domingo, 26 de julio de 2020

La fotografía japonesa en torno a Provoke

PHotoEspaña presenta una exposición que constituye la colección privada más importante de fotografía japonesa fuera de Japón.

La serie de esta muestra la componen fotografías de los fondos de la Colección Per Amor a l’Art, de Bombas Gens, exceptuando las obras de Toyoko Tokiwa, que corresponden al Museum of Yokohama Urban History.

Entre los años 1957 y 1972 un grupo de fotógrafos transformaron el lenguaje fotográfico en Japón de manera substancial. Esa renovación, impulsada por el trabajo que comenzaron a desarrollar algunos fotógrafos políticamente concienciados durante la posguerra, se producía en paralelo a los grandes cambios económicos, sociales y culturales que acontecieron en dicho periodo, salpicado de enfrentamientos populares, sobre todo debido a la humillante ocupación americana y sus consecuencias.

En la exposición ‘The Eyes of Ten’, celebrada en Tokio en 1957, participarían junto a Toyoko Tokiwa los fotógrafos Shomei Tomatsu, Akira Sato, Eikoh Hosoe, Ikko Narahara, Kikuji Kawada y Akira Tanno, que pronto formarían la agencia VIVO (1959-1961), inspirada en la agencia Magnum Photos. VIVO (“Vida”, en esperanto) nacía con un ideal identitario centrado en su país, su modernidad y su pasado y el propósito de realizar una fotografía crítica sin atenerse a las convenciones establecidas y claramente abierta a la experimentación como expresión subjetiva del artista.

En 1968 Shomei Tomatsu, Koji Taki, Takahikoo Okada y Yutaka Takanashi fundan la revista Provoke (1968-1970). Aunque esta publicación se caracterizó por un estilo muy marcado: are-bure-boke (grano, barrido, desenfoque), el objetivo era aportar nuevas perspectivas y reflexionar acerca de las relaciones entre lenguaje y fotografía, y entre arte y resistencia política, entendiendo la fotografía como un lenguaje alternativo.

Sólo tres números de Provoke (Provocative Materials for Thought), de pequeñas tiradas cada uno, se publicaron en 1968 y 1969, a comienzos de 1970 el grupo se disolvía. No obstante, la experiencia posibilitó a los fotógrafos la búsqueda de su propio estilo y la edición de sus respectivos libros de autor en los años siguientes, obras que serían fundamentales en la historia de la fotografía y recordarían la transcendencia del movimiento Provoke, a saber: ‘For a Language to Come’ (Takuma Nakahira), ‘Bye Bye Photography’ (Daido Moriyama) y ‘Toshi-e Towards the City’ (Yutaka Takanashi).

Para el segundo número de la revista se invitó a Daido Moriyama, cuya colaboración se extendió al tercero. El trabajo de Moriyama reflejaba en cada una de sus instantáneas la cara oscura de la ciudad, en la que el sexo y el erotismo jugaban un papel primordial; desde carteles luminosos a las calles más lúgubres de la región de Shinjuku, lugar donde aprendió la técnica fotográfica de Shomei Tomatsu. Entre sus callejuelas y pasadizos encontró la crudeza de la figura humana inmersa en una atmósfera malsana pero perturbadoramente real. Daido Moriyama se convertiría en uno de los fotógrafos más reconocidos de esa generación y fue una gran influencia para Tamiko Nishimura, fotógrafa que trabajó junto a él y que continúa el legado temático y estético de Provoke.  

Posiblemente Takuma Nakahira fuera en sus fotografías el mejor exponente del espíritu de este provocador movimiento artístico. Su fotografía rehuía de las convenciones y se apoyaba en elementos casi inconscientes para disparar sus instantáneas al filo de lo reconocible. Su cámara fotográfica captaba la realidad inmediata pero él la transformaba en algo nuevo fruto de su mente innovadora.

Por otro lado, Yutaka Takanashi retrataba la ciudad de Tokyo y sus habitantes, pero tras unirse a Provoke inmediatamente reveló su propio estilo, si bien no tan extravagante y casual como el que promulgaba la revista. Con sus fotografías mostró la premura del nuevo Japón y el aislamiento al que había sometido a sus gentes. Una fotografía en la que mostraba panoramas que despertaban unos sentimientos cercanos a los que provocaban los cuadros de Edward Hopper: la soledad en las miradas, los cuerpos aislados, la incertidumbre y melancolía en los gestos robados de la sociedad del momento.

Los tres, junto con Koji Taki y Takahiko Okada, pensaron en las imágenes, aprendieron de nuevo a mirar y nos enseñaron una nueva forma de ver; dirigieron su propia conciencia para conferir a cada imagen la distinción debida, cambiando en adelante el rumbo de la fotografía moderna.

Más información

‘La mirada de las cosas. Fotografía japonesa en torno a Provoke’.

Círculo de Bellas Artes. Desde el 22/07/2020 hasta el 25/10/2020.

Fotografía ‘Eros’ (Provoke Nº2), 1969 © Daido Moriyama Photo Foundation