La actriz, guionista y directora
de cine alemana, Maria Schrader, conocida por su trabajo en ‘La jirafa’ (1998), ‘Aimée y Jaguar’
(1999) y ‘In Darkness’ (2011), estrena en nuestro país como
directora la película ‘Stefan Zweig, adiós a Europa’.
Se trata de un atípico biopic centrado
en los años de exilio del gran escritor, biógrafo y activista social austriaco Stefan
Zweig (1881-1942), autor de la novela publicada en 1922 ‘Carta de una
desconocida’, en la que Zweig cuenta la historia de un escritor que recibe la
carta de una mujer a la que no conoce y que ha estado siempre enamorada de él.
“A gran autor, gran
planteamiento. No queríamos caer en un simple biopic. Pero la propia falta de
medios y las escasas localizaciones nos proporcionaron, curiosamente, una
tremenda libertad”, afirma Schrader.
Como judío, Zweig se vio obligado
a abandonar su país debido al régimen nazi. En su éxodo, se refugió primero en
París y, más tarde, en Londres, aunque acaba dejando Europa huyendo a
Sudamérica, instalándose finalmente en Brasil, donde terminará suicidándose junto
a su esposa Lotte en 1942 debido a su miedo a que el nazismo se extendiera como
la peste por todo el mundo.
Y es precisamente en Brasil donde
Maria Schrader comienza el rodaje de su cinta sobre el turbado crepúsculo de Stefan
Zweig. Una sucesión de planos que definen su condición de exiliado repartidos
en cinco secuencias en los que el autor de ‘Novela de ajedrez’ (1941) –la
novela sobre la neurosis obsesiva que desarrolla un hombre por el ajedrez
durante su cautiverio en manos de la Gestapo–, transita a la deriva y abatido
antes de su final.
En las elocuentes páginas de sus
memorias, tituladas ‘El mundo de ayer’, escritas poco antes de su suicidio, Zweig
declara: “Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del
Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias
y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos, las grandes
ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania,
el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el
nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea”.
La noche del 22 de febrero de
1942, Zweig había estado jugando al ajedrez con un vecino. Luego se fue a casa.
Había escrito el borrador de una nota, la había cambiado, después la había
copiado en otra página, tachando unas palabras. Después se envenenó con cianuro, Lotte
también lo hizo.
Stefan Zweig escribió y publicó miles de
palabras a lo largo de su vida. Su último pensamiento ocupó menos de una
página.
Fotografía cartel del filme ‘Stefan
Zweig, adiós a Europa’.