lunes, 28 de julio de 2025

‘Después de todo. Fotografía en la Colección Helga de Alvear’ y PHotoESPAÑA 2025

Finalizó esta exposición organizada por el Ayuntamiento de Madrid, el Espacio Cultural Serrería Belga y el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear como parte de la sección oficial de PHotoESPAÑA. 

El Espacio Cultural Serrería Belga acogió la exposición que, en el marco de la edición de PHotoESPAÑA 2025, trazó la historia visual de la transformación europea a través de su arquitectura recorriendo un siglo de rupturas y renacimientos en el que la fotografía documenta los ecos de la guerra, la industria y la memoria.

La muestra incluía fotografías de grandes artistas como Eugène Atget, Bernd & Hilla Becher, Mario von Bucovich, Janos Frecot, Hein Gorny, Andreas Gursky, Candida Höfer, Axel Hütte, Thomas Ruff, Hugo Schmölz, Josef Stoffels, Cami Stone, Sasha Stone, Thomas Struth, Frank Thiel, y Paul Wolff.

El conjunto de fotografías mostraban la herida abierta que dejó la I Guerra Mundial, la crisis industrial que vivió Alemania Occidental desde 1950 y que azotaría a Europa y Estados Unidos y la reconfiguración del orden político mundial tras la caída del muro de Berlín, que habría de marcar el inicio de la sociedad contemporánea con todas sus contradicciones y conflictos, simbolizan algunos de esos momentos que en sus respectivas épocas han representado el fin de algo, el después de todo.

De cada una de estas tres etapas de la historia había una imagen que fotográficamente estaba representada en los fondos de la Colección Helga de Alvear. El inicio lo marcan los autores de la Nueva objetividad de los años 20 y 30, precedidos por Eugène Atget, quienes prescindieron de cualquier atisbo de optimismo y abandonaron todo rastro de subjetivismo y pictorialismo para representar el período de entreguerras con precisión técnica y exactitud formal, al tiempo que abrían el debate sobre la veracidad de la fotografía.

La siguiente etapa se inicia en 1959, año en que Bernd y Hilla Becher comenzaron el titánico inventario de edificios y estructuras industriales marcados con la inminencia de su propia muerte; constituyendo la huella de un tiempo histórico desde el mismo instante en que son atrapados por el objetivo. Un archivo melancólico de tipologías, series y sistemas –que habían de favorecer su entrada en el mundo del arte de la mano de conceptuales y minimalistas–, conformados con un método preciso e imperturbable en el tiempo. Documentos de una crisis industrial y económica, pero sobre todo social, a pesar de o a causa de la deshumanización de que es objeto el registro de estas “esculturas anónimas”.

Por último, ese nuevo tiempo que los alumnos de los Becher representaron, tornando explícito el conflicto entre la memoria y el futuro que se conceptualiza a través de sus edificios, interiores y fachadas, y de su espacio urbano, desierto o agitado por las relaciones sociales que en él se establecen. Una diversidad de singularidades arropadas por una designación, la Escuela de Düsseldorf, en la que prosigue imparable el deseo de inventariar. Ya no bajo la premisa del documento y la objetividad, sino asumiendo totalmente la naturaleza de construcción que distinguirá a la fotografía, su naturaleza de imagen. Procesos de distanciamiento, deshumanización o ensimismamiento son puestos en práctica junto a operaciones de apropiación, producción o manipulación digital, dejando a la fotografía suspendida entre la más radical objetividad y la ficción.

Las imágenes de Höfer, Struth, Gursky, Hütte y Ruff cierran con la representación de un tiempo que se destruye y renace incesantemente a través de su arquitectura. Un ritmo tan rápido y nuevo que no deja lugar a la ruina, únicamente a su imagen transitoria conservada en el objetivo de Thiel. Ruina enfrentada a su reverso, la construcción de una nueva identidad y un nuevo tiempo histórico, tan complejos como la acumulación de detalles que las imágenes recogen.

En esta selección quedaron a un lado retratos y paisajes, para centrar la exposición en el espacio urbano, sus edificios y sus interiores, aprovechando el contexto que la Serrería Belga proporciona. Un espacio que es, en sí mismo, un ejemplo magnífico de espacio industrial que acumula estratos de historia y sobrevive a partir de su reconversión como espacio cultural.

Más información

PHotoESPAÑA 2025.

Fotografía ‘Hong Kong’ (1994) © Andreas Gursky  (Cortesía Museo Helga de Alvear, Cáceres)