A propósito de la publicación en
España de su libro titulado ‘Como si masticaras piedras’, el pasado martes 16
de junio en Casa del Lector en Madrid, el periodista polaco Wojciech L.
Tochman dialogó con los compañeros de profesión Alfonso Armada y Ramón Lobo
sobre las características del periodismo actual.
Desde el año 1993 Tochman (Cracovia,
1969) escribe en el periódico polaco Gazeta
Wyborcza, que dirige Adam Michnik. Y lo viene haciendo con un personal
estilo que en cierta ocasión The New York Times calificó como “potente y
lapidario”. Por su parte, el diario británico The Guardian se ha referido a su
nueva obra como “devastadora y lúcida”. El libro, que acaba de ser traducido al
español por la editorial Libros del K.O., corresponde a la primera parte de una
trilogía que el periodista ha dedicado a los genocidios posteriores a la
Segunda Guerra Mundial.
Tochman viajó a Bosnia tras los
acuerdos de Dayton, en 1994, para informar sobre las consecuencias de la guerra
que asoló los Balcanes y que la Unión Europea contempló casi con indiferencia. El
periodista recorrió las zonas rurales más castigadas por la guerra para asistir
a la búsqueda de los restos de algunos de los 20.000 desaparecidos. En la mejor
tradición del nuevo periodismo de su compatriota, el célebre Ryszard
Kapuściński, maestro de periodistas, Tochman se sumergió personal y emocionalmente en ese dramático paisaje de la barbarie humana. El resultado de
ese trabajo de campo es ‘Como si masticaras piedras’, un libro que constituye
un fiel documento de los efectos de la guerra. “Las pruebas de ADN son, sin
duda, algo nuevo en la historia de las guerras. Al igual que los body bags, los ordenadores, Internet…
Todo lo demás es conocido: los campos de prisioneros, los barracones, los
refugios para perseguidos, el hambre, el saqueo, los desaparecidos que no dejan
rastro…”, nos dice Tochman. Al fin los gobiernos firmaron un diplomático tratado
de paz y los reporteros recogieron sus bártulos, pero eso no significa el fin
del conflicto. Las secuelas de la guerra permanecerán un largo tiempo.
Junto a Mariusz Szczygieł, Tochman
fundó en 2009 el Instituto de Reportaje, una de las más populares escuelas
europeas de periodismo. La obra de Tochman es un ejemplo de la mejor tradición periodística
polaca, a la que pertenecen cronistas como el gran Ryszard Kapuściński, que dio
a conocer el reporterismo polaco en el mundo. Tradición que otros muchos autores como
Tochman se encargan de mantener viva y pujante.
“En la crónica el mundo huele,
tiene buen sabor, es frío o caliente, claro u oscuro. Da calma, asco o temor”,
afirma Tochman.
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