En el marco de la celebración
de su 125 aniversario, la Real Sociedad Fotográfica inauguró hoy, jueves 07 de
noviembre, una exposición del fotógrafo y realizador Julio López Saguar.
Se trata de una escogida
selección de imágenes de este prolífico fotógrafo con más de 50 años de
trayectoria en el mundo de la realización publicitaria, para el que la imagen
ha supuesto una constante en su vida, y donde ha desarrollado un importante
trabajo personal.
La exposición muestra solo una
pequeña parte de su vasta producción. Son fotografías que, por su composición y
equilibrio, transmiten un profundo silencio. Imágenes en las que no
hay presencia humana, solo rastros, indicios de su paso. Su mirada se fija en
calles, ventanas, escaparates, paredes, mobiliario urbano, lugares de ocio, y
espacios abandonados. Todos ellos elementos que revelan, de algún modo, las
huellas del devenir humano.
Julio López Saguar transita tranquilamente, en soledad, y cuando algo llama su atención, se detiene a “escuchar” lo que ese elemento o lugar tiene que contarle. En cada viaje personal o profesional, encuentra un hueco para salir con su cámara y captar esos momentos no decisivos que lo interpelaban. El resultado de ese diálogo silencioso es la serie que da título a esta muestra, ‘Conversaciones en silencio’, una selección de fotografías tomadas a lo largo de la última década en distintos lugares de España y del mundo.
Sus comienzos se remontan al
año 1973, cuando contaba 19 años de edad y muchas ganas de aprender, pero no
tenía medios, ninguna cámara en condiciones, ni conocía a nadie que le centrara
un poco en esto. Así que la única solución fue realizar un curso por
correspondencia. En 1975 compra su primera cámara réflex, una Yashica TL
electro X, la cual le ayudó mucho en esos primeros años, que aún hoy conserva. Esta,
junto con un pequeño cuarto que convertía en improvisado laboratorio y un
cargamento de ilusión fueron sus primeras herramientas en este mundillo.
Posteriormente fue avanzando en
conocimientos de una forma autodidacta, adentrándose en el formato medio, para
lo cual adquiere una Yashica Mat 124 y empieza a relacionarse con muchos socios
de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, con lo que se enriquece su técnica y
empieza a observar de una manera diferente.
En el año 1990 por fin consigue
su gran sueño en forma de cámara, una Hasselblad, que, según afirma, es la
mejor cámara que ha tenido, por calidad y concepto. Durante todos estos años
utilizó casi de forma exclusiva el blanco y negro como soporte. En la década
90/00 lo compatibiliza con la diapositiva y comienza el siglo disparando
exclusivamente en color. En el año 2003 cruza la frontera digital adaptándose a
este formato de una manera muy natural.
Julio López Saguar ha
superado los 400 premios nacionales e internacionales, obtuvo el título de
artista por la F.I.A.P. (Federation International de L´Art Photographique), y ha
publicado sus fotos en libros, catálogos, revistas, webs y numerosas exposiciones.
Desde hace unos años es miembro
de la agencia Getty Images, aunque profesionalmente fue realizador de
cine publicitario.
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