lunes, 18 de septiembre de 2023

Expo Premio Nacional de Fotoperiodismo

Una exposición reúne hasta el próximo 8 de octubre el trabajo de más de 70 fotoperiodistas españoles.

Por cuarto año consecutivo, en el marco de Hay Festival Segovia se celebra la exposición retrospectiva del Premio Nacional de Fotoperiodismo. Un recorrido visual que permite al visitante ser testigo de los acontecimientos más importantes de las últimas décadas a través de las imágenes de estos fotógrafos, entre los que están todos los galardonados con el Premio Nacional de Fotoperiodismo otorgado por la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV) y que reconocen los trabajos realizados durante el año anterior a su entrega.

El cambio climático, las revueltas en Egipto y Túnez, los flujos migratorios producidos por la guerra de Siria, las tragedias del estrecho, los desalojos de viviendas ante las crisis económicas, la visita del Papa a España, fiestas regionales, conflictos armados o el 15M son solo algunos de los temas que están presentes en la segoviana sala de exposiciones La Alhóndiga.

Reconocidos autores como Susana Vera, Maysun, Ricardo Garcia Vilanova, Pedro Armestre, Mar Sáez, Samuel Aranda, Domingo J. Casas, Álvaro Barrientos, Olmo Calvo o Santi Palacios participan en esta exhibición dedicada a una década ya del Premio Nacional de Fotoperiodismo.

“No solo se exponen todas las fotografías premiadas, que son más de 40, sino otras 50 más seleccionadas de todas las que se presentaron en las diferentes ediciones del Premio”, explica Antonio Graell, comisario de la exposición.

Además, la muestra reserva un espacio para rendir un homenaje a todos los profesionales que se presentaron al concurso algún año, y lo hace mediante una imagen pequeña de ellos acompañada de su nombre.

“Este tipo de muestras son importantes para que el trabajo de sus autores sea conocido y también para recordar muchos sucesos que se olvidan en cuanto otro resulta más actual”, declara el propio Graell.

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Web oficial de Hay Festival Segovia.

Fotografía Migrantes subsaharianos (2014) © S. Palacios

viernes, 1 de septiembre de 2023

El arte figurativo de Antonio López

El gran artista manchego se encuentra actualmente inmerso en un nuevo proyecto retratando el paisaje urbano de Madrid.

Antonio López (Tomelloso, 1936) comenzaría a pintar las calles cuando, en la década de los sesenta, decide incorporar nuevos temas a su trabajo. A partir de esa nueva actitud el artista resuelve no añadir nada a la realidad, como ocurre con su primer paisaje que plasma en la obra Madrid (1960). Desde entonces ese enfoque iría ganando terreno en su producción hasta convertirse en el único.

Por esos años es cuando Antonio López asume que su trayectoria, su terreno, es el de pintar la realidad sin elementos añadidos. Desde la mitad de los años sesenta pinta, dibuja y esculpe lo que le interesa sin hacer uso de ningún recurso estilístico, siendo su visión el único filtro y su dominio técnico el medio.

Un talento que fue modelando gracias a la formación temprana que le imparte su tío, el pintor Antonio López Torres, y más tarde, con la que recibe en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde, entre 1950 y 1955, cursa sus estudios oficiales de pintura.

Su obra escultórica la desarrollaría en paralelo a la pintura y el dibujo, realizando relieves en distintos materiales, así como sus primeras piezas exentas. Entre 1964 y 1969 imparte la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Posteriormente ha dado cursos de forma puntual, dedicándose por completo a la creación artística.

En 1993 Antonio López realiza su primera exposición antológica en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con gran éxito de público y crítica. En octubre de 2001, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía celebra, con una pequeña muestra y publicación, la adquisición de las esculturas Hombre y Mujer y diecinueve de sus dibujos preparatorios, que se añaden a otras tres importantes obras del pintor pertenecientes a la colección permanente del museo.

En 2006 presenta en la Asamblea de Madrid su pintura urbana de mayor formato realizada hasta el momento, Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas, que supera los cuatro metros de ancho y representa casi la totalidad de la superficie de la ciudad vista desde aquel punto. Será en 2008 cuando culmine su primer encargo de escultura monumental pública en solitario, dos grandes cabezas monumentales de bronce de tres metros de altura, La Noche y El Día, que se encuentran junto a la estación de Atocha de Madrid. En octubre de 2010 se inaugura su segunda escultura pública, La mujer de Coslada, en la Avenida de la Constitución de dicho municipio madrileño.

