El legendario Hotel Chelsea, elegido
patrimonio cultural de Nueva York en 1966, está a punto de reabrir sus puertas
y gestionar las primeras reservas.
A mediados del pasado año, la
cadena BD Hotels, que gestiona 24 hoteles en la ciudad de Nueva York y que es propietaria
del edificio desde 2016, consiguió superar todos los obstáculos vecinales y
administrativos para continuar la reforma necesaria con el compromiso de
mantener el viejo espíritu de este famoso inmueble.
El Chelsea de 12 pisos y 250
habitaciones, construido originalmente en 1883 en el número 222 de la calle 23,
entre la Octava y la Séptima Avenida, que fue la primera cooperativa de apartamentos
de Manhattan y el edificio más alto de Nueva York hasta 1902, se convertiría en
hotel y residencia en 1905. Con el tiempo considerado un baluarte impenetrable
para escritores, músicos y otros bohemios inquilinos, desde sus inicios ha sido un lugar de gran
tradición artística.
En él vivieron, crearon y
fueron parte de su formidable historia Mark Twain, Dylan Thomas, Tennessee
Williams, Arthur C. Clarke, Stanley Kubrick, Arthur Miller, Bob Dylan, Joni
Mitchell, Dee Dee Ramone, Larry Rivers, Milos Forman, Janis Joplin, Donald
Sutherland, Patti Smith, Philip Taaffe, Dennis Hopper, Andy Warhol, Edie
Sedgwick, Eugene O’Neill, Vladimir Nabokov, Jane Fonda, Leonard Cohen, William
S. Burroughs, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Robert Mapplethorpe, Jimi Hendrix, Tom
Waits, Courtney Love, Sam Shepard, Charles Bukowski, Julian Schnabel, Jasper
Johns y Quentin Crisp, entre otros muchos.
Era importante hacer algo como
homenaje a todo ese increíble legado, se dijo el director y guionista de cine estadounidense
Abel Ferrara, nacido en 1951 en el Bronx de Nueva York. El resultado sería su
documental ‘Chelsea on the Rocks’, en el que retrata a algunos de los mencionados
y que se estrenó en 2008 en el Festival de Cannes. Uno más de los muchos
homenajes que los artistas han dedicado a este hotel, donde Arthur C. Clarke
escribió ‘2001: Odisea en el espacio’; Leonard Cohen se inspiró para componer
su melancólica ‘Chelsea Hotel’; Joni Mitchell la canción ‘Chelsea Morning’, o Andy
Warhol rodara allí su ‘Chelsea Girl’, el primer éxito de The Factory.
Patti Smith, en su libro de
memorias ‘Just Kids’, cuenta como una noche del verano de 1969 vio por allí a
Janis Joplin con sus músicos, Jimmy Hendrix con una chica rubia, la cantante de
rock psicodélico Grace Slick con su banda Jefferson Airplane y los miembros del
grupo Country Joe and the Fish. Todos habían hecho allí su parada obligada antes de
partir hacia el Festival de Woodstock.
Bob Dylan se mudó al
apartamento 211 con su nueva esposa Sara, produjo su álbum ‘Blonde on Blonde’ y
tuvo a su primer hijo, Jesse, mientras residía allí. Otros músicos que se alojaron
en el edificio fueron The Band, Iggy Pop, Frank Zappa y los malogrados Sid y
Nancy, la pareja punk que protagonizó
uno de los trágicos episodios más célebres de la leyenda negra de este hotel. En
1978, Sid Vicious y su novia Nancy Spungen se alojaron en el hotel durante una corta
temporada, estancia a la que puso fin su adicción a la heroína. Al poco de
establecerse en la habitación 100, Nancy fue encontrada muerta, apuñalada en el
estómago. El bajista de Sex Pistols se declaró inocente del crimen, pero poco
después la policía encontró sus huellas dactilares en el arma homicida. Sin
embargo, Sid se libró de la condena porque también murió tras inyectarse una
sobredosis letal.
La fotógrafa Linda Troeller, que
vivió en el hotel entre 1994 y 2013, es la autora de la memoria visual ‘Living
in the Chelsea Hotel’ (2015). Un libro en el que recoge imágenes de los últimos
retazos de la bohemia que frecuentaba este emblemático establecimiento. Entre
los retratados está el actor Ethan Hawke, que se instaló en el hotel tras divorciarse
de la actriz Uma Thurman y que fue vecino de habitación de Linda Troeller. Ethan
Hawke es también uno de los protagonistas del documental de Abel Ferrara.
El Hotel Chelsea se cerró a
nuevos huéspedes en 2011 y algunos artistas se vieron obligados a irse debido a
sus retrasos en el pago de la renta, mientras que otros optaron por irse
voluntariamente. El nuevo propietario no contempló ciertos aspectos de la
normativa de construcción, por lo que la asociación de inquilinos denunció
algunos de estos problemas.
Ahora, tras la reforma, todo parece indicar que este afamado hotel reanudará en breve su actividad hotelera.
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información
Site oficial del Hotel Chelsea.
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