En
un enclave alejado de los habituales circuitos metropolitanos del arte
contemporáneo, Barry Wolfryd expone una muestra de su pintura Pop Art y
esculturas en cristal.
En
un singular entorno de gran riqueza paisajística, entre jardines franceses,
fuentes monumentales y fábricas de cristal, desde este pasado verano se pueden
ver las obras que el artista naturalizado mexicano Barry Wolfryd (Los Angeles,
California, 1952) ha englobado en la exposición ‘Common Ground’ (Intereses
compartidos), que se compone de pinturas y los trabajos en vidrio que el
artista produjo durante el primer trimestre de este año en los talleres de la
Real Fábrica de Cristales, invitado por su Museo Tecnológico, y que podrán
verse en el Museo de La Granja hasta el próximo 14 de enero.
Barry
Wolfryd comenzó sus estudios de arte en 1972, en el Housatonic Community
College de Bridgeport, Connecticut, EE.UU. Los siguientes diez años continuó en
escuelas de arte de su país natal y México. A los veintidós años se mudó a
México y en 1975 asistió al Instituto Allende, en San Miguel de Allende,
Guanajuato. En 1982 estudió en el Chicago Art Institute y en 1984 en el
Instituto Nacional de Bellas Artes de San Luis Potosí. Fue en este periodo
cuando Wolfryd descubrió la cultura del cinismo mexicano (según Octavio Paz, el
“chingar o ser chingado”), lo cual es perceptible en su obra a través de
iconos, símbolos y objetos. Un año después se mudó a la Ciudad de México, donde
amplió sus actividades artísticas.
Sus
primeros ensayos creativos fueron realizados bajo la influencia del jazz, la
música de Frank Zappa, el arte pop y la escuela neoyorquina. Esas experiencias
conformaron en él una ideología que lo mantuvo artísticamente ligado a la
crítica social. Desde entonces, el artista se adueña de personajes y objetos de
la cultura popular y los reinventa provocando, con una gran dosis de humor
negro, la reflexión del espectador. Para Wolfryd la vida no es el retrato perfecto
de las vacaciones, sino una secuencia de eventos que se mantienen unidos sólo
por nuestra insistencia de algo mejor.
A partir
de 2014, Wolfryd comenzó a presentar sus obras con mayor frecuencia en Europa. En el
verano de ese
año expuso en Berlín
y creó una
serie de esculturas
de vidrio en
Murano, en el taller Berengo Studio. En 2016 expuso en el Museo d’arte Moderna
de Trieste, Italia.
La serie de esculturas en vidrio para la muestra individual comisariada por Aldo Flores, que se celebra ahora en La Granja de San Ildefonso (Segovia), se compone de obras realizadas tanto en los talleres de la propia Real Fábrica de Cristales, como en el Berengo Studio de Murano. La colección pasará al museo MAVA de Madrid en 2018.
La serie de esculturas en vidrio para la muestra individual comisariada por Aldo Flores, que se celebra ahora en La Granja de San Ildefonso (Segovia), se compone de obras realizadas tanto en los talleres de la propia Real Fábrica de Cristales, como en el Berengo Studio de Murano. La colección pasará al museo MAVA de Madrid en 2018.
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