En junio de 2011 se inaugura en el Museo Thyssen-Bornemisza una exposición individual que aúna el carácter retrospectivo con la presentación de su obra más reciente que todavía no había visto la luz. La muestra viaja también ese mismo año al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La obra de Antonio vuelve a encontrarse con el público madrileño en febrero de 2016, con motivo de la inauguración de una exposición en el Museo Thyssen sobre el grupo de Realistas de Madrid, en el que se enmarca al artista junto a los que han sido sus compañeros y amigos desde su etapa de formación: Isabel Quintanilla, Julio y Francisco López, María Moreno, Amalia Avia y Esperanza Parada.

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Web oficial de Antonio López.

Fotografía de Antonio López © Fernando Torres

domingo, 20 de agosto de 2023

‘Las formas del agua’. Exposición colectiva

Les Douches la Galerie retoma su actividad expositiva en París mostrando una compilación de obras de artistas como Berenice Abbott, André Kertész o Dora Maar.

Temida durante muchos siglos, el agua se convirtió en el siglo XIX en símbolo de limpieza, luego de salud (baños de mar) y finalmente, en el siglo XX, de placer y libertad. Les Douches la Galerie, que fue una ducha pública que cerró en 1977, rinde homenaje al elemento que adornaba sus paredes antes de la fotografía. Reunir a diferentes artistas y tendencias en la fotografía del siglo XX parecía un regreso… a la fuente.

La exposición Les formes de l´eau (Las formas del agua) reúne a Berenice Abbott, Pierre Boucher, Roger Catherineau, Harold Edgerton, Emeric Feher, Jean-Claude Gautrand, Joseph Jachna, Pierre Jamet, Sid Kaplan, Peter Keetman, André Kertész, François Kollar, Bogdan Konopka, Rainer Leitzgen, Dora Maar, Daniel Masclet, Ray K. Metzker, Elfriede Stegemeyer, André Steiner, Claude Tolmer, Raoul Ubac, Willy Zielke y René Zuber.

Según Eric Rémy, Comisario de la exposición, de esta selección destacan las fotografías de André Steiner (1901-1978) y sus nadadores sumergidos, donde el cuerpo y el agua se fusionan para convertirse en uno en una ósmosis formal no exenta de sensualidad. A menudo equiparada con la juventud, fuente de juventud, el agua está asociada a los juegos de los jóvenes a los que acompaña, exalta la vitalidad, como en las travesuras de los niños que atestiguan las fotografías de François Kollar (1904-1979), Pierre Jamet (1910-1920), Sid Kaplan (1938) y Jean-Claude Gautrand (1932-2019).

Para Dora Maar (1907-1997), Emeric Feher (1904-1966) o Ray Metzker (1931-2014), ella refleja el mundo. En forma de charco, el agua juega con las apariencias del mundo donde las fotografías captan una doble visión de una misma realidad para demostrarnos mejor que se trata de perspectiva.

El ejercicio de la representación del vaso de agua en la pintura, en particular la clásica naturaleza muerta, es un reto. La transparencia del vidrio y el agua, es decir, el vacío visual, moviliza toda la destreza del artista para mostrar lo que no se ve. Todo es entonces disposición de reflejos, sombras, composición y luz controlada, un desafío para el talento de tres eminentes fotógrafos de los años treinta con una estética propia cada uno: El fin del pictorialismo para el francés Daniel Masclet (1892-1969), la modernidad de la Bauhaus de la alemana Elfriede Stegmeyer (1908-1988) y la nueva objetividad para el alemán Willy Zielke (1902-1989).

Es a través de la mitología que Pierre Boucher (1908-2000) se apodera del tema, le da cuerpo con el genio femenino de las aguas, Ondine, en un enigmático fotomontaje surrealista que domina con arte. El surrealista Raoul Ubac (1910-1985), fotógrafo de minerales, producirá una rara imagen del universo acuoso que busca “desintegrar la forma latente debajo de la superficie tranquila de la imagen fotográfica”. Unos años más tarde, siguió buscando “la imagen inconsciente”, pero esta vez a fuego, calentando y deformando el negativo.

