domingo, 3 de junio de 2012
Simposio sobre el pintor Edward Hopper
lunes, 14 de mayo de 2012
Alejandro Calderón, poeta en París
Sin embargo, esa misma noche, llegado el momento y dejando a un lado las malas noticias, Alejandro me sorprendía gratamente sacando del bolsillo de su chaqueta –como el mago de su chistera– unos papeles que resultaron ser unos magníficos poemas suyos inspirados en sus últimos viajes a Roma y Florencia. Pertenecientes a una nueva compilación presentada tiempo atrás en París con la asistencia del también poeta peruano Américo Ferrari, y que seguidamente me recitó enfatizando cada palabra, cada verso. El poema comenzaba diciendo así:
Expansión diáfana de la penumbra / polarizando tenue luz de cuarzo blanco / escalonada por alcantarillas de meteoros / foro de poliedros, orquídeas, rombos, cilindros / abnegación pendiente de la cascada / lamparario de sauce (…) (Ver vídeo de la presentación).
Enlace de interés
El poeta del Hotel Esmeralda
CENTELLA
Acelero la extinción. Consigo
fijar velas en tus quejidos;
algunos se suceden como ecos,
otros son balsas que transbordan
escamas de las estrellas. Hago
que sin fintas veas los procesos,
y si las uvas urden aliviarte,
ágil multiplico las pepas y
tiño el orin. Así logro reducirte
al tic que, si no estalla,
fusiono a mi velo vil.
Aceleras la fantasía. Evasivo
abres mis cortinas de humo
y te alejas por la escalera azul.
Sencillamente careces de fin,
y el otoño te erige como hoja
o te recuerda como centella.
Alejandro Calderón
martes, 1 de mayo de 2012
30 de abril, Día Internacional del Jazz
sábado, 14 de abril de 2012
‘El beso de Doisneau’

‘El beso de Doisneau’ (microrelato)
Las fotografías que vendía Maurice en su puesto del muelle no eran tanto de Man Ray como algunas de las más famosas de Doisneau, Brassai o Boubat que, entre las de otros colegas, se incluyen en el conjunto de obras de la llamada Photographie humaniste; precisamente, estos últimos días, mientras esperaba la llegada de algún turista ávido de esas panorámicas del viejo París o de cualquier otro souvenir de los que él vendía, sentado en su vieja silla de lona plegable, la estampa que más contemplaba de todas ellas era la popular fotografía de Robert Doisneau, en la que aparecen dos amantes besándose frente al Hôtel de Ville. Cuando miraba la instantánea durante largo tiempo, se recreaba en ella, y en su imaginación fantaseaba poniéndoles mentalmente a los rostros de esos enamorados el semblante de su amiga, una pintora española, y el suyo, causándole este disimulado anhelo una mayor desazón.
Lamentablemente, cuando la pintora llegó y hubieron acordado que la llave se la entregaría a la portera de su finca después de consignar allí el nuevo cuadro, se despidió de él con un simple beso en la mejilla que muy poco o nada tuvo que ver con el de la reproducción de Doisneau. La pintora y el bouquiniste mantenían esa relación pactada viéndose de vez en cuando sin que hasta ahora ella se hubiera sincerado mostrándole sus verdaderos sentimientos, antes bien ponía alguna excusa o simplemente no le daba ninguna explicación que justificara sus viajes a España –aunque a Maurice le resultara fácil adivinar la razón–. Sin embargo, a Helena le gustaba gastarle bromas llamándole Maurice Quentin de La Tour –como el célebre retratista oficial de Luis XV– cuando, a ratos perdidos, le veía garabatear al pastel alguna cartulina. Por su parte, Maurice, haciendo gala siempre de una gran discreción, tampoco le hacía preguntas que pudieran dar la impresión de querer inmiscuirse en su vida privada y, claro está, en esta ocasión no fue diferente. Así pues la deseó un bon voyage. (…)
Fotografía ‘Le baiser de l’Hôtel de ville’, 1950 © Robert Doisneau
domingo, 1 de abril de 2012
Perec, un inventario de cosas
Una exposición en Madrid reúne obras del escritor francés provenientes de la Bibliothèque de l’Arsenal de Paris, seleccionadas todas ellas por la Association Georges Perec, junto a otras de diversos artistas españoles.
El escritor Georges Perec (1936-1982), que obtuvo en 1965 el premio Renaudot con su primera novela ‘Las cosas’, estudió sociología y colaboró en diversas revistas literarias. Su ecléctica personalidad le predispuso a ser también ensayista, poeta, dramaturgo, guionista de cine o aficionado a los juegos de palabras como acrósticos, “sopas de letras”, o los crucigramas que elaboraba para el magazín Le Point. También fue miembro del célebre “OuLiPo”, acrónimo de Ouvroir de Littérature Potentielle (Taller de literatura potencial), fundado por el también literato Raymond Queneau.
Ganador del premio Médicis en 1978 por ‘La vida, instrucciones de uso', una especie de puzzle compuesto por 107 historias que conforman el relato de los vecinos de un inmueble –planteamiento que recuerda la viñeta de Ibáñez, '13, Rue del Percebe'–, publicó entre otras 'Un hombre que duerme', 'El gabinete de un aficionado' y 'La desaparición', obras que han sido traducidas a quince idiomas.
Si en su novela ‘La desaparición’ asumió el reto de escribir sin emplear la letra e –la letra más frecuente en el francés– sin menoscabo de la coherencia en la narración, la traducción al español, que se tituló 'El secuestro', supuso un doble salto mortal, pues siguiendo el mismo principio, se tradujo sin usar la letra a.
