jueves, 23 de noviembre de 2017

Kyle Eastwood: el bueno, el bajo y el jazz


El quinteto del californiano Kyle Eastwood no defraudó las expectativas en su actuación de ayer en Madrid, dentro del festival internacional de jazz que se celebra en la capital durante todo este mes de noviembre.

En esta ocasión, alternando el contrabajo con el bajo eléctrico, Kyle Eastwood estuvo acompañado en el escenario del Teatro Fernán Gómez por el pianista Andrew McCormack, cuyo estilo personal de componer es una mezcla del minimalismo de Steve Reich y el talento de Tigran Hamasyan; el saxofonista Brandon Allen, arreglista, compositor y músico de sesión que ha tocado con Eric Clapton, Jools Holland o la cantante de soul Mica Paris; el talentoso trompetista Quentin Collins, influenciado desde pequeño por el jazz de Dizzy Gillespie y Lionel Hampton, y el preciso y virtuoso Chris Higginbottom a la batería, actualmente también miembro de The Ronnie Scotts All Stars.

Tras su gira estival en formación de trío compuesto por los franceses Jean Luc Ponty al violín y Biréli Lagrène a la guitarra, y dos días después de que anunciase en su página de Facebook el lanzamiento de su último disco, ‘In transit’, el Kyle Eastwood Quintet se presentó en JAZZMADRID para ofrecer un espectáculo musical con matices de groove, swing o funk, además de algún guiño homenaje a Charlie Mingus, pero sobre todo buen jazz. Porque según afirma el propio Eastwood, sus raíces musicales permanecen en el jazz. Y eso es lo que lleva haciendo desde hace veinte años, en sus comienzos tocando en locales de Nueva York y Los Ángeles, y al menos desde que publicara aquel primer disco, ‘From there to here’ (1998), en el que participó la cantante canadiense Joni Mitchell. Aunque ya desde niño escucharía los discos de los grandes clásicos del género, que no faltaban en casa debido a la gran afición de su padre por el jazz.

A los dieciocho años se inició en el bajo eléctrico tocando con sus compañeros de instituto y aprendiendo de oído las líneas de bajo de rhythm and blues, reggae y música negra de la Motown. Pero pronto se pasaría al contrabajo, sobre todo tras conocer a Ray Brown, considerado por muchos como uno de los más importantes e influyentes contrabajistas de jazz de la historia, y a su aplicado alumno, el también contrabajista John Clayton; sin olvidar a Ron Carter, que al igual que Ray Brown, es uno de los contrabajistas con más grabaciones en la historia del jazz.

Otro gran condicionante para Kyle fue haber pasado muchas horas en el plató con el compositor, arreglista y saxofonista estadounidense Lenny Niehaus, que compuso la banda sonora de ‘Bird’, la película homenaje al gran saxofonista Charlie Parker dirigida por su padre. Desde entonces ha contribuido a las bandas sonoras de filmes dirigidos por Clint Eastwood como ‘Mystic River’, ‘Invictus’, ‘Million Dollar Baby’, ‘Banderas de nuestros padres’ y ‘Cartas desde Iwo Jima’. 

Más información

Página web oficial de Kyle Eastwood.

Fotografía de Kyle Eastwood © Fernando Torres