Para los autores de la corriente artística Subjektive Fotografie (Fotografía Subjetiva), la representación fiel importa menos que la opinión del autor. El alemán Peter Keetman (1916-2005), uno de los fundadores del grupo vanguardista de Fotoform, es uno de los fotógrafos eminentes de este movimiento. Su icónica Spiegelnde Tropfen (Gotas de espejo) de 1958, es una imagen desmultiplicada de gotas de agua que son tantos espejos del mundo como si fuera imposible dar una sola actuación.

Es en un enfoque científico que, a partir de la década de 1930, el fotógrafo estadounidense Harold Edgerton (1903-1990) científico del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), se esfuerza por desentrañar los misterios del agua por medio de dispositivos que desarrolla para capturar lo que el ojo no puede captar. Su compatriota Berenice Abbott (1898-1991) también trabajará para el MIT, en la década de 1950, en la comprensión de la propagación de ondas y producirá fotografías abstractas de gran poesía. Ella nos muestra la calma y la dulzura, donde su antecesor expresa energía y tumulto.

Los delicados agujeros de Bogdan Konopka (1953-2019) alrededor de los arroyos de montaña transforman su apariencia. Estas aguas límpidas, se tornan opalescentes al tiempo de pausa impuesta por el proceso fotográfico, se transforman en rayos luminosos que parten la oscuridad de la maleza y componen extraños paisajes de ensueño.

La obra contemporánea del fotógrafo alemán Rainer Leitzgen (1963) también parece obvia. Hizo del agua no un sujeto sino un filtro, una pantalla transparente, una superficie de representación distorsionada del mundo real, dando a ver otra realidad donde rostros y cuerpos parecen disueltos en el papel como tinta. Perdemos nociones de espacio y escala en este otro mundo. Sus fotografías prueban que la belleza no está en la representación clara de la realidad sino en una visión personal, extraña, inquietante y fascinante.

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Les Douches la Galerie.

Fotografía New York City, 1955 © Sid Kaplan

lunes, 31 de julio de 2023

John Berger en ‘Permanent Red’

El Palau de La Virreina Centre de la Imatge acoge hasta el próximo mes de octubre en Barcelona la exposición ‘Permanent Red’, dedicada al gran artista e intelectual británico.

Nacido en 1926 en el municipio de Hackney, al nordeste de Londres, John Berger fue crítico de arte, pintor, escritor de ficción y de ensayo de orientación marxista. Auto-exiliado en los Alpes franceses, siempre fue un simpatizante del Partido Comunista, dejándonos como legado cuando en 2017 fallece en París, una nutrida obra que abarca novelas, poesía, ensayos, teatro y guiones cinematográficos.

Ganador del Booker Prize en 1972 con su novela ‘G’, en muchos aspectos profética y considerada como una de las mejores novelas anglosajonas de las últimas décadas, a Berger también se debe la autoría de diversos ensayos introductorios a la crítica de arte como ‘Modos de ver’. Un texto de referencia fundamental para la historia del arte en el que su autor aborda la interpretación artística y cultural revelando la dimensión ideológica del arte y la cultura. Asimismo, ‘Modos de ver’ contribuyó a su vez a popularizar de forma notable el por entonces poco conocido ensayo de Walter Benjamin, ‘El arte en la era de su reproducibilidad técnica’ (1935).

La actual exposición toma el nombre del libro ‘Permanent Red’ (1960), en el cual están recopilados una serie de artículos de crítica de arte que Berger escribió para la revista marxista New Statesman, con la que colaboró durante más de una década, desde 1951, y que incide en su faceta más política a menudo ignorada por la crítica hegemónica.

Esta muestra, que es una de las más completas que se han realizado hasta la fecha, pone de manifiesto ese carácter político de la trayectoria de Berger también en sus colaboraciones con fotógrafos como Jean Mohr, cineastas como Mike Dibb y Alain Tanner, dramaturgos como Simon McBurney o poetas como Mahmud Darwish. Además, se exhiben dibujos y materiales documentales museográficamente inéditos, cedidos por los herederos del escritor inglés, la British Library de Londres —donde está depositada una parte significativa de su archivo personal—, el Photo Elysée – Musée cantonal pour la photographie de Lausana, y la BBC, la cadena pública de radio y televisión del Reino Unido.

Tras abordar ‘Sobre la fotografía’, de Susan Sontag, y ‘La cámara lúcida’, de Roland Barthes, ‘Permanent Red’ completa una suerte de tríptico expositivo realizado por La Virreina Centre de la Imatge alrededor de estos tres autores seminales para comprender la reflexión visual.

