viernes, 19 de marzo de 2021

‘Cortázar: instrucciones de montaje’ (II)

La Fundación Juan March presenta hoy en directo, desde el auditorio de su sede en Madrid, la segunda parte del videoensayo y coloquio en torno a Cortázar.

Este viernes la Fundación Juan March vuelve a tener como protagonista al escritor argentino Julio Cortázar, una de las grandes figuras del llamado “boom” de la literatura hispanoamericana. Para este análisis sobre Cortázar y su inabarcable obra se ha contado con las entrevistas realizadas a Mario Vargas Llosa, José Sanchis Sinisterra y Alberto Manguel, que indagan en algunos aspectos del escritor que, en la década de 1960, formó parte de ese fenómeno editorial que dio proyección internacional a los narradores de América Latina.

Entre aquellos precursores, además de Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, se encuentra el propio Vargas Llosa, siendo ellos los más representativos de una lista que iría creciendo.

“En sus cuentos y en sus novelas hay un divertimento del que salían cosas muy serias y en el que él se llevaba sorpresas. (...) Tenía una trompeta ahí en su casa con la que se encerraba horas en su escritorio. La influencia de la música moderna estaba muy presente en él y en su escritura se reflejaba esa afición”. Afirma Vargas Llosa.

En este evento la periodista Lara Siscar conversará con el escritor Bruno Galindo y con Mariángeles Fernández, editora y experta en la obra de Julio Cortázar. Un autor que supo combinar como nadie originalidad, lirismo, humor y compromiso político.

El acto también contará con una breve intervención del cineasta Gonzalo Suárez, que en 2019 pronunció una conferencia en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara (México), en la que explicó que conoció al autor de ‘Rayuela’ en los años 60 y que consolidó una amistad en la que ambos compartían el gusto por el cine, los libros y el humor.

De su amigo Gonzalo Suárez dijo Cortázar: “Para alguien que aprecie los juegos sigilosos de una inteligencia irónica, y la marginalidad deliberada allí donde la gran mayoría trabaja a full time, la obra resbaladiza y casi inasible de Suárez dibuja en el panorama español contemporáneo algo análogo a lo que pudo dibujar en Francia la obra de Boris Vian”.

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‘Cortázar: instrucciones de montaje’ (II) / Canal March.

Enlace de interés

Cortázar: instrucciones de montaje’.

Fotografía de Julio Cortázar © Alberto Jonquières

sábado, 13 de marzo de 2021

El monstruo del Barrio rojo

Filmin suma a su catálogo una película dura y repulsiva ubicada en el Hamburgo de los años 70 que retrata los peores años del asesino de Sankt Pauli.

El distrito de St. Pauli, en el Hamburgo de principios de la década de los 70, era un sórdido barrio de ambiente nocturno lumpen frecuentado por borrachos, ludópatas, vagabundos, prostitutas, marineros y almas solitarias. En los alrededores de St. Pauli residía por entonces el serial killer Fritz Honka.

Esta espeluznante historia real se convirtió en literatura gracias a Heinz Strunk y su novela The golden glove (2016), ganadora del prestigioso premio Wilhelm Raabe, uno de los galardones literarios más respetados de Alemania. La manera en que su autor retrata el sombrío mundo de Fritz Honka, sumido en un empedernido consumo de alcohol, patologías sexuales y violentos crímenes, atrajo la atención del director turco-alemán Fatih Akin quien, en 2019, hizo una adaptación cinematográfica del libro no apta para estómagos emocionalmente sensibles.  Estrenada en la Berlinale con polémica incluida, la brutal película de Fatih Akin no escatima en sangre y vísceras.

El título elegido para la novela (The golden glove) hace referencia a Zum goldenen Handschuh (Al guante dorado), un sucio antro del Barrio rojo situado en Hamburger Berg 2 que regenta un ex boxeador, y del que Fritz “Fiete” Honka es asiduo. A simple vista, este hombre cuyo rostro presenta una deformidad causada por un accidente de tráfico en 1956, es un perdedor más que deambula por allí por las noches buscando mujeres solitarias. Nadie entre la clientela habitual de este tugurio, próximo a la calle Reeperbahn, sospecha que el aparentemente inofensivo “Fiete” esconde un secreto oscuro y letal. A ojos de los parroquianos, es un tipo extraño, del que se desconoce su verdadera naturaleza. Pero Fritz Honka es en realidad un psicópata asesino.

Friedrich Paul Honka nació el 31 de julio de 1935 en Leipzig (Alemania), en el seno de una familia numerosa, el tercero de diez hijos. Su padre trabajaba como carpintero y su madre como sirvienta. Pero los salarios de ambos no eran suficientes para mantener a tantos hijos. Y esta situación empeoró con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Su padre, conocido por sus ideas comunistas, fue arrestado por los nazis y llevado a un campo de concentración. Lo mismo le pasó al pequeño Fritz que, según relataría años después, tanto él como su padre fueron liberados por los rusos.

El regreso a una vida normal después de este período en los campos nazis fue una locura. Especialmente para el padre, que se refugió en el alcohol. Su adicción y los efectos de su encarcelamiento resultaron en su muerte en 1946. Debido a las dificultades de la madre, Fritz fue enviado a un orfanato. Allí pasaría la mayor parte de su adolescencia sin saber siquiera qué eran los afectos hasta que empezó a trabajar. Tenía quince años cuando el joven comenzó como albañil, luego se fue a Alemania Occidental como obrero en varias granjas.

