The Rolling Stones, la banda de
rock más grande y longeva del mundo, ha llegado este miércoles a Madrid para
dar un único concierto en España dentro de su gira “14 On Fire”.
Al parecer, la gira se denomina “14
On Fire” ya que hay quien asegura que los Stones solo pueden ofrecer catorce conciertos seguidos, pues según se especula ese es el número máximo de actuaciones
que las aseguradoras se aventuran a asumir, debido ello a la ya avanzada edad
de los miembros del grupo, superando ampliamente la edad de jubilación (entre
los cuatro suman 285 años). Si bien su estado de forma es francamente
envidiable, y a buen seguro, como así ha sido en las anteriores citas de esta
su nueva gira, el espectáculo estará asegurado.
Sea como fuere el de hoy será su vigésimo
segundo concierto en nuestro país. Y aunque no hayan publicado un disco
realmente antológico desde mediados de los 70, la expectación que suscitan en
el público de varias generaciones es tan grande que ya han colgado el cartel de
“no hay entradas” en todas las actuaciones de su gira por el continente europeo.
Por Internet la venta de localidades se agotó en pocas horas, cuando no se
colapsó la misma debido a la gran demanda de los fans más incondicionales
ávidos de una entrada para sumarse a los miles de seguidores que, una vez más,
gozarán con la música y puesta en escena de sus satánicas majestades. El show,
como es de esperar, no es para menos.
A todo ello se suma el eterno
rumor de que se trate de la última vez que los Rolling se pongan de nuevo “on
the road” con todo su instrumental y equipos de luz y sonido, pero esto viene
diciéndose hace décadas, y la retirada definitiva nunca llega, al menos
mientras el cuerpo aguante, que aguantará.
Y es que los Rolling siguen siendo
imbatibles en el escenario a pesar de llevar 50 años en la música. Y hace
muchos ya que son una leyenda viva que ofrece un tremendo espectáculo en
directo, con un repertorio que alterna temas clásicos con alguna que otra
sorpresa, como fue la participación de Bruce Springsteen en su concierto de
Lisboa.
La ciudad de Oslo supuso el regreso de la
banda a este tour –del que llevaban ofrecidos ya siete conciertos– tras el
suicidio de la pareja sentimental de Jagger, la diseñadora L'Wren Scott. “Todavía
estoy luchando para entender cómo mi amante y mejor amiga pudo acabar con su
vida de esta manera trágica”, escribiría Mick entonces en su página web.
Es indiscutible que Jagger y Richards son uno de los
tandems compositivos más prolíficos y exitosos de la historia del rock ‘n’ roll.
De su inspiración han salido temas tan buenos como el consabido ‘(I Can’t Get
No) Satisfaction’ –su primer número uno mundial–, ‘Jumpin Jack Flash’, ‘Brown
Sugar’, ‘Paint It Black’ o ‘Honky Tonk
Women’, por citar algunos de los más recordados.
The Rolling Stones han vendido
más de 200 millones de discos y en su discografía hay álbumes imprescindibles como
‘Between The Buttons’, ‘Beggars Banquet’, ‘Let It Bleed’, ‘Sticky Fingers’ o ‘Exile
On Main Street’.
Puede que estén ya mayores y que
lleven años repitiendo los mismos temas de siempre, pero cuando Richards rasguea
sus memorables riffs de guitarra y
Jagger corre por el escenario como si fuera un joven veinteañero, está claro
que “es solo rock ‘n’ roll pero nos gusta”. Comenzó la que podría ser la última
gira de sus satánicas majestades.
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Fotografía del concierto “14 On Fire Tour” © Fernando Torres