El genio del surrealismo holandés,
Maurits Cornelis Escher (1898-1972), es el protagonista de esta exposición que
ha tenido una gran acogida internacional. En ella se pueden admirar 200 obras
del autor que han influido en científicos y diseñadores, además de en el mundo
del arte. La muestra puede verse en el
Palacio de Gaviria, uno de los tesoros arquitectónicos del centro de
Madrid, que abrió sus puertas para la ocasión tras varios años cerrado.
Escher experimentó con diversos
métodos para representar, en dibujos de dos o tres dimensiones, espacios
paradójicos y mundos imaginarios que desafían los usuales modos de
representación, y por tanto al curioso espectador que los contempla perplejo.
Jugando con la arquitectura, la perspectiva y las figuras imposibles, su arte
sigue sorprendiendo y maravillando a millones de personas en todo el mundo. En
su obra reconocemos su aguda observación del mundo que nos rodea y las
expresiones de sus propias fantasías. Escher nos demuestra que la realidad puede
ser fascinante, comprensible y maravillosa.
La exposición incluye algunas de
las obras maestras de este gran artista, como ‘Mano con esfera reflectante’,
‘Relatividad’ (Casa de Escaleras), y ‘Belvedere’. Esta selección de obras
permite profundizar en la trayectoria de Escher, en la que destaca como
grabador, intelectual y matemático, cuyas obras han marcado el cultural imaginario
colectivo durante décadas. La exposición cuenta además con experimentos
científicos, áreas de juego y recursos educativos que contribuyen a que
visitantes de todas las edades comprendan sus imágenes desconcertantes y los mundos
insólitos que se unen en él para formar una dimensión artística única.
Aparte de ser un artista gráfico,
Escher ilustró libros, diseñó tapices, sellos postales y murales. Nació en
Leeuwarden, Países Bajos, como el cuarto hijo de un ingeniero civil.
Después de fracasar sus exámenes de la escuela secundaria, Maurits finalmente
se matriculó en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas en Haarlem.
Aunque pronto anunciaría a su padre que prefería estudiar arte gráfico en lugar
de arquitectura, ya que había mostrado sus dibujos y cortes de linóleo a su
maestro gráfico Samuel Jessurun de Mesquita, quien le animó a continuar con las
artes gráficas.
Después de terminar la escuela,
viajó extensamente por Italia, donde conoció a su esposa Jetta Umiker, con
quien se casó en 1924. Se establecieron en Roma, donde permanecieron hasta
1935. Durante estos once años, Escher viajaría cada año por toda Italia,
dibujando y bosquejando para las diversas impresiones que haría cuando volvió a
casa. Estas litografías y xilografías demuestran la pericia del artista y su
contacto con el Art Nouveau, o su admiración por el paisaje italiano y el
palacio de la Alhambra, que visitó e inspiraría sus trabajos de teselados. La
retrospectiva, iniciativa del grupo Arthemisia,
está comisariada por Mark Veldhuysen, CEO de la M.C. Escher Company, y por
Federico Giudiceandrea, experto en la figura de Escher.
El Palacio
de Gaviria, obra del arquitecto Álvarez Bouquet, se convierte así en un
atractivo aliciente paralelo a la muestra. La exposición es, por tanto, también
una oportunidad para visitar este edificio de inspiración italiana, inaugurado
en 1851. Antigua mansión del banquero Manuel Gaviria y Douza, su escalera
balaustrada y los frescos de Joaquín Espalter y Rull son algunos de los
elementos más espectaculares.
La exposición puede visitarse
hasta el próximo 25 de junio.
Enlace de interés
Página web oficial de M. C. Escher
‘Lazo de Unión’, 1956 © M.C. Escher