En
plena Era digital, en la que la fotografía experimenta cada día nuevos e importantes
avances como son las excelentes prestaciones de las últimas cámaras réflex o el
uso de los cada vez más sofisticados smartphones, asistimos también al resurgir
de las cámaras instamáticas, como la emblemática Polaroid o la Lomo Instant. Y
de igual forma se advierte una pujante vuelta a la fotografía analógica a tenor
del reciente auge y las posibilidades que ofrece la lomografía.
Los
mejores inventos nacen de las casualidades, pero también de una necesidad, como
le ocurriría a Edwin Land con su Polaroid. Y es que el caprichoso azar propició
que, a principios de los 90, Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger, dos
estudiantes austriacos, encontraran en un mercadillo de Praga por casualidad
una curiosa cámara rusa llamada ‘LOMO’ (Lomo LC-A).
‘LOMO’
es el acrónimo de Leningradskoye
Optiko-Mechanichesckoye Obyedinenie (Unión Mecánica Óptica de Leningrado),
una compañía fundada en San Petersburgo en 1914. Sería el General Igor Petroviwitsch,
mano derecha del Ministro de Defensa y de Industria de la Unión Soviética,
quien en 1982 mostrara una mini cámara japonesa a su camarada Michael
Panfilowitsch, director de la fábrica rusa especializada en armas y óptica. Panfilowitsch
examinó la cámara observando la gran nitidez de su lente de cristal, su extrema
sensibilidad a la luz y su robusto armazón.
La
cámara en cuestión, objeto de aquel flagrante caso de espionaje industrial, no
era otra que la nipona Cosina CX-1, que se copió con la intención de mejorar su
diseño, creando así el primer prototipo de la rusa Lomo LC-A –que los espías de
la KGB utilizaban para fotografiar planos secretos o armamento–, y que se
exportó a países por entonces comunistas como Ucrania, Polonia, Checoslovaquia
e, incluso, Cuba, dando lugar al fenómeno que vino después conocido como
‘lomografía’. Muy pronto el uso de estas máquinas fotográficas se extendería
por Europa occidental.
Los
descubridores que darían a conocer al mundo entero la Lomo Kompakt Automat
(mejor conocida como Lomo LC-A), serían esos dos estudiantes de Viena que la
adquirieron sin saber aún su trascendencia en el mundo de la fotografía
experimental. En su recorrido por las calles de Praga realizaron fotografías
fortuitas sin apenas mirar a través del visor de la cámara, de una forma casual
y espontánea. A la vuelta de sus vacaciones, al revelar las fotos, para su
sorpresa comprobaron que las instantáneas eran luminosas, de saturados colores,
y transmitían con gran frescura la emoción del momento, advirtiendo las
posibilidades artísticas que se derivaban de esa compulsiva práctica
fotográfica.
Esa
intensificación de los colores se debe a la lente gran angular llamada Minitar
1, que fue expresamente diseñada por el profesor Radionov. La singular lente se
caracteriza porque da como resultado una mayor saturación de los colores en el
centro de la imagen. Causa un efecto túnel, además de un oscurecimiento en las
esquinas del encuadre, produciendo ese característico viñeteado. Mientras que
su rudimentario mecanismo de enfoque, con sólo cuatro modos: 0,8 metros, 1,5
metros, 3 metros e infinito, hace que algunas fotos aparezcan algo
desenfocadas, pero con un particular toque artístico. A lo que se suma la
opción del disparador en modo ‘manual’, con largas exposiciones a baja luz,
creando deliberadamente insólitas visiones.
El hallazgo
de los estudiantes corrió de boca en boca y comenzaron a demandar cámaras al
antiguo bloque soviético clandestinamente. Poco después se fundaría la Sociedad
Lomográfica, que actualmente cuenta con más de 500.000 miembros.
A
pesar de que en San Petersburgo la producción haya decaído, la Sociedad
Lomográfica ha conseguido llevar las matrices de estos modelos a China, para
evitar la escasez de máquinas en el mercado. Y está demostrando que la
lomografía se ha convertido en algo más que una moda, es una popular forma
experimental de expresión artística.
Más información
Página
web oficial de Lomografía.
Enlace de interés
El
efecto ‘Lomo’ con Photoshop.
Fotografía
‘Otoño’ © Fernando Torres