jueves, 16 de abril de 2015

Presente y futuro del periodismo cultural IV


Los suplementos culturales

La cuarta mesa redonda de este ciclo de debates sobre el estado actual y el porvenir del periodismo cultural contó como intervinientes con algunos de los responsables de los principales suplementos culturales, como fueron Blanca Berasategui (El Cultural), Berna González Harbour (Babelia), Fernando Rodríguez Lafuente (ABC de las Artes y las Letras) y Sergio Vila-Sanjuán (Culturas). Todos ellos estuvieron presentados y moderados por el periodista Andrés Fernández Rubio, redactor jefe de ‘El Viajero’ del diario El País.

Inició el coloquio Sergio Vila-Sanjuán, quien apoyándose en la proyección de una ilustrativa presentación digitalizada del suplemento cultural de La Vanguardia, ofreció un repaso de la trayectoria editorial que dicho suplemento ha seguido desde 2002 como proyecto visual. Entre otros aspectos, destacó su labor tras los pasos de los prestigiosos fotógrafos Walker Evans y James Agee. Vila-Sanjuán explicó que en sus principios sus portadas eran abstractas, y publicaban retratos y perfiles de autores que habían fallecido recientemente. Evitaron siempre como norma, salvo alguna excepción, tratar las noticias sobre los “centenarios”, pues resultaba ser una tarea de periodismo arqueológico. En esa línea pretendidamente innovadora contaron habitualmente con la colaboración del artista catalán Joan Fontcuberta, que aportó sus ideas como fotógrafo, renovando la apariencia del suplemento en ese contexto. Sí trataron, sin embargo, el centenario del “dadá” coincidiendo con la muerte del anarquista catalán Ferrer Guardia en la Semana trágica de Barcelona. En su número 500 contaron con la colaboración del afamado fotógrafo británico miembro de la Agencia Magnum desde 1994, Martin Parr, siempre con la innovación visual como línea de actuación editorial.

Blanca Berasategui, que lleva casi cuarenta años como periodista cultural desde los primeros tiempos en ABC, enunció que “no es la cultura del espectáculo sino la espectacularidad de la noticia lo que nos ofende”, pues a menudo se publican las noticias más morbosas. Berasategui ha pretendido hacer compatible la calidad con la difusión, y también hacer pedagogía. Desterrar la noción de Cultura como sinónimo de aburrimiento, hacer una cultura del conocimiento. En información cultural la velocidad y la abundancia son dos conceptos que hoy día existen pero debemos impedir que nos condicionen. Por otro lado, afirmó que “las Redes sociales son actualmente el prescriptor de más éxito”, pues son capaces de influir en un determinado público con sus opiniones, valoraciones y/o decisiones. Si bien al papel le queda mucho tiempo todavía, gracias a la Red ya no hay centro ni periferias, ya no hay una cultura urbana únicamente, y esa es una de las grandezas de Internet.

Rodríguez Lafuente, como moderadamente anglófilo, declaró que una norma muy británica es “cambiar lo que se debe cambiar, y conservar lo que se debe conservar”. Y bromeó diciendo que en España tendemos a hacer lo contrario. “El futuro no existe, vivimos en un permanente presente”, afirmó. En la Era Digital los periódicos son reacios a hacer dos redacciones, una para el papel y otra para la Red. El suplemento cultural constituye una lectura para toda la semana, hacer periodismo diario es algo fascinante, pero hay que pensar que si elegimos una portada estamos descartando todo lo demás. Todo ansía un orden de jerarquías. Si Vila-Sanjuán apuesta por la originalidad y la calidad visual, para Rodríguez Lafuente, al igual que para Blanca Berasategui, el periodismo cultural debe realizar una labor pedagógica.

Berna González Harbour se pregunta si habrá hoy día un Larra o un Bécquer por ahí, aún sin descubrir. Después de veinticinco años de carrera, reconoce que las noticias más “sangrantes” ocupan los titulares de todos los periódicos, pero cree que es muy importante saber descubrir nuevas cosas, ilusionarse. Manifestó que “se ha dado un hito respecto a la audiencia: se ha accedido más al suplemento Babelia a través de las Redes sociales que mediante la propia web, y esto parece ser un claro síntoma de los nuevos tiempos”. Los contenidos de calidad deben primar en la jerarquía independientemente de que se publiquen en papel o en la Red. Respecto a Babelia, expuso que en la selección de libros está puesto el corazón del suplemento que dirige, publicando principalmente la crítica valorativa. “Divulgación sin caer en la vulgarización”.


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