Esta nueva exposición del escritor, titulada ‘Perec. Tentativa de inventario’, y comisariada por Alberto Ruiz de Samaniego, reúne varios fondos provenientes de la Bibliothèque de l’Arsenal de Paris, que han sido seleccionados por la Association Georges Perec, y que se presenta como una serie de obras realizadas por artistas amigos del escritor como fueron Saul Steinberg, Bernard Plossu, Robert Bober y Bernard Queysanne, reflejando su gran influencia en ellos. Asimismo forman una parte importante de la muestra los trabajos de artistas españoles relacionados o próximos a la obra y poética del escritor francés, como son las obras de Eduardo Scala, Ignasi Aballi, Isidoro Valcárcel Medina, Alfonso Berridi, Los Torreznos, Anne Heyvaert, Manuel Saro y Amaya González Reyes.
Más información
Círculo de Bellas Artes de Madrid
Enlaces de interés
Association Georges Perec
Conferencia sobre el secuestro de Georges Perec
sábado, 24 de marzo de 2012
XII edición del Festival de jazz Saint-Germain-des-Prés
Un festival cuyo origen se remonta a 2001, año en que su co-fundador, Charbaut Frederick, un periodista especializado en música de jazz, pusiera la primera piedra en la organización del musical evento, en el que, durante dos semanas, brillantes músicos provenientes de distintas partes del mundo ofrecen sus conciertos en el Barrio Latino de París. En diferentes escenarios de la capital, como son la Église Saint-Germain-des-Prés, el Hotel Madison, el Kiosque du Jardin du Luxembourg, los Salons Starbucks Coffee o la Fnac Montparnasse, pues una de las características del festival es la variada combinación de lugares en donde se lleva a cabo, desde iglesias y plazas públicas hasta cafés, hoteles y, por supuesto, en los locales especializados en dar conciertos.
Charbaut Frederick es un periodista que abandonó la carrera de ingeniero aeronáutico para crear una emisora de radio llamada ‘Jazzland’, colaborando en programas de radio para Rock Boulevard, Chic FM, Kiss FM o Superloustic, entre otros; así como también en revistas de jazz como es la celebrada ‘Jazz Hot’, y asimismo como miembro del jurado del Festival de jazz de La Défense, Victoires du Jazz o el del Djangodor. También contribuye a la programación del ‘Tanjazz’, el Festival de jazz de Tánger. Y ha invitado a grandes músicos como Norah Jones, Brad Mehldau, Abd Al Malik, Jacky Terrasson, Michel Portal, Aldo Romano, Kenny Barron o Milton Nascimento.
Además de contar con la presencia de importantes músicos, el Festival de jazz Saint-Germain-des-Prés brinda una oportu-nidad a las jóvenes promesas con la convocatoria del certamen de nuevos talentos, denominado ‘Tremplin Jeunes Talents’, para incentivar el talento de los jóvenes compositores de jazz franceses. Los días de selección serán el 27 y el 28 de mayo.
Esta primavera, al llegar la noche en París, la música rebosará en el Barrio Latino así como en sus calles rebosan los típicos volquetes repletos de frutas y cajones colmados de flores y ostras frescas como aderezo.
Más información
Festival de jazz Saint-Germain-des-Prés
domingo, 11 de marzo de 2012
El siglo de Voltaire, su vida y su obra
El poeta de Francia, François Marie Arouet, alias Voltaire, se caracterizaría por su tolerancia y defendería la convivencia pacífica entre hombres de distintas creencias y religiones, muy al contrario que, por ejemplo, Montesquieu, con el que discrepaba acerca del derecho legítimo de los pueblos a la guerra. Además, es un hecho conocido que en cierta ocasión Voltaire defendiera a un criminal convicto llamado Jean Calas, al que creía inocente con total convencimiento. Y claro es que Voltaire estaba en lo cierto, pues de esa forma consiguió limpiar el nombre de Calas a la vez que demostraba al mundo que París era una ciudad donde la justicia y la tolerancia siempre triunfarían, aun a pesar de que Calas fuera ajusticiado finalmente sin remedio.
Para el biólogo, escritor y ensayista Martí Domínguez, Voltaire sigue vivo y encarnaría mejor que cualquier otro gran nombre de la Ilustración el siglo XVIII, más incluso que Diderot o Rousseau. No en vano el Siglo de las Luces, denominado así por su finalidad declarada de despejar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón y la libertad, es también conocido como el siglo de Voltaire. Según se puede leer textualmente en L'Encyclopédie: “a medida que el espíritu adquiere más luces, el corazón adquiere más sensibilidad”.
El filósofo de Freney, primero en alcanzar esa hasta entonces utópica meta siendo el primer escritor libre, afirmaría: “Oigo hablar de libertad, pero no creo que haya habido en Europa un particular que se haya forjado una como la mía. Seguirá mi ejemplo quien quiera y pueda”. Voltaire fue el primer escritor totalmente libre, el primero que consiguió vivir de su trabajo, el primer profesional de la escritura, según explica Martí Domínguez.
En las dos conferencias que el escritor impartió, Martí Domínguez estudia la influencia de Voltaire en el Siglo de las Luces. La primera se centra en un rápido repaso de la obra de sus principales contemporáneos, y en la relación que mantuvieron con el filósofo, siempre complicada y espinosa. En la segunda divulga la obra y vida del filósofo, sus polémicas, sus desavenencias con el poder (su relación de amor odio con Federico II de Prusia), y su retiro en los Alpes franceses, hasta su regreso glorioso a París, poco antes de su muerte. Así, durante estas dos sesiones, se mostraría una visión poliédrica del siglo XVIII francés, del movimiento ilustrado y de su mayor faro intelectual, el gran Voltaire.
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Ciclo de conferencias de la Fundación Juan March