El gran artista manchego se encuentra actualmente inmerso en un nuevo proyecto retratando
el paisaje urbano de Madrid.
Antonio
López (Tomelloso, 1936) comenzaría a pintar las calles cuando, en la década de
los sesenta, decide incorporar nuevos temas a su trabajo. A partir de esa nueva
actitud el artista resuelve no añadir nada a la realidad, como ocurre con su
primer paisaje que plasma en la obra Madrid
(1960). Desde entonces ese enfoque iría ganando terreno en su producción hasta
convertirse en el único.
Por
esos años es cuando Antonio López asume que su trayectoria, su terreno, es el
de pintar la realidad sin elementos añadidos. Desde la mitad de los años
sesenta pinta, dibuja y esculpe lo que le interesa sin hacer uso de ningún
recurso estilístico, siendo su visión el único filtro y su dominio técnico el medio.
Un
talento que fue modelando gracias a la formación temprana que le imparte su
tío, el pintor Antonio López Torres, y más tarde, con la que recibe en la
Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde, entre 1950 y 1955, cursa sus
estudios oficiales de pintura.
Su obra escultórica la
desarrollaría en paralelo a la pintura y el dibujo, realizando relieves en
distintos materiales, así como sus primeras piezas exentas. Entre 1964 y 1969
imparte la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de
San Fernando. Posteriormente ha dado cursos de forma puntual, dedicándose por
completo a la creación artística.
En 1993 Antonio López realiza
su primera exposición antológica en el Museo Nacional Centro de Arte Reina
Sofía, con gran éxito de público y crítica. En octubre de 2001, el Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía celebra, con una pequeña muestra y
publicación, la adquisición de las esculturas Hombre y Mujer y diecinueve de sus dibujos
preparatorios, que se añaden a otras tres importantes obras del pintor
pertenecientes a la colección permanente del museo.
En 2006 presenta en la Asamblea
de Madrid su pintura urbana de mayor formato realizada hasta el momento, Madrid desde la torre de bomberos de
Vallecas, que supera los cuatro metros de ancho y representa casi la
totalidad de la superficie de la ciudad vista desde aquel punto. Será en 2008
cuando culmine su primer encargo de escultura monumental pública en solitario,
dos grandes cabezas monumentales de bronce de tres metros de altura, La Noche y El Día, que se encuentran
junto a la estación de Atocha de Madrid. En octubre de 2010 se inaugura su
segunda escultura pública, La mujer de
Coslada, en la Avenida de la Constitución de dicho municipio madrileño.
En junio de 2011 se inaugura en el Museo Thyssen-Bornemisza una exposición individual que aúna el carácter retrospectivo con la presentación de su obra más reciente que todavía no había visto la luz. La muestra viaja también ese mismo año al Museo de Bellas Artes de Bilbao.
La obra de Antonio vuelve a
encontrarse con el público madrileño en febrero de 2016, con motivo de la
inauguración de una exposición en el Museo Thyssen sobre el grupo de Realistas
de Madrid, en el que se enmarca al artista junto a los que han sido sus compañeros
y amigos desde su etapa de formación: Isabel Quintanilla, Julio y Francisco
López, María Moreno, Amalia Avia y Esperanza Parada.
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información
Web oficial de Antonio López.