En 1967, el enfermizo y dipsómano Fritz Honka se traslada de Neuwiedenthal, en el distrito de Hausbruch, a Zeißstraße 74, en Ottensen, que es la dirección y la época en la que transcurre la película. En diciembre de 1970, por entonces vigilante nocturno en las oficinas de la compañía Shell, cometió su primer asesinato comprobado. Estranguló en su piso a Gertraud Bräuer, peluquera de 43 años y trabajadora sexual ocasional; cortó el cadáver en pedazos que luego envolvió y escondió en varios lugares en un área cercana. Las partes del cuerpo fueron encontradas e identificadas por la policía de Hamburgo, pero su investigación no encontró al asesino.

Durante algún tiempo, Honka vivió en el inmundo apartamento de Zeißstraße 74 con una mujer llamada Irmgard Albrecht. El verano de 1972 obligaría a Ruth Dufner a tener relaciones sexuales con él e Irmgard. Pero Ruth huyó desnuda del piso de Honka y lo denunció a la policía.  

En el momento del incidente, Honka tenía un alto nivel de alcohol en sangre. Un tribunal le ordenó pagar una multa de 4.500 marcos alemanes, pero se retiró el cargo de violación. En los años posteriores, sus problemas con el alcohol le impidieron mantener relaciones con mujeres, y recurrió a las prostitutas que conocía en los pubs o en los alrededores de Reeperbahn para tener relaciones sexuales.

Honka volvió a asesinar, cuatro años después, cuando estranguló a la trabajadora sexual de 54 años Anna Beuschel en su piso en agosto de 1974. En diciembre de ese mismo año mató de la misma forma a Frieda Roblick, de 57 años, y en enero de 1975 a la trabajadora sexual de 52 años, Ruth Schult.

En los tres casos, Honka cortó los cadáveres en pequeños pedazos y los escondió en su piso y en el ático de la casa. La desaparición de las tres mujeres no fue denunciada a la policía. Las quejas de otras personas que viven en la casa debido al fuerte hedor que producían los cadáveres en descomposición fueron ignoradas. En un intento de enmascarar el olor, Honka usaba una gran cantidad de aerosol con aroma a pino.

El 15 de julio de 1975, una llamada a los servicios de emergencia advirtió de un grave incendio en el edificio de apartamentos de Zeißstraße. Mientras varios bomberos intentaban apagar rápidamente el fuego, otros buscaban posibles víctimas. Para su sorpresa, cuando acaba de colapsar el techo del ático, encuentran entre los escombros cuatro bolsas que contienen los cadáveres desmembrados de cuatro mujeres. Honka estaba en el trabajo en ese momento y fue arrestado cuando regresó a casa.

El tribunal lo declaró culpable de un cargo de asesinato y tres cargos de homicidio involuntario. Fue condenado a 15 años de prisión en un hospital psiquiátrico. Su abuso habitual de alcohol fue considerado un factor atenuante, ya que disminuyó su capacidad mental.

Una vez finalizada su condena, fue puesto en libertad y vivió bajo la identidad de Peter Jensen en una residencia de ancianos en Scharbeutz. Frizt Honka murió de un infarto el 23 de octubre de 1998 a la edad de 63 años.

La peculiar adaptación que Fatih Akin hace de la novela de Heinz Strunk, que cuenta con una impecable actuación y caracterización del actor Jonas Dassler, va dirigida a un público muy reducido a causa de su crueldad narrativa y desagradable puesta en escena.

Fotografía ‘Zum goldenen handschuh’ © Warner Bros / Gordon Timpen

viernes, 5 de marzo de 2021

El ‘Mediterráneo’ de Martin Parr

Una exposición itinerante muestra las fotografías del artista británico en diferentes centros de la Comunidad de Madrid adscritos a la Red Itiner 2021 Espacios para el Arte. 

‘Mediterráneo’ es una de las mejores series de este prestigioso fotógrafo miembro de la Agencia Magnum desde 1994. En esta exposición Martin Parr (Epsom, Reino Unido, 1952) nos sorprende con sus instantáneas de momentos absurdos y las extravagantes situaciones que nadie como él sabe ver en la cotidianeidad de la vida en las concurridas playas mediterráneas.

A pesar de las críticas y la polémica que sus primeros trabajos suscitaron, Martin Parr está considerado uno de los artistas que revitalizaron la fotografía documental y social, lo que le ha propiciado la merecida fama como uno de los fotógrafos más innovadores e influyentes de la actualidad. Sus imágenes pretenden ser una crítica al sistema desde dentro, mostrando las problemáticas de nuestro tiempo con una irónica visión capaz de retratar la parte kitsch de lo cotidiano.

Su carrera internacional comenzó con su célebre libro The Last Resort (1986), que recopila las fotografías que realizó en el complejo turístico costero de New Brighton, cerca de Liverpool. Desde entonces, su obsesión por la playa se ha extendido por todo el mundo. En esta exposición podemos ver una compilación de las fotografías que tomó en los años 90 en España. En 1994, después de un acalorado debate sobre su provocativo estilo fotográfico, Martin Parr se convertiría en miembro de la agencia Magnum.

En 2002, la Barbican Art Gallery y el National Media Museum presentaron una completa retrospectiva de su trabajo que viajó a los grandes museos europeos, entre ellos el Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid.

En 2004 fue nombrado profesor de fotografía en la Universidad de Gales y director artístico invitado de los Rencontres D'Arles. Dos años más tarde recibe el premio Erich Salomon, galardón que se le concede por su trabajo realizando un fotoperiodismo destacable.

En 2008 se le hizo entrega del premio PHotoEspaña Baume et Mercier como reconocimiento a su trayectoria profesional. 

En 2019, la National Portrait Gallery de Londres le dedicó una importante muestra con el título Only Human.

La exposición ‘Mediterráneo’ se puede ver hasta el próximo 7 de abril en el Centro de Arte Alcobendas.

Más información

Site personal de Martin Parr.

Fotografía Benidorm (1997) © Martin Parr / Magnum Photos