sábado, 25 de mayo de 2013

Todos con PHotoEspaña 2013


Como agua de mayo, un año más numerosas exposiciones o propuestas comprenden la nueva convocatoria de PHotoEspaña 2013, el festival internacional de fotografía que se celebra desde 1998 en Madrid durante los meses de junio y julio, si bien algunas muestras ampliarán aún más dicho plazo prolongándose hasta septiembre, mientras que otras adelantan a este mes los prolegómenos de sus proyectos. Las actividades de este certamen, que ya va por su XVI edición y al que este año se han sumado también Alcobendas, Alcalá de Henares, Lanzarote, Zaragoza y Cuenca, en concreto se celebrarán del 5 de junio al 28 de julio y proseguirán en octubre con PHotoEspaña.br, un extenso y variado programa que del mismo modo se desarrollará en Brasil en colaboración con el SESC de São Paulo.

Cada edición es temática y su programación se divide en tres apartados, a saber: la Sección Oficial, que comprende grandes centros de exposiciones, instituciones y museos; la OpenPHoto, con sede en diversos organismos oficiales y centros comerciales como los FNAC, y el Festival Off, en el que participan galerías de arte y otros espacios habilitados a tal efecto. Así, el programa expositivo estará compuesto por 74 exposiciones, de las cuales 26 corresponderán a la Sección Oficial, 15 a la OpenPHoto y 33 al Festival Off. PHotoEspaña ofrece una excelente oportunidad para conocer nuevos proyectos fotográficos, videos e instalaciones de los fotógrafos y artistas visuales nacionales e internacionales más destacados así como el trabajo de creadores nuevos o desconocidos para el gran público.

Uno de los primeros concursos convocados el presente mes de mayo fue el que ha propuesto conjuntamente PHotoEspaña y la Fundación Canal, un interesante encuentro denominado ¡A POSITIVAR!, que ya se está llevando a cabo desde el 22 de este mes hasta el 23 de junio próximo. El festival y la citada fundación quieren unir fuerzas para impulsar el positivismo entre los participantes; la inspiración y la creatividad en la sociedad, utilizando la fotografía como forma de expresión al alcance de todos. Se trata de un concurso cuyo objetivo es descubrir las miradas que fotografíen lo positivo, que muestren una idea optimista del mundo que nos rodea, aunque no siempre sea una tarea fácil. Es decir, los “buenos momentos”, el “éxito”, la “alegría”, o las “oportunidades” como leitmotiv. El reclamo pretende reunir así fotógrafos adalides del pensamiento positivo.

En cuanto a los fotógrafos profesionales ya consagrados, el festival contará este año con exposiciones de 328 artistas de 42 nacionalidades distintas entre los que destacan Harry Callahan, Edward Weston, Shirin Neshat, Laura Torrado y Mark Shaw; asimismo, habrá representaciones colectivas con obras de Robert Doisneau, Ana Mendieta, Cindy Sherman y Marina Abramovic, entre otros.

En este su último año como comisario general del festival, Gerardo Mosquera propone el tema “Cuerpo. Eros y políticas” como eje central de las exposiciones, que abordarán la diversidad con la que la fotografía ha retratado uno de sus grandes temas por excelencia: el cuerpo humano. En esta ocasión el certamen indagará en el erotismo, pero también explorará la visión erótica, la creación fotográfica no erótica y las agresiones contra el cuerpo humano.

Con un presupuesto más reducido este año y una menor inversión pública, PhotoEspaña cuenta con la colaboración de instituciones como la Fundación Banco Santander, la Fundación Telefónica o la Fundación ICO junto con el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, la AECID, la Comunidad de Madrid, los ayuntamientos de Alcalá de Henares, Alcobendas, Zaragoza, Cuenca, Lanzarote y la Comunidad Europea, además del Instituto Cervantes, la Fundación MAPFRE o la Fundación Loewe.

