarrollo de relaciones armoniosas entre ciencia y sociedad, así como contribuir a que los científicos reflexionen de manera crítica y adopten una actitud más receptiva ante las preocupaciones de la sociedad”.

Para que los logros de la ciencia y la tecnología respondan a las necesidades de los ciudadanos y cuenten con su adhesión, es necesario que dispongan de una información verdadera, comprensible y de calidad, así como de un libre acceso a esta cultura científica a través de los medios o empresas de comunicación. Los investigadores, las instituciones, empresas u organismos de investigación y, en particular, las universidades, deben desempeñar plenamente su papel fundamental de información al público. Un mundo de conocimientos de la mano de los mejores expertos. Sin embargo, cualquier persona puede ejercer el periodismo en la actualidad. Prueba de ello es, por ejemplo, la noticia de la muerte de Bin Laden, anticipada por un ciudadano en Twitter. El incremento de las redes sociales y su uso ha crecido de forma exponencial, sobre todo en Israel, seguido de EE UU y Rusia. Un ejemplo de movilización mediante las redes sociales fue la “Primavera árabe” y, posteriormente, el caso de “Wikileaks”. Ha cambiado el paradigma de la comunicación; según el profesor del MIT, Henry Jenkins, la cultura es ahora convergente, es decir, una convergencia mediática, cultura participativa, e inteligencia colectiva.

Por otro lado, las redes sociales y el periodismo digital –ya sea ciudadano o profesional– son la causa de la desaparición de diarios o publicaciones emblemáticas como el semanario Newsweek –lo que ocurrirá a finales de este mismo año–, o también el alemán BILD. Con lo que ello conlleva, como son los despidos masivos o los ERE, como el realizado recientemente en el periódico EL PAÍS, despidiendo a 129 trabajadores de su plantilla. Aparte de la desaparición del periodista como intermediario de la información, lo que antes era una simple fuente en la actualidad se salta al profesional periodista que debe realizar su crónica. Un ejemplo claro de esto es la reciente misión de exploración a Marte, la propia web de la NASA registró 225 millones de entradas, superando así las de cualquier otro medio de información.

Otros inconvenientes, desventajas o contrapartidas que conlleva este tipo de comunicación a través de las redes sociales son la extensión de los rumores, la “infoxicación”, la lesión de los derechos individuales o colectivos, la banalización de la información –véase Wikipedia–, la cultura mosaico, la adicción o el narcisismo. Por tanto, las premisas del buen periodismo serían una propuesta etico-deontológica; una información de calidad; interpretación y análisis y, quizá, ¿contenidos de pago?  


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