domingo, 16 de octubre de 2016

Dylan, un cantautor en la corte de los Nobel


Los ilustres académicos reunidos como todos los años en el Börshuset, el palacio de la Bolsa de la ciudad vieja de Estocolmo, anunciaron la buena nueva: el cantautor americano Bob Dylan era esta vez el merecedor del Premio Nobel de Literatura. Galardón que según la Academia Sueca se le concede “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”.

Un año más, Haruki Murakami, Philip Roth, Don DeLillo, Thomas Pynchon, Richard Ford o Cormac McCarthy, entre otros menos esperados, no tuvieron la suerte de ser el elegido. Pero es que el nombre de Dylan también se barajó en otras ocasiones con motivo de los premios que instaurara en su testamento Alfred Nobel. Y en justicia, y a pesar de los que opinan que para él son más propios otros agasajos o nominaciones como los Grammy, Robert Allen Zimmerman, pues cambió su nombre inspirándose en el poeta Dylan Thomas, ha pasado a engrosar la lista de insignes con su flamante Premio Nobel de Literatura 2016.

Como ha dicho Leonard Cohen, otro gran poeta, “el Nobel a Dylan es como ponerle una medalla al Everest”. A sus 75 años y ya reconocido anteriormente con varios Grammy, el Pulitzer, un Oscar de Hollywood o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, como dijera de él su amigo Allen Ginsberg, el más mediático de los miembros de la Beat Generation, “es uno de los más grandes bardos y juglares norteamericanos del siglo XX y sus palabras han influido en varias generaciones de hombres y mujeres de todo el mundo”. Sin embargo, hay opiniones para todos los gustos; entre los no conformes con la decisión tomada está el novelista escocés Irvine Welsh, por ejemplo, quien se ha indignado mucho por el premio otorgado a Dylan.

Por su parte, la Academia Sueca a través de su portavoz y secretaria permanente, Sara Danius, elogió al genio de Minnesota diciendo que “si miramos atrás, en el pasado descubrimos a Homero y a Safo, que escribieron textos poéticos hechos para ser escuchados, a veces representados acompañados con música. Y aún hoy leemos a Homero y a Safo y los disfrutamos. Con Bob Dylan ocurre lo mismo: puede y debe ser leído también”.

Para Bob Dylan la lectura de la obra del poeta surrealista francés Arthur Rimbaud supuso un punto de inflexión en su lírica forma de componer textos para sus canciones, pues leyó mucha poesía antes de escribir la suya. Otro componente de su cóctel creativo eran los sucesos sociales que ocurrían en su tiempo y transcendían a la prensa que leía diariamente. Por lo que fue siempre un cronista abanderado de la contracultura.

El premio a Bob Dylan le será entregado el 10 de diciembre en el luctuoso aniversario del fundador de los premios, Alfred Nobel, fallecido en 1896.

Enlace de interés

Página web oficial de Bob Dylan