Más información

La Virreina Centre de la Imatge.

Fotografía de John Berger © Beverly’s Collection

domingo, 23 de julio de 2023

Cunningham, Iveković y Woodman en PHE23

El Museo Cerralbo se suma a la XXVI edición de PhotoEspaña 2023 acogiendo la exposición Somebodies: Cunningham, Iveković, Woodman.

‘Somebodies’ presenta la obra de Imogen Cunningham, Sanja Iveković y Francesca Woodman, tres artistas centrales en la Colección José Luis Soler Vila (anteriormente Colección Per Amor a l’Art), cuyo trabajo emplea el cuerpo –el propio, en el caso de Woodman o Iveković, y el ajeno en el de Cunningham– como recurso temático, estético y experimental en su investigación artística.

Las obras presentadas registran un abanico de intenciones visuales y conceptuales alejadas en tiempo y contexto, que van desde aproximaciones puramente formales de lo corporal hasta la encarnación de posiciones de crítica social y denuncia política; sin embargo, manifiestan el constante instinto de las artistas por abordar cuestiones relacionadas con el cuerpo a lo largo de la historia del arte.

Imogen Cunningham (Portland, EE.UU., 1883-1976) es un nombre indispensable en la historia de la fotografía del siglo XX, cuyo estilo e imaginario ha influido notablemente en fotógrafos posteriores.

La obra de Cunningham atraviesa algunos de los movimientos paradigmáticos de la historia de la fotografía desde finales del siglo XIX: sus primeras fotografías de tintes pictorialistas contrastan drásticamente con sus fotografías de estilo directo, nítido y sin intervenciones realizadas en el marco del Grupo f/64.

Paralelamente, el retrato a personalidades de la época ha sido uno de los signos identitarios de su carrera, una tendencia que, a partir de 1934, confluirá con su incursión fotográfica en las calles de Nueva York, donde realizó fotografías de estilo documental.

Sanja Iveković (Zagreb, Croacia, 1949) es una de las figuras clave de la escena artística croata de los años 70. Su práctica artística, que abarca desde la fotografía y el videoarte hasta la instalación y la escultura, está profundamente marcada por su activismo político, feminismo, y sus vivencias personales ligadas a la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de Yugoslavia.

Francesca Woodman (Denver, Colorado, EE.UU., 1958-1981) nace en el seno de una familia vinculada a las artes y empieza a experimentar con el lenguaje fotográfico a una temprana edad.

Su corta carrera como fotógrafa –Woodman se suicida en 1981, a los 23 años– deja a su paso una serie de fotografías donde predominan el autorretrato, el desnudo y los escenarios derruidos y melancólicos. El uso de su propio cuerpo sirve a Woodman para explorar su identidad, y se traduce en una serie de tomas en las que aparecen figuras femeninas espectrales que habitan arquitecturas interiores y delicadas puestas en escena de estética victoriana.

Más información

Ministerio de Cultura y Deporte. Museo Cerralbo.

Fotografía ‘From Polka Dots’ (1976) © Francesca Woodman

jueves, 29 de junio de 2023

El aclamado regreso de Siouxsie Sioux

Vuelve a los escenarios después de diez años alejada de ellos la legendaria reina del rock gótico y el post-punk. 

La cantante y compositora británica Susan Janet Ballion, nacida en Londres el 27 de mayo de 1957, más conocida como Siouxsie, líder de Siouxsie & The Banshees y más tarde de la banda The Creatures, estará en Madrid hoy, 29 de junio, en el poliédrico festival Noches del Botánico. Una doble cita musical en la que también actuará el grupo indie rock estadounidense Warpaint.

El pasado 3 de mayo llegaba la primera actuación de la artista tras una década de ausencia. Su vuelta había despertado mucha expectación entre sus más fieles seguidores. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que la vieron subida a las tablas del festival Meltdown de Yoko Ono, que se llevó a cabo en el Royal Festival Hall de Londres. Entonces realizó dos espectáculos con entradas agotadas sin precedentes, sorprendiendo a sus fans con una interpretación completa y no anunciada del célebre álbum de Siouxsie & The Banshees de 1980, ‘Kaleidoscope’, junto con otros éxitos como ‘Face to Face’ y ‘Here Comes That Day’.