De igual manera, en el ámbito de las redes sociales y las nuevas tecnologías se han impulsado diversas propuestas como la llamada “Caminante Digital: el peatón del s.XXI”, que precisamente hoy sábado finaliza su plazo para participar en dicho concurso. Se trata de subir a la Red las instantáneas con Instagram, para lo que hay que usar el hashtag #caminantedigital. Las 23 fotografías elegidas por el jurado de PHotoEspaña compondrán la exposición homónima.

Otro llamativo experimento fotográfico es el ideado por la Escuela Universitaria de Artes y Espectáculos TAI, pues lanza una convocatoria pública para participar en ‘Desmontando a Eros’, su exposición para PHotoEspaña. Un proyecto singular que mostrará las representaciones más icónicas del mito de Eros y el erotismo en las artes.

TAI ofrece la oportunidad a los usuarios de las redes sociales de que su representación erótica favorita sea reinterpretada y forme parte de una exposición de PHotoEspaña. Además, sorteará un curso de Fotografía entre todos los que participen a través de la aplicación de facebook.com/escuelatai.edu en ‘Desmontado a Eros’, cuyo plazo de admisiones finaliza el 31 de mayo. Suerte a todos los participantes.


Más información

Página web oficial de PHotoEspaña


Diseño fotográfico/logo PHE © Fernando Torres

domingo, 12 de mayo de 2013

La esperada “rentrée” del Hotel Chelsea


“I remember you well in the Chelsea Hotel”...

Decía Leonard Cohen para explicar su estancia en el Chelsea desde 1966, cuando se traslada por primera vez a una pequeña habitación en el quinto piso: “Una vez llegas al Chelsea, ya no hay vuelta atrás”… Cohen compuso tal vez la canción más célebre sobre este hotel, ‘Chelsea Hotel # 2’, con la que rememoraba su encuentro sexual con Janis Joplin en la habitación 104. Hace años, cuando la interpretaba en directo, a modo de introducción Cohen relataba cómo sucedió aquel affaire: “Había una vez un ascensor en un hotel de Nueva York. Una noche cerca de las 3 de la mañana me encontré con una mujer en ese hotel. Yo no sabía quién era, resultó ser una cantante muy famosa. Era un día muy sombrío en Nueva York. Fui al Bronco Burger por una hamburguesa, nada cambió. Fui al White Horse Tavern buscando a Dylan Thomas, pero el ya había muerto. Regresé al hotel y allí estaba ella en el ascensor, quien tampoco estaba buscándome. Ella andaba detrás de Kris Kristofferson. Yo no la buscaba a ella, sino a Lily Marlene. Después me enteré que ella era Janis Joplin, terminamos abrazados por culpa de ese divino proceso de eliminación que crea compasión donde solo hay indiferencia, luego ella murió. Escribí esta canción como un homenaje, es la llamada Chelsea Hotel”.

A pesar del titulo, Cohen no escribió la canción en el Hotel Chelsea, sino mucho después, entre 1971 y 1974. Tampoco parece haber una canción llamada ‘Chelsea Hotel # 1’, sino que existe una versión que difiere ligeramente de la grabada oficialmente. Leonard Cohen confesaría diez años después que aquella mujer se trataba de Janis Joplin, otra de las asiduas del Chelsea, siempre que estuviera en Manhattan para actuar en el aquel tiempo famoso Fillmore East del promotor Bil Graham. Aquella noche mágica Janis Joplin regresaba a su habitación cuando se cruzó en el ascensor con el cantante canadiense. Janis le preguntó si sabía dónde se hospedaba Kris Kristofferson, que había cedido a Joplin la canción ‘Me and Bobby McGee’. Cohen, rápido de reflejos como el poeta seductor que era contestó: “Señorita, está usted de suerte: yo soy Kris Kristofferson”. La broma causó su gracia y el truco dio resultado. Ambos pasaron la noche juntos, sólo fue una noche, pero dio lugar a una de las mejores canciones de la discografía de Cohen.

