La fotógrafa franco-suiza
Sabine Weiss, última gran representante de la fotografía humanista francesa,
falleció este martes en París a los 97 años.
Nochevieja del 31 de diciembre de 1954. La fiesta de fin de año se celebraba en las calles de París y los amantes de la fotografía, divertidos por estar siendo fotografiados, terminaban intercambiando a sus respectivas parejas ante los ojos de Sabine Weiss.
Nacida en Suiza en 1924, Weiss se
trasladó a París en 1946, allí empezaría a trabajar para el fotógrafo de moda
Willy Maywald.
En 1950, año de su matrimonio
con el pintor estadounidense Hugh Weiss, de quien toma su apellido, abrió su
estudio en el distrito XVI. Por aquel entonces, Robert Doisneau la presentaría a
Vogue y a la agencia Rapho (actualmente Gamma-Rapho).
Weiss trabajaría en la
fotografía de moda y publicidad para ganarse la vida, aunque son sus fotografías
en blanco y negro las que le dieron una fama internacional. De formación
ecléctica, se consagró capturando con su cámara instantes de la vida cotidiana
en el París de mediados del siglo pasado: transeúntes, trabajadores,
niños, mendigos...
Empezaría a frecuentar los
círculos artísticos de la época, retratando a Dubuffet, Stravinsky, Britten, Giacometti
o Léger. Asimismo, trabajó para revistas de renombre como Newsweek, Time, Life, Esquire,
o Paris-Match, alternando el reportaje, la publicidad, la moda, el espectáculo
o la arquitectura.
Como sus coetáneos Doisneau,
Boubat, Willy Ronis o Izis, Sabine Weiss inmortalizó la vida sencilla de la
gente. Se convirtió en representante de la escuela fotográfica humanista
francesa, una etiqueta que finalmente aceptó, aunque la considerara simplista.
Prolífica y generosa, en 2017
legó unos 200.000 negativos y 7.000 hojas de contacto al Museo del Elíseo de
Lausana, en Suiza.
Sabine Weiss celebró su 97
cumpleaños este verano, en julio, poco después de la inauguración de su
retrospectiva en los Rencontres d'Arles.
Fotografía París, 1954 © Sabine Weiss