La presentación de su rentrée en mayo fue en la sala de conciertos Ancienne Belgique de Bruselas, donde la artista interpretó diecisiete canciones; once de ellas fueron parte de los esperados temas de Siouxsie & the Banshees, trece si contamos sus conocidas covers de ‘Dear Prudence’ de The Beatles y ‘The Passenger’ de Iggy Pop. Rescatando también ‘But Not Them’ de The Creatures, y los otros tres temas de Mantaray (2007), su primer disco en solitario: ‘Into a Swan’, ‘Here Comes That Day’ y ‘Loveless’, que ya había presentado en nuestro país en su gira de 2008.

Después de treinta años de carrera en las bandas Siouxsie The Banshees y The Creatures, Mantaray supuso un trabajo contemporáneo en el que fusionó el sonido de los Banshees con las tendencias actuales, logrando una gran frescura y unos arreglos electrónicos sobre los cuales destaca su inconfundible voz. Y si bien el disco no consiguió un extraordinario éxito de ventas, sí nos devolvió a la Siouxsie atrevida y experimental cuyo estilo ha influenciado a una multitud de artistas como The Cure, Joy Division, Savages, LCD Soundsystem, Interpol o Garbage, entre otros.

La artista punk regresará al escenario en el festival Latitude de Suffolk, donde tocará el 23 de julio. Será su primera aparición en vivo desde una actuación en Londres en 2013 como parte del festival Meltdown anual del Southbank Centre.

Más información

Noches del Botánico.

Latitude Festival.

Fotografía de Siouxsie Sioux © DMCA

sábado, 24 de junio de 2023

‘Todo lo que veo me sobrevivirá’

La Sala Alcalá 31 reúne en Madrid algunas de las obras más icónicas de Juan Muñoz. Una muestra que ha sido prorrogada hasta mediados del próximo mes de julio.

El titulo de esta exposición, ‘Todo lo que veo me sobrevivirá’, es una cita de la poeta rusa Anna Ajmátova que el artista Juan Muñoz (1953-2001) recogió en una de las notas de su cuaderno durante la preparación de su última instalación, en una de las salas de la Tate Modern de Londres, en el año 2001.

Ningún artista había alcanzado en las últimas décadas su notoriedad internacional, en una brillante trayectoria desde su primera exposición en 1984 hasta su prematura muerte a los 48 años de edad, cuando se encontraba en un momento de máximo apogeo.

Esa última década de producción del artista estuvo marcada por el dominio del espacio y por la recuperación de la figura humana como elemento central de su trabajo. Su vocación existencialista, su cualidad emocional y su reivindicación del engaño visual, de la suspensión de la incredulidad, determinaron que la ficción fuera una característica fundamental del arte contemporáneo, avanzando un cambio que será esencial dentro del arte en el siglo XXI.

Desde mediados de los años ochenta, Juan Muñoz se había propuesto recuperar la figuración en la escultura, pero fue gradualmente la magnitud de la instalación y la vocación arquitectónica lo que llevó su trabajo a una escala cada vez más monumental, al tiempo que sus obras se volvían psicológicamente más complejas.

Manuel Segade, comisario de la exposición y director del Museo Centro de Arte Dos de Mayo, ha conseguido sintetizar en esta muestra uno de los mensajes más potentes de Juan Muñoz: la fusión entre la ficción y la realidad, uno de los temas principales que trataba el escultor, sobre todo en la etapa de los 90.

Muñoz consigue crear obras de carácter narrativo rompiendo con los límites de la escultura tradicional. La expresividad de las figuras humanas es tan minuciosa como fascinante, y consigue que el espectador viva las emociones de los personajes y considere sus interacciones como reales.

Un ejemplo de esto es la obra Two seated on the wall, que muestra a dos individuos sentados colgando de la pared, aparentemente riéndose de la posibilidad misma de caerse, tan realistas que pareciera que las risas pudieran escucharse.

Como una extensión de la anterior, hasta el próximo mes de enero y en conmemoración de los 70 años del nacimiento del artista, también el Museo Centro de Arte Dos de Mayo expone ‘En la hora violeta’, la exposición que recorre su primera década de trayectoria.

Más información

Sala Alcalá 31.

Museo Centro de Arte Dos de Mayo.

Fotografía ‘Two Seated on the Wall’. Juan Muñoz © 2001