Tampoco hay que olvidar que canciones como ‘Chelsea girl’ (Nico), ‘Third week in the Chelsea’ (Jefferson Airplane), ‘We will fall’ (The Stooges) o ‘Like a drug I never did before’ (en la que Joey Ramone cantaba: “Hanging in the lobby of the Chelsea Hotel”) le rindieron su particular tributo musical. Y es que por las habitaciones del Chelsea, un edificio de ladrillo rojo de 12 plantas, reconocible por su característico rótulo de neón que en la década de 1950 se convertiría en uno de los símbolos de la bohemia neoyorquina, han desfilado un numeroso y singular grupo de músicos, actores, escritores, artistas y otras celebridades. Larga es la lista, pero baste mencionar a algunos de sus más memorables huéspedes, como son Arthur Miller, Allen Ginsberg, William S. Burroughs, Jack Kerouac, Charles Bukowski, Dylan Thomas, Tennessee Williams, Arthur C. Clarke, Marilyn Monroe, Andy Warhol, Jimi Hendrix, Larry Rivers, Robert Mapplethorpe, Patti Smith, Bob Dylan, Mark Twain, Bob Marley, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Thomas Wolfe, Frida Kahlo, Derek Walcott, Edith Piaf, Yves Klein, Robert Crumb, Keith Richards, Tom Waits o Madonna.

Construido en 1883 en el número 222 de la calle 23, entre la Octava y la Séptima Avenida, el Chelsea fue uno de los primeros edificios de apartamentos constituidos como una cooperativa. En 1905 sería transformado en hotel. Pero la noticia que sorprendió a todos fue la de su cierre el pasado 2011. El día 2 de agosto de aquel año el hotel amaneció sin huéspedes y dejó de admitir reservas para empezar un proceso de renovación que algunos opinaban que supondría el fin de uno de los iconos de la vida bohemia de la Gran Manzana neoyorquina. Estaba claro que el hotel necesitaba una remodelación completa de sus más de ciento veinticinco habitaciones y cien apartamentos de alquiler. Pero desde que en octubre de ese año trascendiera que los propietarios del hotel, miembros de la misma familia que lo compró en 1946, querían poner en venta el edificio por la acuciante necesidad de reforma que precisaba, los inquilinos han temido que los nuevos dueños no quieran continuar el legado de sus predecesores.

Los residentes del hotel, en su mayoría artistas que han querido preservar ese ambiente bohemio que ha reinado entre las paredes del Chelsea desde 1905, creen que los nuevos propietarios acabarán con la historia y los mitos a los que acogió en sus múltiples habitaciones. Finalmente se supo que el nuevo propietario es el inversionista de bienes raíces Joseph Chetrit, quien compró el edificio por algo más de 80 millones de dólares.

Para intentar acabar con esos miedos el arquitecto encargado de las reformas, Gene Kaufman, declaró a la prensa que el encanto original del hotel, incluyendo su escalera de hierro forjado y las obras de arte que cuelgan de sus muros, será preservado: “la gente no debería estar nerviosa por eso”, aseguró Kaufman. Obras de arte que Stanley Bard, su comprensivo director, generosamente aceptaba a la hora de cobrar el alquiler a sus inquilinos más necesitados.

Este mismo mes de mayo de 2013 su emblemática fachada roja lucía cubierta de andamiajes como prueba de las obras que en él se están realizando. Lo que no está muy claro aún es la fecha de su “rentrée”, si bien uno de los empleados de la recepción, un hombre de color, manifestó optimistamente que su reapertura sería en diciembre de este mismo año; mientras que otro trabajador del hotel llamado Doug, consultado telefónicamente, afirmó que sería en mayo del año próximo. Por tanto ha sido imposible verificar ese dato con certeza. También han resultado infructuosos hasta día de hoy los intentos de envío de fax a José Pérez, gerente del restaurante español “El Quijote”, situado en los bajos del edificio y cuyo contrato no expira antes de 2048; o el e-mail enviado al periodista de The Wall Street Journal, Craig Karmin. No obstante, todo parece indicar que el mítico Chelsea Hotel reanudará de nuevo su actividad hotelera en un futuro próximo. Al menos así lo esperamos muchos de nosotros.



Bibliografía

Chelsea Hotel Manhattan. Joe Ambrose (2007)

Más información

Página web del Hotel Chelsea de Nueva York